sábado, 23 de noviembre de 2019

RELIGOSAS MÁRTIRES DE LA VISITACIÓN, Mártires por Dios y por España


               María Gabriela, Teresa María, Josefa María, María Engracia, María Ángela, María Inés y María Cecilia, siete vírgenes, todas ellas fieles religiosas de la Orden de la Visitación (Salesas); llevaban meses escondidas de la salvaje persecución religiosa que se vivía en Madrid y en toda España desde la proclamación de la II República. Eran horas de Getsemaní en las que las futuras Mártires esperaban la llegada de sus verdugos.

               El 18 de Noviembre de 1936 se consuma la amenaza de los milicianos anarquistas que, después de tres registros, se habían despedido el día anterior con un lacónico: “-¡Hasta mañana!”.




              Son aproximadamente las 7 de la tarde y la escena se desarrolla en el semisótano del número 4 de la calle González Longoria. La hermana María Inés, sigue en cama con fiebre, cuando se presenta el grupo de milicianos que, de malos modos, le mandan que se levante; las hermanas quieren recoger una manta para abrigarla, pero los milicianos les dicen: “No hace falta manta, porque la vamos a curar enseguida”. Las siete salieron a la calle.

               La enferma tambaleándose, a causa de la fiebre, se apoya en el brazo de una hermana. ¡Con qué dignidad salen!, estaban serenas. En la puerta se agrupa mucha gente. Y ellas con gran valentía hacen la señal de la cruz. Inmediatamente se oyen gritos, insultos y amenazas y alguien dice: “-Aquí mismo tienen que fusilarlas, porque con sus actos nos desafían”.

               Las suben en los coches y se las llevan. El trayecto es breve: de pronto, un frenazo en seco les indica el lugar designado para su ejecución. Se encuentran en la confluencia de la calle López de Hoyos con Velázquez, les hacen bajar y una ráfaga de proyectiles derriba sus cuerpos que quedan cruelmente destrozados. La hermana María Cecilia, la más joven del grupo, al escuchar el primer tiro, siente cómo la hermana de la que va cogida cae al suelo… presa de terror, echa a correr y desaparece en la noche madrileña…

               Las seis Salesas acaban de recibir la gloriosa corona del Martirio. Todas, hasta el final. En unos días tendrá lugar el martirio de la última salesa del grupo: la Hermana María Cecilia Cendoya.



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