San Antonio de Padua murió para este mundo el Viernes 13 de Junio del año 1231; el Martes siguiente, sus restos mortales fueron trasladados desde Arcella a la ciudad de Padua, donde reposan hasta hoy; durante el camino fueron muchos los prodigios que obraron las reliquias del Santo franciscano, de ahí que entre sus devotos comenzara la costumbre de encomendarse al Santo los Martes; inicialmente durante nueve consecutivos, pero con el tiempo se ampliaron hasta 13, para hacerlos coincidir en número con el día de San Antonio.
Se pueden rezar Los Trece Martes en cualquier época del año, tan solo se exige que se realicen con Piedad, en gracia de Dios y de forma consecutiva, para poder ganar las indulgencias que le están concedidas.
Fue el Papa León XIII quien el 1 de Marzo de 1898, concedió una Indulgencia Plenaria para cada uno de Los Trece Martes consecutivos; las almas devotas que realicen esta práctica deben acercarse además a los Sacramentos de la Comunión y la Confesión en el trascurso de esta súplica a San Antonio.
PRÁCTICA DE LOS 13 MARTES
a San Antonio de Padua
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Postrado a tus pies, amantísimo protector mío San Antonio, te ofrezco el piadoso ejercicio que voy a practicar para que me alcances del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final además de la gracia especial que solicito con esta devoción. Más si ésta no me conviniese, obtenme conformidad con la Voluntad de Dios. Amén.
MARTES 1º: LA CARIDAD
¡Oh, llama de amor hacia Dios y el prójimo, San Antonio! Compadécete de mi frialdad en el servicio de Dios y de mis hermanos, y alcánzame la virtud de la Caridad, con la cual pueda lograr todos los bienes temporales y eternos.
A continuación rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria. Luego, terminamos recitando el Responsorio de San Antonio "Si buscas milagros, etc"
Los siguientes Martes se harán de la misma manera, tan solo se exige que sean trece Martes consecutivos.
MARTES 2º: GOZO ESPIRITUAL
¡Oh, fidelísimo observador de los divinos preceptos y de la Regla Seráfica, San Antonio! Otórgame el gozo espiritual en el cumplimiento de mis deberes y seré feliz en este mundo y en el otro.
MARTES 3º: LA PAZ
¡Oh, pacificador de pueblos y ciudades, San Antonio! Consigue para mí y para los míos la paz, que vino a traer Jesús a la tierra, y que me otorgue en esta y en la otra vida los derechos de Hijo de Dios.
MARTES 4º: LA PACIENCIA
¡Oh, sacrificado siervo del Altísimo, San Antonio! Consígueme por tus ruegos la paciencia que necesito para llevar la Cruz de mis obligaciones, la cual me abra las puertas del Cielo.
MARTES 5º: LA LONGANIMIDAD
¡Oh, generoso abogado de los pobres, San Antonio! Haz que yo me enamore de la longanimidad para merecer de Dios mayores gracias y mercedes y obtener la Eterna Felicidad.
MARTES 6º: LA BONDAD
¡Oh, dadivoso Bienhechor, San Antonio! Dígnate extender la dulce Virtud de la Bondad hacia mí, para que no me contente con la justicia aparente, sino que sea bueno de verdad ante Dios y los hombres, según Él desea.
MARTES 7º: LA BENIGNIDAD
¡Oh, soberano y suavísimo San Antonio! Alcánzame una santa Benignidad para con mis prójimos, a fin de que no quiera otras armas contra mis enemigos más que orar por ellos y hacerles el bien.
MARTES 8º: LA MANSEDUMBRE
¡Oh, humilde y afabilísimo San Antonio! Obtén para mí por tus méritos aquella mansedumbre que aún a los malos cautiva, y que logre con ella salvarme acompañado de muchos.
MARTES 9º: LA FE
¡Oh, defensor de la Iglesia y martillo de los herejes, San Antonio! Fortifica en mí más y más la Fe, para que goce de sus beneficios incomparables en el tiempo y en la Eternidad.
MARTES 10º: LA MODESTIA
¡Oh, modelo perfectísimo de honestidad, San Antonio! Alcánzame la Modestia, circunspección y recato en obras y palabras, para que pueda y sepa oponerme a las pompas y vanidades a las que renuncié en mi Bautismo.
MARTES 11º: LA CONTINENCIA
¡Oh virginal amador de Jesús, San Antonio! Suplica para mí la gracia de la Continencia en todos las cosas exteriores referentes a los placeres, honras y riquezas, para que prepare a Cristo digna morada en mi corazón.
MARTES 12: LA CASTIDAD
¡Oh, lirio de pureza, San Antonio! Ten compasión de mí, para que, a pesar de las dificultades que me rodean, guarde la Castidad según mi estado y logre ver a Dios en el Cielo.
MARTES 13. LA PERSEVERANCIA EN LA VIRTUD
¡Oh, árbol frondoso de virtudes, San Antonio! Anima en mí los Frutos del Espíritu Santo que en estas trece semanas te he pedido, a fin de que agraden a Dios Nuestro Señor mis obras, y por ellas y su gracia me dé la Gloria.
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