SEMANA DEL BUEN CRISTIANO, DÍA JUEVES:
Adora a Jesús Sacramentado, oculto en la Sagrada Hostia.
Ruega por la santidad de los sacerdotes.
Grande es este misterio, y grande es la dignidad de los sacerdotes, a los cuales es dado lo que no es concedido a los Ángeles. Pues sólo los sacerdotes ordenados en la Iglesia tienen poder de celebrar y consagrar el cuerpo de Jesucristo. El sacerdote es ministro de Dios, cuyas palabras usa por su mandamiento y ordenación; mas Dios es allí el principal autor y obrador invisible, a cuya voluntad todo está sujeto, y a cuyo mandamiento todo obedece.
¡Oh, cuán grande y honorífico es el oficio de los sacerdotes, a los cuales es concedido consagrar al Señor de la Majestad con las palabras sagradas, bendecirlo con sus labios, tenerlo en sus manos, recibirlo en su propia boca, y distribuirle a los demás!
La Imitación de Cristo, por Tomás de Kempis
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