sábado, 8 de septiembre de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL PINO, PATRONA DE CANARIAS



Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, Gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de Ella
es por quien la gracia tienen.

Dignan, Señora de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.

Y  nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también 
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.

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"Nuestros padres nos han dicho que dirigidos por un resplandor maravilloso la encontraron en la eminencia de un Pino, rodeada de tres hermosos dragos, de cuyas ramas se formaba una especie de nicho; que una lápida muy tersa le servía de peana y que del tronco de aquel árbol nacía una fuente perenne de aguas medicinales" . 
Fernando Hernández Zumbado, Novena a Nuestra Señora (1782)


      Sin embargo, la extraña lápida que sirvió de pedestal a la virgen, con huellas podomorfas grabadas en la piedra, sólo fue vista por los pocos que subieron al alto pino, ya que la misma desapareció al caer el árbol. Señala la tradición que la aparición tuvo lugar el 8 de septiembre de 1481, siendo venerada la imagen desde entonces, además de por unos pastores, por el propio Fray Juan de Frías, obispo de la entonces diócesis Rubicense. De acuerdo con el relato tradicional, todo esto ocurría cuando se estaba culminando la conquista de Gran Canaria, que tuvo lugar entre 1478 y 1483.

      Por Decreto del Papa San Pío X el 16 de abril de 1914, se designa Patrona principal de la Diócesis de Canarias a la Santísima Virgen del Pino.

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FIDELÍSIMO HIJO Y APÓSTOL DE NUESTRA SEÑORA


La Basílica de Nuestra Señora del Pino, en la que me enorgullezco de haber sido bautizado, fue regida por Mons. D. Antonio Socorro Lantigua desde 1927 hasta 1973.

Pastor celoso que sólo buscó que todos los canarios conociesen y amasen a Su Madre y Señora la Virgen del Pino. Su ahínco fue recompensado con la dignidad de Prelado Doméstico de Su Santidad. 

Sus restos descansan a los pies de Aquella Señora que fue su faro y guía.

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