miércoles, 19 de septiembre de 2012

EXTRACTOS DEL MENSAJE NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE. Profecías sobre la Apostasía de los sacerdotes y la consecuente pérdida de la Fe



ALGUNOS EXTRACTOS DEL MENSAJE 
DE NUESTRA SEÑORA EN LA SALETTE

(FRANCIA, Septiembre de 1846)



LOS MALOS SACERDOTES

               Los sacerdotes, ministros de Mi Hijo, por su mala vida, su irreverencia e impiedad en la celebración de los Santos Misterios, por el amor al dinero, a las honras y a los placeres, se transformarán en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes atraen la venganza, y la venganza se cierne sobre sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios que, por su infidelidad y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y claman por venganza y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no se encuentra más una persona que implore misericordia y perdón para el pueblo, no hay más almas generosas, no hay nadie más digno de ofrecer la Víctima Inmaculada al Padre Eterno a favor del mundo.

PÉRDIDA DE LA FE POR PARTE DE LOS CONSAGRADOS

                En el año 1864, Lucifer y un gran número de demonios serán liberados del infierno; ellos abolirán la Fe poco a poco, hasta en las personas consagradas a Dios; ellos las cegarán de tal modo que, salvo una gracia particular, adquirirán el espíritu de esos malos ángeles; muchas casas religiosas perderán completamente la Fe y perderán muchas almas.

                Los malos libros abundarán sobre la Tierra y los espíritus de las tinieblas difundirán por todas partes un relajamiento universal en todo lo que se refiere al servicio de Dios; ellos tendrán un enorme poder sobre la naturaleza; habrá iglesias para rendir culto a esos espíritus.




INFLUENCIA DE LOS DEMONIOS Y FALSOS PRODIGIOS

               Habrá personas que serán transportadas de un lugar a otro por esos malos espíritus, inclusive sacerdotes, porque no se habrán conducido por el buen espíritu del Evangelio, que es un espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios. Se hará resucitar muertos y justos (es decir, dichos muertos tomarán la figura de almas justas que vivieron en la Tierra, para seducir más a los hombres; esos supuestos muertos resucitados, que no serán sino el demonio encarnado en esas figuras, predicarán otro evangelio contrario al del verdadero Jesucristo, negando la existencia del Cielo); o incluso almas de condenados. 

               Todas esas almas aparecerán como unidas a sus cuerpos. En todos los lugares habrá prodigios extraordinarios, porque la verdadera Fe se apagó y una falsa luz ilumina al mundo. ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que entonces estarán ocupados únicamente en acumular riquezas, salvaguardar su autoridad y dominar con orgullo!

               Olvidada la Santa Fe en Dios, cada individuo deseará guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Serán abolidos los poderes civiles y eclesiásticos; todo orden y toda justicia serán pisados a los pies; no se verá otra cosa sino homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia.

ROMA PERDERÁ LA FE, LA IGLESIA ECLIPSADA

               Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, pedirá Mi ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de Su Justicia y de Su gran Misericordia con relación a los justos, ordenará a Sus Ángeles que provoquen la muerte de todos Sus enemigos. De repente, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán y la Tierra se transformará por así decir en un desierto.

              Antes de que esto ocurra, habrá una especie de falsa paz en el mundo; la gente no pensará más que en diversiones; los malvados se entregarán a toda suerte de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la Fe, Mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. ¡Dichosas las almas humildes conducidas por el Espíritu Santo! Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la Edad.

               Las estaciones serán cambiadas, la tierra no producirá mas que malos frutos, los astros perderán sus movimientos regulares, la luna no reflejará mas que una débil luz roja; el agua y el fuego darán al globo terráqueo movimientos convulsivos y horribles terremotos que harán engullir montañas, valles, etc… Roma perderá la Fe y se convertirá en la Sede del Anticristo.

              La Iglesia será eclipsada, el mundo estará consternado. Pero ahí estarán Enoc y Elías llenos del Espíritu Santo; ellos predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; ellos harán grandes progresos por la virtud del Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del Anticristo.

                ¡Desdichados los habitantes de la Tierra! Habrá guerras sangrientas y hambrunas, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso de animales; truenos que sacudirán las ciudades; terremotos que sepultarán países; se escucharán voces en los aires; los hombres golpearán sus cabezas contra las murallas; invocarán la muerte y ésta, por su parte, será su tormento; la sangre correrá por todas partes.

TRIUNFO DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA

                Entonces se establecerá la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad florecerá por todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia, la cual será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la Fe, porque habrá unidad entre los operarios de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios.



             

1 comentario:

  1. Extraordinarias profecías de Notre Dame de la Salette, todo se está cumpliendo al pié de la letra:

    La herejía ha llegado hasta las más altas esferas de la Jerarquía, por esa razón es imposible que se restablezca la verdadera Fe en la Santa Iglesia Católica. Solo una intervención de Dios, a través de su Arcángel San Miguel, guardián de la ortodoxia puede parar este "tsunami" de herejías y de blasfemas; detener el avance imparable propiciado por Satanás y sus ministros tenebrosos.
    Dice la Stma Virgen: "Je suis forcée de laisser aller le bras de mon Fils":

    Estoy obligada de dejar actuar el brazo de mi Hijo.

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