jueves, 31 de octubre de 2024

EL COLAPSO INMINENTE DE LA SOCIEDAD



               "... inmediatamente dirigimos una mirada de inexpresable afecto al rebaño que estaba confiado a Nuestro cuidado: un rebaño verdaderamente inmenso, porque abarca, a unos en un aspecto, a otros en otro, a todos los hombres. De hecho, todos ellos, cuantos son, fueron liberados de la esclavitud del pecado por Jesucristo, quien ofreció el precio de Su Sangre por ellos; ni hay nadie que quede excluido de las ventajas de esta Redención. Así, el Divino Pastor bien puede decir que, mientras una parte del género humano es ya acogida con audacia en el Redil de la Iglesia, él empujará suavemente a la otra parte:  "Et alias oves habeo, quae non sunt ex hoc ovili: et illas oportet me adducere, et vocem meam audient" (Tengo otras ovejas que no son de este redil; debo guiarlas, y ellas escucharán Mi voz..." Evangelio de San Juan, cap. 10, vers. 16)

               El terrible fantasma de la guerra domina por todas partes, y casi no hay otro pensamiento que ocupe ahora las mentes... No hay límite para las ruinas, no hay límite para las masacres: cada día la tierra se llena de sangre nueva y se cubre de muertos y heridos. ¿Y quién diría que estos pueblos, armados unos contra otros, descienden del mismo progenitor, que son todos de la misma naturaleza y todos parte de la misma sociedad humana? ¿Quién los consideraría hermanos, hijos de un Padre que está en los Cielos? Y mientras tanto, mientras de un lado y del otro luchamos con ejércitos interminables, naciones, familias, individuos gimen de dolor y miseria...

               Pero no es sólo la sangrienta guerra actual la que ha devastado a las naciones y amargado y atormentado nuestro espíritu. Hay otra guerra furiosa que roe las entrañas de la sociedad actual: una guerra que asusta a toda persona de sentido común, porque si bien ha acumulado y acumulará en el futuro tantas ruinas sobre las naciones, también debe considerarse ella misma el verdadero origen de la triste lucha actual. De hecho, desde que dejamos de observar las normas y prácticas de la Sabiduría Cristiana en el sistema estatal, que era el único que garantizaba la estabilidad y la tranquilidad de las instituciones, los Estados necesariamente comenzaron a tambalearse en sus cimientos, y esto siguió a un cambio tal en ideas y costumbres que, si Dios no provee pronto, el colapso de la sociedad humana ya parece inminente. Los desórdenes que vemos son estos: la falta de amor mutuo entre los hombres, el desprecio de la autoridad, la injusticia de las relaciones entre las distintas clases sociales, los bienes materiales convertidos en el único objetivo de la actividad del hombre, como si no hubiera otros, y mucho mejor, bienes a lograr. Estos son, en Nuestra opinión, los cuatro factores de la lucha que tan gravemente está trastornando el mundo.

               Los odios raciales llegan al paroxismo; más que por fronteras, la gente está dividida por resentimientos; dentro de una misma nación y dentro de los muros de una misma ciudad, las clases de ciudadanos arden de odio mutuo, y entre los individuos todo está regulado por el egoísmo, que se ha convertido en la ley suprema.

              Respecto a aquellas cosas sobre las cuales - ya que la Sede Apostólica no se ha pronunciado - es posible, sin perjuicio de la Fe y de la Disciplina, argumentar a favor o en contra, es ciertamente lícito a cada uno expresar su opinión y apoyarla. Pero en tales discusiones se debe evitar el exceso de palabras, ya que esto podría resultar en graves ofensas a la caridad; cada uno debe defender libremente su opinión, pero debe hacerlo con gracia, y no debe creer que puede acusar a otros de fe sospechosa o de falta de disciplina por la sencilla razón de que piensan diferente a ellos mismos.

               Queremos también que los Católicos se abstengan de usar aquellos apelativos que recientemente se han introducido para distinguir unos Católicos de otros, y que los eviten, no sólo como innovaciones profanas de palabras, que no están conformes con la Verdad ni con la equidad, sino también porque de ahí se sigue grande perturbación y confusión entre los mismos. La Fe Católica es de tal índole y naturaleza, que nada se le puede añadir ni quitar: o se profesa por entero o se rechaza por entero: «Esta es la Fe Católica; y quien no la creyere firme y fielmente no podrá salvarse». No hay, pues, necesidad de añadir calificativos para significar la profesión católica; bástale a cada uno esta profesión: «Cristiano es mi nombre, Católico, mi apellido»; procure tan sólo ser en efecto aquello que dice".


Extractos de la Encíclica "Ad Beatíssimi Apostolórum", 
del Papa Benedicto XV, 1 de Noviembre de 1914



miércoles, 30 de octubre de 2024

CONSUELO DE CADA HORA AL JESÚS DE MI SAGRARIO. Meditaciones de Manuel González, el Obispo del Sagrario Abandonado




               El abandono a Jesús Sacramentado atravesó el corazón y el alma misma de un joven Sacerdote llamado Manuel González; por eso, en su parroquia de San Pedro, en la provincia andaluza de Huelva, invitó a un grupo de mujeres, delante de su Sagrario, a unirse de ese anhelo por hacer compañía a Jesús escondido los Tabernáculos. Así nacía la Obra de las Marías y de los Discípulos de San Juan para los Sagrarios-Calvarios, el 4 de Marzo de 1910. En 1912, Don Manuel fundaría a los "Juanitos", rama infantil de adoradores de Jesús abandonado.

               Puso el nombre de "Marías" a las señoras adoradoras, y "Juanes" a los hombres. La piadosa Obra no tardó en extenderse por toda España, dando lugar a numerosos turnos de vela ante el Sagrario. Tal fue el éxito del apostolado en favor de los Sagrarios Abandonados que consiguió Don Manuel algo hasta entonces inaudito: el Papa San Pío X, que había aprobado la Obra de las Marías de los Sagrarios en Noviembre de 1912, concedió la gracia de permitir que un Sacerdote celebrase la Santa Misa en la habitación de una "María" o un "Juan" cuando se encontrasen enfermos de gravedad. Gracias a la disposición papal, Nuestro Señor Sacramentado visitaba en el lecho del dolor a cuantos antes le habían hecho compañía en la iglesia.




martes, 29 de octubre de 2024

LA FAZ DE JESÚS Y MAGDALENA


Oh, Faz adorable, cuya modestia 
y dulzura atrajo a justos y pecadores, 
ten piedad de nosotros


               Había una mujer de gran renombre en la ciudad, y esta mujer era una pecadora. El poder de una mirada de Jesús, la generosidad del amor de Magdalena, estos son los dos misterios que presenta este pasaje del Evangelio, tan consolador para el alma cristiana. 

               Delante de Ti, ¿quién puede llamarse a sí mismo justo, Oh mi Dios? Tus ojos divinos, que iluminan los esplendores del Cielo, aún en los Ángeles descubren manchas, esos espíritus que son tan puros.

               ¿Cómo me atreveré a comparecer ante Ti? La consideración de Tu misericordia hacia María Magdalena serán mi esperanza y mi consuelo.  

               Cierta tarde, de acuerdo con una piadosa tradición, María Magdalena estaba sentada a la puerta de su lugar de habitación, inhalando el balsámico aire de la primavera, cuando un grupo de viajeros pasaron frente a ella. Uno de ellos, quien parecía ser un profeta, estaba explicando la Ley, y cuando se acercó donde estaba Magdalena, ella escuchó estas palabras: "Os digo que aún habrá gozo en el Cielo por un pecador que haga penitencia". Y al mismo tiempo, alzando su cabeza, arrojó, con sus ojos, una mirada a Magdalena, y la mirada de la Faz Divina se encontró con la mirada de la pecadora. 

               Unos días después, Jesús fue invitado a una fiesta en la casa de un fariseo, cuando apareció una mujer, llevando una jarra de alabastro lleno de un delicioso perfume. Derramándolos sobre los pies del Salvador, los enjugó con sus lágrimas, y luego se los secó reverentemente con su cabello. 

               "Muchos pecados le son perdonados", le dijo inmediatamente el Salvador, "porque ha amado mucho". Tal fue la recompensa de la pecadora. 

               La primera mirada que la Faz Divina lanzó sobre ella fue un destello de gracia; la segunda mirada hizo que Magdalena cayera a los pies de Jesús, para levantarla de nuevo, purificada, curada y renovada. 

               Oh incomparable Faz de Jesús, mira también sobre mi pobre alma, y conviérteme como a la Magdalena. 

               Luego de encontrarse con Jesús, María Magdalena regresó a su casa paterna, la cual había olvidado hace mucho tiempo. Pasaron varios meses en medio de los gozos que acompañaron su regreso, de los placeres por los deberes cumplidos, y de la unión fraterna.  

               Sucedió un día, que el divino Maestro, se apareció en el umbral del lugar de habitación de Lázaro y sus hermanas. Fatigado por sus trabajos apostólicos. Vino a Betania, a pedir reposo en medio de sus amigos. Magdalena fue la primera en comprender la felicidad de poseer al Salvador. De rodillas a sus pies, escucha, contempla, adora, y pronto merece escuchar estas palabras consoladoras que caen de los labios del Mesías: "María, ha escogido la mejor parte, y no le será quitada". Las recibe, las pone en su corazón, y de ahí en adelante se agarra a Jesús, para nunca de nuevo separarse de Él. Por dondequiera busca una mirada de su Faz Divina, y en el día de la prueba, se precipita sobre Él exclamando "Señor si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto".

               En el Calvario, la pecadora, permanece al lado de la Virgen de los Dolores; embalsama el cuerpo de su Maestro, se sujeta a su sepulcro, y es una de los primeros que merece la gracia particular, de recibir la primera mirada de la Santa Faz resucitada. 

               Alma mía, mira tu modelo: una pecadora como Magdalena, una mirada de la Faz de Jesús cae sobre ti, para tocarte y convertirte. Busca siempre esta Divina Mirada, y si no se te permite disfrutar durante largo tiempo de los deleites de la contemplación, ve y anuncia al mundo, como Magdalena, la felicidad de haber encontrado de nuevo a Jesús y las maravillas de su Amor.


Jaculatoria para repetir a lo largo de hoy...

"Faciem Tuam Domine requiram".  
Buscaré Señor Tu Faz
(Salmo 31)


Tomado del libro "Un mois en l'honneur de la Sainte Face",
por el Sacerdote Jean-Baptiste Fourault, 
editado por vez primera en 1903



domingo, 27 de octubre de 2024

FESTIVIDAD DE CRISTO REY

 
“¡Oh, Cristianos! Tiempo es de defender 
a vuestro Rey y de acompañarle 
en tan grande soledad, que son muy 
pocos los vasallos que le han quedado 
y mucha la multitud que acompaña 
a Lucifer; y lo que es peor, es que 
se muestran amigos en lo público 
y véndenle en lo secreto; 
casi no halla de quien se fiar”

Santa Teresa de Jesús




               Fue durante el Jubileo del Año Santo de 1925, que el Papa Pío XI instituyó esta Fiesta para toda la Iglesia Universal. El título y poder de Rey pertenecen en derecho propio a Nuestro Señor Jesucristo, como Dios y como hombre; es también Rey por derecho de conquista en cuanto es el libertador de toda la humanidad redimida con Su Sangre según se canta en el Introito de la Misa de hoy; más como explica el Evangelio, Su Reino no es de este mundo, sino de las almas en las cuales Él estableció el Reino de Dios.

               Además, Jesucristo, como Dios, tiene soberanía sobre todas las cosas, que fueron precisamente creadas por el Verbo Eterno, la tiene sobre los Estados que han de regirse por las Leyes del que es Rey de reyes.

               La Fiesta de su Realeza se celebra el Domingo último de Octubre, antes de la Fiesta de los Cortesanos de Su Gloria, que son todos los Santos.

             "Y así, mientras los hombres y las naciones, alejados de Dios, corren a la ruina y a la muerte por entre incendios de odios y luchas fratricidas, la Iglesia de Dios, sin dejar nunca de ofrecer a los hombres el sustento espiritual, engendra y forma nuevas generaciones de Santos para Cristo, el cual no cesa de levantar hasta la eterna bienaventuranza del reino celestial a cuantos le obedecieron y sirvieron fidelísimamente en el reino de la tierra...  

               ...es evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey; pues sólo en cuanto hombre se dice de Él que recibió del Padre la Potestad, el Honor y el Reino; porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con él lo que es propio de la divinidad y, por tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas... 

               Además, para condenar y reparar de alguna manera esta pública Apostasía, producida, con tanto daño de la sociedad, por el laicismo, ¿no parece que debe ayudar grandemente la celebración anual de la Fiesta de Cristo Rey entre todas las gentes?.

               En verdad: cuanto más se oprime con indigno silencio el Nombre suavísimo de Nuestro Redentor, en las reuniones internacionales y en los Parlamentos, tanto más alto hay que gritarlo y con mayor publicidad hay que afirmar los Derechos de Su Real Dignidad y Potestad."


Extractos de la Encíclica "Quas primas" del Papa Pío XI


Consagración del Género Humano 
al Sacratísimo Corazón de Jesús





"...que en ese día se renueve todos los años 
la Consagración de todo el género humano 
al Sacratísimo Corazón de Jesús, 
con la misma fórmula que nuestro predecesor, 
de santa memoria, Pío X, mandó recitar anualmente" 



Papa Pío XI, Diciembre de 1925




sábado, 26 de octubre de 2024

SOBRE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, en el 170 Aniversario del Dogma

 


               Ella, que aplasta al Dragón por Su Inmaculada Concepción y Su Maternidad virginal; Ella, que es glorificada hasta en Su cuerpo y que reina en los Cielos junto a Su Hijo; Ella domina como Soberana todos los tiempos de nuestra Historia, y, particularmente, el tiempo más temible para las almas: el tiempo de la venida del Anticristo, o aquel de la preparación de esta venida por sus diabólicos precursores. 

               María se manifiesta, no sólo como la Virgen poderosa y consoladora en las horas de angustia para la vida terrenal y corporal, sino especialmente en lo que la representa como la Virgen que socorre, fuerte como un ejército en orden de batalla, en los tiempos de devastación de la Santa Iglesia y de agonía espiritual de Sus hijos. Ella es Reina para toda la Historia del género humano, no sólo para los tiempos de angustia, sino también para los Tiempos del Apocalipsis. 


Fray Roger-Thomas Calmel O.P. 




jueves, 24 de octubre de 2024

DEBÍA RRODILLARME Y ABRIR ALLÍ MI CORAZÓN. Meditaciones de Santa Catalina Labouré, vidente de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa




               En la autobiografía que por obediencia escribió Santa Catalina Labouré, reflejó algunas experiencias sobrenaturales con las que el Cielo la bendijo, a destacar la de la Aparición de Nuestra Señora con la conocida como "Medalla Milagrosa", pero todo envuelto en un profundo amor a Jesús Sacramentado: "...después fui favorecida con otra gran gracia, la de ver a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, que lo vi todo el tiempo de mi seminario, exceptuadas las veces en que dudaba (es decir, cuando me resistía); entonces, la vez siguiente ya no veía nada, porque quería profundizar y dudaba de este misterio y creía equivocarme. El día de la Santísima Trinidad, Nuestro Señor se me apareció como un Rey, con la Cruz sobre su pecho, en el Santísimo Sacramento, fue durante la santa Misa en el momento del Evangelio, y me pareció que la Cruz se caía a los pies de Nuestro Señor, y me pareció que Nuestro Señor era despojado de todos sus ornamentos, todos caídos por tierra. Ahí fue cuando tuve los pensamientos más negros y más tristes, ahí fue cuando pensé que el rey de la tierra se vería perdido y despojado de sus vestiduras reales, todos los pensamientos que tuve no sabría explicarlos…

               Santa Catalina Labouré cuenta como el 18 de Julio de 1830, a las 11:30 de la noche, se despertó, porque alguien la llamaba. Descorrió las cortinas de su cama y vio a un niño, que le dijo: "Ven a la capilla, la Santísima Virgen te espera. No tengas miedo. Todas duermen profundamente". 

              Sor Catalina se viste rápidamente y sigue al niño que la conduce a la capilla. Después de una breve espera, el niño le anuncia: "La Santísima Virgen". Y aparece una Señora hermosa que, después de haberse postrado ante el Sagrario, va a sentarse en el sillón. Catalina, entonces, de un salto se pone de rodillas a su lado con las manos apoyadas en su regazo. Y ella misma escribe: "Fue el momento más dulce de mi vida. Me es imposible expresar lo que entonces experimenté… Ella me explicó cómo debía comportarme en las pruebas de la vida. Luego con la mano me indicó el Sagrario y me dijo que debía arrodillarme y abrir allí mi corazón, que en ese lugar encontraría todo el consuelo que necesitaba…"





miércoles, 23 de octubre de 2024

"ME OFRECÍ A JESÚS Y A MARÍA PARA PREDICAR", San Antonio María Claret

 

Breve reseña biográfica de 
San Antonio María Claret
Misionero, Fundador, Arzobispo de Cuba, 
Místico y Co-patrono de Canarias




INFANCIA Y VOCACIÓN

               Antonio Claret Clará, quinto hijo de cristiana familia de 11 hermanos, nació en Sallent el 23 de Diciembre de 1807 en vísperas del alzamiento popular contra Napoleón con el que empezó la Guerra de la Independencia. Su juventud estuvo marcada por la persecución religiosa impuesta por los gobiernos liberales tras la sublevación de Riego en 1820 y durante el trienio liberal.

               A sus 14 años en 1821 vio angustiado como el general Rotten detenía a su Obispo de Vic Mons. Ramón Strauch, gran opositor de la obra revolucionaria de las Cortes de Cádiz, y lo llevaba preso a la Ciudadela de Barcelona. Y supo cómo a la entrada en Cataluña de los Cien Mil Hijos de San Luis, Rotten en su retirada lo sacó de la prisión el 15 de Abril de 1823 y al llegar a Vallirana, con excusa de un falso ataque de los realistas, lo hizo fusilar.

               El 4 de Agosto de 1822 habían sido martirizados los mercedarios del Portell de Cervera y los Padres Luis y Miguel Pujol de Escornalbou, y el 16 de Septiembre asesinados trece eclesiásticos cerca de Manresa. En octubre fueron deportados los Franciscanos de Barcelona, y el Padre Codorniu de Riudoms era sacrificado y lanzado al río en Mora de Ebro. En este ambiente de persecución creció Antonio Claret.

              Su padre, fabricante de hilados y tejidos, le puso pronto a trabajar en la fábrica, y en 1825, al cumplir los 17 años, lo envió a aprender las novedades del oficio a un buen taller de Barcelona donde se ganaba la vida con su trabajo, que compaginaba con el estudió del dibujo y la gramática. Eran tiempos de la popular guerra de los realistas malcontentos contra los constitucionalistas del gobierno liberal de Fernando VII. Claret escribe: "el mayordomo de la fábrica me tomó afecto… era buen cristiano y realista por principios y por convicción, y muy bien me vinieron algunas lecciones de este Señor por haberme yo criado en una población como Sallent, que en aquel tiempo hasta el aire que se respiraba era constitucional."

               El 29 de Septiembre de 1833 moría el Rey Fernando VII y comenzaba la Primera Guerra Carlista. En la noche del 17 de Julio de 1834, con el bulo de que los frailes envenenaban las aguas, se perpetró en Madrid la matanza de frailes en que las turbas pasaron a cuchillo a ochenta religiosos de los conventos de San Isidro, San Francisco y Santo Tomás. El gobierno liberal les dejó hacer, y los asesinos le agradecieron su pasividad con la copla: “¡Muera Don Carlos, Viva Isabel!, ¡Muera Cristo, Viva Luzbel!”.

               Las matanzas de frailes de Madrid tuvieron su réplica en Reus y Barcelona, donde El Catalán, periódico liberal de Pascual Madoz, invitaba a las turbas al asesinato con este pareado: “a todo fraile mostén, cortémosle el cuello a cercén”. El 25 de Julio, día de los incendios de Barcelona, se publicaba un decreto ordenando clausurar todos los conventos que no contasen con doce profesos. Se suprimieron 900 conventos en toda España, medida que el Jefe de Gobierno Conde de Toreno justificaba diciendo que los frailes: “que comúnmente nacen de la plebe, forman una demagogia indigna”.

SACERDOTE Y MISIONERO EN CATALUÑA Y CANARIAS

               El 13 de Junio de 1835 Antonio Claret era ordenado Sacerdote de Cristo en Solsona y luego investido Misionero Apostólico, predicando durante siete años por toda Cataluña. Muy querido por unos y muy aborrecido por otros, escribe que aspiraba a ser asesinado por odio a la fe: “En la provincia de Tarragona me querían muchísimo, pero había unos cuantos que querían asesinarme. El Sr. Arzobispo lo sabía, y un día le dije: E. S., yo por eso no me arredro ni me detengo. Mándeme V. E. a cualquier punto de su diócesis, que gustoso iré, y, aunque sepa que en el camino hay dos filas de asesinos con el puñal en la mano esperándome. Mi ganancia sería morir asesinado en odio a Jesucristo. Todas mis aspiraciones han sido siempre morir en un hospital como pobre, en un cadalso como mártir, o asesinado por los enemigos de la Religión sacrosanta que dichosamente profesamos y predicamos, y quisiera yo sellar con mi sangre las virtudes y verdades que he predicado y enseñado.”      

               En 1843 escribe el devocionario Camino Recto, la primera de sus publicaciones y el libro religioso más leído en España en el siglo XIX. El 14 de Marzo de 1848 llegaba al Puerto de la Luz, en la isla de Gran Canaria. Iría acompañando al nuevo Obispo, Buenaventura Codina, Misionero Paúl. Monseñor Codina había pedido a Mosén Claret que misionara la Diócesis de la que en breve tomaría posesión. El día 20 comenzó la misión en Las Palmas capital. Luego, en los municipios de Telde, Agüimes e Ingenio. En Julio, Arucas; en Agosto, Gáldar y Guía. En Septiembre, Moya y Firgas. La misión de Teror fue en Octubre y la de San Lorenzo en Noviembre. Desde Enero a Marzo de 1849, misionó Tirajana, Tejeda y Santa Brígida. Finalmente, en el mes de Abril estuvo en Lanzarote, dando misiones en Arrecife y Teguise.



San Antonio María Claret en sus Misiones en Gran Canaria; 
era tan popular que en muchas ocasiones fue necesario 
protegerle de la multitud creando un cerco con palos

               El 2 de Mayo de 1849 el Misionero regresó a la Península. Estas Misiones Populares dejaron tan fuerte huella en él perduró durante muchos años. El mismo Padre Claret dejaría escrito: "estos canarios me han robado el corazón... No ceso nunca de dar gracias a Dios por haberme enviado a estas islas..." 

FUNDADOR DE LOS MISIONEROS HIJOS DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

              El 16 de Julio de 1849, a las tres de la tarde en una celda del Seminario de Vic fundaba San Antonio María Claret la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Tenía 41 años. Eran los Cofundadores los PP. Esteban Sala, José Xifré, Manuel Vilaró, Domingo Fábregas y Jaime Clotet.

               "Hoy comienza una gran obra" -dijo el Padre Claret.

               "¿Cómo serán los Hijos del Inmaculado Corazón de María? Un hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas."

               Pero San Antonio María Claret, intervino en otras muchas fundaciones, como Director Espiritual de Santa Micaela del Santísimo Sacramento, Fundadora de las Adoratrices y Santa Joaquina de Vedruna, Fundadora de las Carmelitas de la Caridad. 

ARZOBISPO DE CUBA Y CENTRO DE LOS ODIOS LIBERALES

              En 1850 era preconizado Obispo de Santiago de Cuba, y añadía a su nombre de Antonio el de María. Al poco de llegar escribe: "Los enemigos de España no me podían ver, y decían que más daño les hacía el Arzobispo de Santiago que todo el ejército, y que mientras estuviera en la Isla no podrían adelantar en sus planes, y por esto intentaron quitarme la vida".

               Fue en la ciudad de Holguín el 1 de Febrero de 1856, y así lo cuenta el ya Obispo Claret: "Dirigí la marcha a la ciudad de Holguín. Hacía algunos días que me hallaba muy fervoroso y deseoso de morir por Jesucristo…tenía hambre y sed de padecer trabajos y derramar la sangre por Jesús y María; aun en el púlpito decía que deseaba sellar con la sangre de mis venas las verdades que predicaba.

               El 1 de Febrero, víspera de la Fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María, les prediqué de este adorable Misterio. El sermón duró hora y media. Al concluir la función salí de la Iglesia, y en la Calle Mayor se acercó un hombre como si me quisiera besar el anillo, pero al instante alargó el brazo armado con una navaja de afeitar y descargó el golpe con toda su fuerza. Pero como yo llevaba la cabeza inclinada y con el pañuelo que tenía en la mano derecha me tapaba la boca, en lugar de cortarme el pescuezo como intentaba, me rajó la cara, desde la frente a la oreja hasta la punta de la barba, y de escape me hirió el brazo derecho. 

               Por donde pasó la navaja partió toda la carne hasta rajar el hueso o las mandíbulas superior e inferior. Así es que la sangre salía igualmente por fuera como por dentro de la boca… dijeron los facultativos que la sangre que había salido por las heridas no bajaba de cuatro libras y media. 



En 1843 escribe el devocionario Camino Recto, la primera de sus 
publicaciones y el libro religioso más leído en España en el siglo XIX


              Inexplicable el gozo sentía al ver que había logrado lo que tanto deseaba, que era derramar la sangre por amor de Jesús y de María.

              Los facultativos trataban de hacer una operación dolorosa; quedamos para el día siguiente. Yo me encomendé a la Santísima Virgen María y me ofrecí y resigné a la voluntad de Dios, y al instante quedé curado; por manera que, cuando los facultativos al día siguiente vieron el prodigio, quedaron asombrados. 

               No puedo explicar el gozo y alegría que sentía mi alma al ver que había logrado lo que tanto deseaba, que era derramar la sangre por amor de Jesús y de María y poder sellar con la sangre de mis venas las Verdades Evangélicas. Y hacía subir de punto mi contento el pensar que esto era como una muestra de lo que con el tiempo lograría, que sería derramarla toda y consumar el sacrificio con la muerte. Me parecía que estas heridas eran como la Circuncisión de Jesús, y que después con el tiempo tendría la dichosa e incomparable (suerte) de morir en la Cruz de un patíbulo, de un puñal de asesino o de otra cosa así. 

              El asesino fue cogido en el acto y llevado a la cárcel. Se le formó causa y el juez dio la sentencia de muerte, no obstante que yo, en las declaraciones que me había tomado, dije que le perdonaba como Cristiano, como Sacerdote y como Arzobispo. Le supliqué el indulto al Capitán General de la Habana, Don José de la Concha, y le dije que le sacaran de la Isla para que la gente no le asesinara, como se temía, por haberme herido.

              Me ofrecí a pagarle el viaje para que le llevaran a su tierra, que era de la Isla de Tenerife. Se llamaba Antonio Pérez, conocido como el Isleño, a quien yo el año anterior había hecho sacar de la cárcel sin conocerle, y en el año siguiente me hizo el favor de herirme. Digo favor porque yo lo tengo a grande favor que me hizo el Cielo, de lo que estoy sumamente complacido, y estoy dando gracias a Dios y a María Santísima continuamente."

               Este atentado, obra de un sicario, pero fruto de una conspiración, será el catalizador de la espiritualidad martirial de San Antonio María Claret. Así lo confirmaría en Diciembre de 1869 en la Basílica de San Pedro durante el Concilio Vaticano I, aludiendo a las heridas recibidas en Holguín: "Llevo en mi cuerpo las señales de la pasión de Cristo, ¡ojalá pudiera, confesando la infalibilidad del Papa derramar toda mi sangre de una vez!."



Firma de San Antonio María Claret como Arzobispo de Cuba

                Escribe el Santo Claret que en Marzo de 1857 "llevaba unos días de misión en la Iglesia de San Francisco, cuando recibí una Real Orden para que pasara a Madrid, pues había muerto el Arzobispo de Toledo, confesor que era de S. M., y me había elegido a mí", y, llegado a Madrid, el 5 de Junio era nombrado Confesor de Su Majestad. 

               Al poco tiempo, San Antonio María Claret sería testigo de otro atentado frustrado, hecho prodigioso que él mismo dejó reflejado en su Autobiografía: "El asesino entró en la Iglesia de San José de Madrid, Calle de Alcalá, pero se convirtió por intercesión de San José, como el Señor me lo dio a conocer. El asesino me vino a hablar y me dijo que era uno de las logias secretas, y mantenido por ellas, y que le había caído en suerte el haberme de asesinar, y que, si no me asesinaba dentro de cuarenta días, él sería asesinado, como él mismo había asesinado a otros que no habían cumplido. El que me había de asesinar lloró, me abrazó, y se fue a esconder para que no le matasen a él por no haber cumplido su encargo."

LOS TRES REMEDIOS CONTRA LOS ENEMIGOS DE DIOS

               El Padre Claret fue calumniado, acusado de haber sido faccioso trabucaire en su juventud, y de haberse entrometido luego en política cortesana mediante su cargo de confesor regio.

               Frente a quienes le acusaban de prevalerse de su cargo, el Arzobispo Claret escribió en su Autobiografía: "Dios me ha mandado a este destino para que sea mi purgatorio, en que purgue y pague los pecados de mi vida pasada. En todos los años de mi vida no he padecido tanto como desde que estoy en la Corte. Siempre estoy suspirando por salir. Soy como un pájaro enjaulado, que va siguiendo las varitas para ver si puede escapar. Casi me habría alegrado de una revolución para que me hubiesen echado. Premonición que pronto vería cumplida.

               En materias de política, jamás me he querido meter ni antes que era mero sacerdote ni ahora tampoco… considero que actualmente la España es como una mesa de juego; los jugadores son los dos partidos…que, al fin y al cabo, no son más que jugadores que tratan de ganar el tanto y tener el orgullo de mandar a los demás o el lucro del sueldo más crecido; por manera que el móvil de la política y de los partidos no es más que la ambición, el orgullo y la codicia."

               En su Autobiografía emite este sobrenatural juicio sobre la política española: "El día 27 de Agosto de 1861, durante la Bendición del Santísimo Sacramento que di después de la Misa, el Señor me hizo conocer los tres grandes males que amenazan la España, y son: la descatolización, la república y el comunismo. Para atajar a estos tres males me dio a conocer que se habían de aplicar tres devociones: el Trisagio, el Santísimo Sacramento y el Rosario. El Trisagio, rezándolo cada día. El Santísimo Sacramento, oyendo la Misa, recibiéndole con frecuencia y devoción, sacramental y espiritualmente. El Rosario, rezando las tres partes cada día, o a lo menos una; meditando los Misterios"





EL MILAGRO EUCARÍSTICO

               En medio de ataques e incomprensiones el Señor no le dejó solo, al contrario, quiso premiar la fidelidad de San Antonio María Claret  concediéndole la gracia de preservar en su pecho a Jesús Sacramentado, como un Sagrario viviente; así lo relató el Santo: "El día 26 de Agosto de 1861, hallándome en oración en la iglesia del Rosario de La Granja, a las siete de la tarde, el Señor me concedió la gracia grande de la conservación de las especies sacramentales, y tener siempre día y noche el Santísimo Sacramento en mi pecho. Desde entonces debía estar con mucho más devoción y recogimiento interior. También tenía que orar y hacer frente a todos los males de España, como así me lo manifestaba el Señor en otras oraciones."

               Más adelante escribirá "El día 11 de Mayo de 1862, hallándome en la Capilla de Palacio de Aranjuez en la reserva del Santísimo Sacramento, me ofrecí a Jesús y a María para predicar, exhortar y a pasar trabajos y la muerte misma, y el Señor se dignó aceptarme." 

DESTIERRO Y EXILIO; PARTICIPA EN EL CONCILIO

               El 18 de Septiembre de 1868, la Revolución, ya en marcha, era incontenible. Aconteció el destronamiento de la Reina Isabel II. Con la derrota del Ejército isabelino en Alcolea caía Madrid, y la Revolución, como un reguero de pólvora, se extendió por toda España.

               El día 30, la Familia Real, con algunos leales y su confesor, salía para el destierro en Francia. Primero hacia Pau, luego París. El Obispo Claret tenía 60 años entonces. El 30 de Marzo de 1869, San Antonio María Claret se separaba definitivamente de la Reina y se iba a Roma, donde participaría en el Concilio Vaticano I.

               En Agosto de 1870 se refugió en el Monasterio Cisterciense de Fontfroide. En aquel cenobio, cerca de Narbona, fue acogido con gran alegría por sus moradores.

              "Me parece que ya he cumplido mi misión, en París y en Roma he predicado la Ley de Dios... En París como capital del mundo, en Roma capital del Catolicismo, lo he hecho de palabra y por escrito, he observado la santa pobreza..."

MUERTE Y CANONIZACIÓN

              El día 4 de Octubre tuvo un ataque de apoplejía. El día 8 recibió los últimos Sacramentos e hizo la Profesión Religiosa como Hijo del Corazón de María, a manos del Padre Xifré.

               Llegó el día 24 de Octubre por la mañana. Todos los religiosos se habían arrodillado alrededor de su lecho de muerte. Entre oraciones, San Antonio María Claret entregó su espíritu en manos del Creador. Eran las 8:45 de la mañana y tenía 62 años.

              Su cuerpo fue depositado en el cementerio monacal con una inscripción de Gregorio VII que rezaba: "Amé la justicia y odié la iniquidad, por eso muero en el destierro".

              El 7 de Mayo de 1950 el Papa Pío XII lo canonizó. Estas fueron sus palabras aquel memorable día: "San Antonio María Claret fue un alma grande, nacida como para ensamblar contrastes: pudo ser humilde de origen y glorioso a los ojos del mundo. Pequeño de cuerpo, pero de espíritu gigante. De apariencia modesta, pero capacísimo de imponer respeto incluso a los grandes de la tierra. Fuerte de carácter, pero con la suave dulzura de quien conoce el freno de la austeridad y de la penitencia. Siempre en la presencia de Dios, aún en medio de su prodigiosa actividad exterior. Calumniado y admirado, festejado y perseguido. Y, entre tantas maravillas, como una luz suave que todo lo ilumina, su devoción a la Madre de Dios".




domingo, 20 de octubre de 2024

MI VIDA TODA PARA EL ABANDONADO DEL SAGRARIO. Meditaciones de Manuel González, el Obispo del Sagrario Abandonado

 



               Manuel González García fue Arcipreste de Huelva, Obispo de Málaga y posteriormente de Palencia. Sevillano. Nació en 1877 en el seno de una familia humilde y profundamente religiosa. Fue ordenado Sacerdote de Cristo el 21 de Septiembre de 1901 por el Cardenal Marcelo Spínola.

               Fue enviado a predicar una misión a un pueblo llamado Palomares del Río. Esperaba una gran acogida, un pueblo fervoroso, grandes conversiones y muchas confesiones... sin embargo, encontró un pueblo frío, nadie salió a recibirlo, ni acudieron a su convocatoria. Encontró, una iglesia restaurada pero descuidada y, además, algo que le produjo una sacudida al corazón, algo que cambió su vida: a Jesús abandonado en Su Sagrario, sucio y olvidado.

               El 4 de Marzo de 1910 fundó la "Obra de las Marías de los Sagrarios", de mujeres seglares, centrada en el culto al Santísimo Sacramento en los Sagrarios. El título hace referencia a "Las Tres Marías", o las Santas mujeres que acompañaron a Jesús Nuestro Señor en el Calvario. En Abril de 1911 fundó los "Discípulos de San Juan", para hombres seglares, con el mismo propósito. El 2 de Octubre de 1912 fundó los "Juanitos del Sagrario", para los niños.

               Su amor a la Sagrada Eucaristía le llevó a desplegar una intensísima labor apostólica y social con niños, con los obreros y pescadores, con las mujeres y los ancianos… Fue catequista insigne, fecundo escritor, editor de la revista "El granito de arena", siempre con el objetivo de hacer acompañar a Jesús en el Sagrario. Murió en Madrid el 4 de Enero de 1940.



sábado, 19 de octubre de 2024

SOBRE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, en el 170 Aniversario del Dogma

 


               Antigua es la piedad de los Fieles Cristianos para con la Santísima Virgen María, que sienten en su alma, que en el primer instante de Su creación e infusión en el cuerpo, fue preservada inmune de la mancha del pecado original, por singular gracia y privilegio de Dios, en atención a los méritos de Su Hijo Jesucristo, Redentor del género humano, y que, en este sentido, veneran y celebran con solemne ceremonia la Fiesta de Su Concepción; y ya crecido su número, y después que Sixto IV, de feliz recordación, publicara sus Constituciones Apostólicas, renovadas y mandadas observar por el Concilio de Trento, en que recomienda este culto, éste aumentó. 

              Nuevamente fue incrementada y propagada esta devoción u culto a la Madre de Dios después de erigirse, con la aprobación de los Romanos Pontífices, monasterios de órdenes religiosas y confraternidades en honor de ese nombre y después de concederse indulgencias en el mismo sentido de tal suerte que, cuando la mayoría de las Universidades y las más célebres de entre ellas se plegaron a esa doctrina, casi todos los Católicos lo admitían.


De la Constitución Apostólica "Sollicitudo Omnium Ecclesiarum", 
de Su Santidad Alejandro VII, 8 de Diciembre de 1661



viernes, 18 de octubre de 2024

EL SANTO CRISTO DESAMPARADO DE LA MADRE RAFOLS

   

Estoy dispuesto a derramar grandes gracias, 
sobre Mi querida España, que tanto la ha 
de perseguir la Masonería; pero quiero que 
no sucumban Mis fieles Hijos; Yo les ayudaré 
en todas las luchas y Conmigo la victoria 
la tendrán segura... 



                El conocido como Santo Cristo Desamparado de la Madre María Rafols, fue profanado por tres malhechores que lo habían robado del Convento Dominico de Zaragoza, que pensaron que era de oro. Sin embargo, al comprobar que la imagen no era del preciado metal, en lugar de conformarse con dejarlo en cualquier parte, se ensañaron con él: lo hirieron en la cabeza con un clavo muy grueso, a pedradas rompieron la cruz; le arrancaron el brazo izquierdo al tiempo que le partían el derecho.

                Para rematar el sacrilegio, lo tiraron a una hoguera que providencialmente se apagó, por lo que los truhanes -sin temor de Dios alguno- optaron por tirarlo a un estanque de agua de un molino. Entonces, contra todo pronóstico y en contra de las leyes de la gravedad, la imagen del Santo Cristo Desamparado flotó en el agua. Pero el milagro aún no había concluido, pues desde la imagen santa escucharon "Aún viendo este milagro no creéis?" . En ese momento, uno de los tres profanadores, cayó rodillas en tierra, pidiendo perdón como un niño y rezando la famosa jaculatoria que dice "Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza".

                Los compañeros lo amenazaron muerte por haber rezado y llenos de ira lo lanzaron al mismo estanque donde habían querido deshacerse del Cristo y se hundió por no saber nadar. Pero prodigio sin igual fue ver que su compañero emergía del estanque con el Santo Cristo en las manos mientras la imagen sangraba abundantemente.

                Llenos de pavor, los ladrones impenitentes, se lo arrancaron de las manos y cavando un hoyo en tierra, lo sepultaron, como para enterrar en sus conciencias el robo y posterior sacrilegio de la imagen de Nuestro Señor. El hecho aconteció en la madrugada del 14 de Septiembre de 1809, conmemoración de la Exaltación de la Santa Cruz.

                La Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, fundadas por la Madre María Rafols (1), adquirió la casa natal de la Fundadora así como algunas tierras aledañas, con el fin de crear un centro de caridad y formación, al mismo tiempo que se proponían la construcción de una hermosa iglesia dedicada a Nuestra Señora del Pilar, advocación mariana muy ligada a la Historia de la Madre Rafols. Tiempo después, se hicieron unas obras para cercar la finca y plantar un jardín. 

                El 15 de Noviembre de 1929, el peón Juan Aman, que trabajaba en el lugar con otros cuatro obreros, estaba abriendo una zanja cuando de improviso descubrió un crucifijo. Al cogerlo, observó que su mano estaba manchada de sangre. Pensó que sin darse cuenta se había hecho una herida, pero al limpiarse se dio cuenta de que no tenía el menor rasguño, así que no se trataba de su propia sangre. 

                Llamó a sus compañeros y asombrados comprobaron que esta procedía del Cristo. Se lo comunicaron inmediatamente a Doña Teresa Puig Rafols, que constató el prodigio. Al parecer, el Cristo sangraba por la pierna izquierda. Cuando los obreros difundieron la noticia, la casa natal de María Rafols recibió la visita de numerosas personas que deseaban ver con sus propios ojos el evento milagroso. Finalmente, el crucifijo de bronce fue llevado a la Casa Noviciado de Zaragoza. 

                En Febrero de 1931, la reverenda Madre General, Felisa Guerra, viajó hasta Roma y mostró el crucifijo al Papa Pío XI, quien lo tomó en sus manos y lo examinó durante un buen rato con sumo interés y gran devoción. El Pontífice además rezó ante la imagen en su oratorio privado y le concedió indulgencias.  



ALGUNAS REVELACIONES de la Madre María Rafols


               "Yo haré que en estas cercanías que tan profanado he sido, se le levante un trono de amor donde todos los pecadores que con fe Me invoquen alcanzarán perdón, y que muchas almas puras y castas Me desagraviarán ejerciendo por todas partes la caridad. ¡Tengo una sed ardiente de ser amado de los hombres! Y qué pocos, hija Mía, son los que me corresponden de verdad..." 


De los "Escritos de la Madre María Rafols", 
19 de Abril del año 1815


              "Hija Mía, en los tiempos venideros, cuando esta Imagen Mía esté a la veneración de los fieles, Me habrán hecho grandes profanaciones en muchas imágenes Mías, de Mi Madre Santísima y de los Santos; pero como amo tanto a los hombres y deseo tanto su salvación, que por sola Mi Misericordia Yo haré resucitar de la tierra esta Imagen Mía para que en Ella Me desagravien de tantas ofensas y sacrilegios: quiero muchos actos de reparación y Me serán tan agradables estos actos de reparación y desagravios que Me hagan ante esta Imagen, que Yo derramaré grandes gracias a todos los que con verdadera fe y humildad y contrición acudan a Mí. Mi Padre Eterno se complacerá mucho siempre que se le adore y venere haciendo interiormente actos de contrición por sí y por los pobres pecadores". 

               También quiere mi Jesús que cuando se edifique el templo en Villafranca le dediquen una Capilla a esta Imagen, colocándola en el centro sobre una cruz grande, y no han de colocar en ese altar ninguna otra Imagen; pero ha de estar en tal forma que los fieles puedan verla y adorarla. De tal forma ha de estar hecho el relicario, que no lo puedan coger, porque me inspira el Corazón de Jesús que los perseguidores de la Religión, al ver los portentosos milagros que por mediación de esta Imagen se obrarán, intentarán robarla nuevamente. De modo que han de procurar que esté bien sujeta y resguardada por medio de un cristal recio. 

               La podrán sacar del relicario o camarín, los días de Viernes Santo, catorce de Septiembre y el día quince de Noviembre, y siempre que el señor Obispo de Barcelona lo crea de utilidad para el bien de las almas. Como, por ejemplo, en tiempos de ejercicios, peregrinaciones, etc. Cuando se saque esta veneranda Imagen del relicario para adorarla, que la adoren de rodillas y que esté Bien custodiada por sacerdotes.

               La Imagen de la Virgen del Pilar la deben poner también, en forma que los fieles la puedan adorar a semejanza de la de Zaragoza.

               Pidan todos y cooperen en lo que esté de su parte para que el Reinado del Corazón de Jesús venga pronto a su amada España; tan pronto como Él lo desea…"


De los "Escritos de la Madre María Rafols", 
Revelación del 31 de Julio de 1836




NOTA

               1- La Madre María Rafols Bruna murió para este mundo el 30 de Agosto de 1853, próxima a cumplir los 72 años y 49 de ser Hermana de la Caridad de Santa Ana. En 1926 se le abrió Proceso de Beatificación, setenta y tres años después de su muerte. Entre 1926 y 1932 son hallados documentos escritos por ella hace ya más de un siglo, textos que le han sido dictados directamente por el Sagrado Corazón, consejos espirituales, una especie de testamento espiritual, una larga y minuciosísima relación de su muerte. Pero sobre todo en los dos últimos documentos, hallados en 1931 y 1932 (escritos en 1815 y 1836), aparecen sorprendentes dotes proféticas sobre muchos hechos que ocurrieron en los años recientes anteriores a su hallazgo y publicación, como la institución de la Fiesta de Cristo Rey por el Papa Pío XI, la predicción de las persecuciones religiosas que han de poner a prueba la fe de los católicos españoles, la persecución a la Compañía de Jesús iniciada por la República, la Consagración oficial de España al Corazón de Jesús, las luchas sociales que han de agitar la vida de las naciones, el fruto espiritual que ha de seguir del conocimiento de estos escritos, los pormenores de la profanación y hallazgo de la milagrosa Imagen del Cristo Desamparado, entre otros.



jueves, 17 de octubre de 2024

TE HE ELEGIDO COMO UN ABISMO DE INDIGNIDAD; Aniversario de Santa Margarita María de Alacoque

 

               Nacida el 22 de Julio de 1647, hija de Claudio Alacoque y de Felisberta Lamyn, Margarita María era la quinta de los siete hijos del matrimonio. Dios la quería sólo para sí. Por eso, como ella misma revela en su autobiografía, la preservó prácticamente desde la cuna de la más leve mancha de pecado. El Divino Maestro la dirigía en los secretos de la vida interior, para que su comunicación fuese solo con el Cielo.

               De ese modo, apenas a los cuatro años de edad Margarita hizo voto de castidad: "Sin saber lo que hacía me sentía continuamente impulsada a decir estas palabras: "Dios mío, te consagro mi pureza, y hago voto de perpetua castidad".

               Afirma su primer biógrafo: "Desde su infancia el Espíritu Santo le enseñó el punto capital de la vida interior, comunicándole el don de la oración. Su mayor placer era pasar horas enteras en oración; y, cuando no la encontraban en casa, iban a la iglesia, donde la hallaban inmóvil ante el Santísimo Sacramento".




               A la muerte de su padre en 1655, Margarita ingresó como educanda en el convento de las Religiosas Clarisas en Charolles, con apenas ocho años de edad.


Se consagra a la Santísima Virgen


               La devoción a María es señal de predestinación. Por eso Margarita siempre la tuvo desde los albores de la razón. María Santísima retribuía amor con amor: "La Santísima Virgen tuvo siempre grandísimo cuidado de mí; yo recurría a Ella en todas mis necesidades y me salvaba de grandísimos peligros" , confiesa Margarita.

               Mucho antes de que San Luis María Grignión de Montfort popularizara la Devoción de la Sagrada Esclavitud a Nuestra Señora, Margarita, aún siendo niña, se consagró a Ella como esclava.

               A raíz de una grave enfermedad que puso en riesgo su vida, a los once años de edad, Margarita fue retirada del convento y llevada a casa; quedó semi paralítica y tan delgada que, según narra, "los huesos me rasgaban la piel por todas partes" . Tampoco podía caminar. Los médicos agotaron toda su ciencia y no obtuvieron el menor resultado, lo que llevó a suponer que la principal causa de la enfermedad era sobrenatural. Duró casi cuatro años y Margarita sólo se curó después que se consagró a la Santísima Virgen.


El Sagrado Corazón se le manifiesta en el convento de Paray-le-Monial


               Al alcanzar la adolescencia, Margarita quiso abrazar la vida religiosa, pero tuvo que enfrentar la oposición de la rama paterna de su familia.

              Sin embargo, vencida la presión, Margarita María ingresó en el Convento de la Visitación, en Paray-le-Monial.

              No bien entró en el locutorio, oyó interiormente estas palabras: "Aquí es donde Te quiero".

               El Sagrado Corazón de Jesús se fue manifestando a Santa Margarita María de modo paulatino en los años 1672 y 1673, hasta llegar a hacerlo claramente en 1674 y 1675. Diez años después, en 1685 y 1686, aún le reveló sus magníficas Promesas al género humano.

               Así, en los primeros meses de 1673, por entendimiento interior, Margarita María vio su corazón como un átomo todo negro y desfigurado unirse al bello Corazón de Jesús, más brillante que el sol y de una grandeza infinita. Era su primera Visión del Sagrado Corazón, toda ella espiritual.


Primera Gran Revelación


               Para situarnos mejor en el ambiente de Francia en que se produjo la primera gran aparición del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María; transcribimos las palabras del Sacerdote jesuita Augusto Hamon, uno de los mayores biógrafos de la Santa:

               "En la mañana del 27 de Diciembre de 1673 [día en que esta ocurrió] , la vida en nuestra tierra de Francia fue retomada en el punto en que los hombres la habían abandonado en la víspera, a la noche. Por todas partes las mismas ocupaciones, los mismos placeres, los mismos dolores, los mismos odios y las mismas ternuras, los mismos trabajos y las mismas guerras; Bourdaloue y Bossuet predican, La Fontaine piensa en sus Fábulas, Boileau rima su Arte Poético, Racine compone Ifigenia, Turenne defiende la frontera del Rin contra los imperiales, Condé la [frontera] del Norte contra Guillermo de Orange, Luis XIV, todo vuelto hacia su gloria y sus placeres, hace frente a Europa, y nadie sabe que Jesucristo nos va a revelar Su Corazón Divino".

               Era la Fiesta de San Juan Evangelista. Margarita María rezaba ante el Santísimo Sacramento cuando Nuestro Señor "me hizo reposar por muy largo tiempo sobre Su Pecho Divino; y allí me reveló las maravillas de Su Amor y los insondables Secretos de Su Sagrado Corazón [...] . Él me dijo: Mi Divino Corazón está tan apasionado de amor por los hombres, y por ti en particular, que no pudiendo ya contener en Sí las llamas de Su Caridad ardiente, es preciso que ellas se difundan por tu intermedio, y que Mi Amor se manifieste a todos los hombres para enriquecerlos con Sus preciosos tesoros, que aquí te descubro, y que contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, para la ejecución de este gran designio, a fin de que todo sea obra Mía.


Segunda Gran Revelación


               Es muy probable que la Segunda Gran Revelación —de la que, lamentablemente, no se tiene fecha— haya ocurrido un primer Viernes de mes, el año de 1674.

               El Sagrado Corazón apareció rodeado de espinas y con una cruz encima.

               "Me hizo ver que el ardiente deseo que te nía de ser amado de los hombres y de apartarlos del camino de perdición, adonde Satanás los precipita en tropel, le había hecho formar el designio de manifestar Su Corazón a los hombres con todos los Tesoros de Amor, de Misericordia, de Gracia, de Santificación y de Salvación que contiene. A todos aquellos que quisieren tributarle y procurarle todo el amor, honor y gloria que esté en su poder, los enriquecerá con abundancia y profusión con esos Divinos Tesoros del Corazón de Dios, que es la fuente de ellos. Pero es preciso honrarle bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería que se expusiera y que llevara yo sobre mi corazón, para grabar en él Su Amor, llenarlo de todos los dones de que Él estaba lleno, y destruir todos sus movimientos desarreglados. Y dondequiera que esta imagen fuere expuesta para ser honrada, derramaría sus gracias y bendiciones. Esta Devoción era como un supremo esfuerzo de Su Amor que quería favorecer a los hombres en estos últimos tiempos con esta redención amorosa, para sacarlos del imperio de Satán que Él pretendía arruinar para colocarnos bajo la dulce libertad del imperio de Su Amor, el cual quería restablecer en los corazones de todos los que quisieran abrazar esta Devoción".




Tercera Gran Revelación


               La fecha de la llamada Tercera Gran Revelación tampoco quedó registrada. Ocurrió también en 1674, en un día en que el Santísimo Sacramento estaba expuesto.

               Así, estando ella una vez más ante ese Sacramento del Amor, entró en éxtasis y vio a Nuestro Señor Jesucristo, "fulgurante de gloria con Sus Cinco Llagas que brillaban como cinco soles, y de esta Sagrada Humanidad salían llamas de todas partes, pero sobre todo de su adorable pecho que parecía un horno, y al abrirse me descubrió Su Corazón amantísimo y amabilísimo, que era la fuente viva de estas llamas. Fue entonces cuando me descubrió las maravillas inexplicables de Su puro Amor, y hasta qué exceso Él lo había llevado a amar a los hombres, de los cuales no recibía sino ingratitudes y frialdades" .

               El Redentor del mundo le dijo:

              "Esto [las ingratitudes y frialdades] Me es mucho más doloroso que todo cuanto sufrí en Mi Pasión. Si al menos [los hombres] retribuyesen al amor que les tuve, estimaría en poco lo que hice por ellos. Pero solo tienen frialdad y repulsas groseras con relación a todos Mis desvelos por hacerles el bien".


Cuarta Gran Revelación


               Aunque Margarita María no mencione la fecha de esta revelación, los estudiosos juzgan que habría ocurrido entre el 13 y el 21 de Junio de 1675, dentro de la Octava de Corpus. Es narrada en su Autobiografía  y en una carta al Bienaventurado Claudio de la Colombière.

              Estando como de costumbre ante el Santísimo Sacramento, Nuestro Señor le dijo, presentando Su Divino Corazón:

               "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha reservado hasta agotarse y consumirse para demostrarles Su Amor. Como reconocimiento no recibo de la mayor parte de ellos sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que Me tratan en este Sacramento de Amor. Sin embargo, lo que Me es más sensible es que hay corazones consagrados que actúan así.

              Por esto te pido que el Primer Viernes después de la Octava del Santísimo Sacramento sea dedicado a una Fiesta particular para honrar a Mi Corazón, comulgando ese día y reparando las injurias que recibió durante el tiempo que estuvo expuesto en los Altares.

              Te prometo que Mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia los influjos de Su Divino Amor sobre quienes le presten esta honra" .


Comunión Reparadora


               Para concluir, citamos la consoladora promesa de los Primeros Viernes de Mes. En una carta a la Madre De Saumaise, la Santa relata esta gran gracia que le fue concedida casi al fin de su vida (probablemente en 1688):

               "Un Viernes, en la Sagrada Comunión, dijo estas palabras a su indigna esclava, si no se engaña: Te prometo, en la excesiva Misericordia de Mi Corazón, que Su Amor Omnipotente concederá a todos los que comulguen nueve primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán en Mi desgracia y sin haber recibido los Sacramentos, Mi Divino Corazón será su asilo seguro en el último momento.

              Santa Margarita María entregó su alma al Amado el día 17 de Octubre de 1690 y fue canonizada por el Papa Benedicto XV en 1920.