miércoles, 30 de noviembre de 2011
PROTECCIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE SANTA TERESA
Nos cuenta Ana de Jesús, compañera de Santa Teresa, en los procesos de beatificación, cómo se le apareció San José cuando iban de camino a Beas de Segura, para fundar en aquella villa un nuevo convento: “Perdidos en los riscos de Guadalinfierno, y abocados a unos precipicios horrorosos de corte vertical de unos trescientos metros de profundidad, la Santa recomienda a las ocho monjas que pidan a Dios, a nuestro Padre San José que nos encaminen, porque íbamos perdidos, y en esto oyen una voz que sale desde la abismal hondanada que les dice: “Tenéos, tenéos, que vais perdidos y os despeñaréis si pasáis por ahí”.
Con las indicaciones del misterioso personaje, surgido de improviso, se encuentran en camino franco; algunos quieren ir a buscar al hombre para agradecerle el haberles salvado la vida. Mientras ellos buscan al hombre, la Santa dice a sus monjas con mucha devoción y lágrimas: “No sé para qué le dejamos ir, que era mi Padre San José y no le han de hallar”. Realmente San José iba al lado de la Santa para protegerla.
(Vida de Santa Teresa, 6 )
Así sería, porque la santa tenía toda la protección del Padre.
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