miércoles, 31 de julio de 2013

VIDA DE PIEDAD DEL BUEN CATÓLICO ( VI ) ORACIONES DE LA NOCHE


OFRECIMIENTO DE LA NOCHE

Antes de acostarte, de rodillas ante un crucifijo, que bien puede ser el que presida el cabecero de tu cama, harás despacio y con piedad la señal Santa de la Cruz, diciendo:

Por la señal + de la Santa Cruz, 
de nuestros + enemigos 
líbranos, Señor, Dios + nuestro.

 En el nombre del Padre
 y del Hijo + y del Espíritu Santo.
 Amén, Jesús.

Después, invocando a la Sagrada Familia dirás:

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

A continuación, en medio del silencio de la noche, recitarás la siguiente oración:


Ahora es el momento de arrepentirse de veras de todos tus pecados; 
especialmente pide perdón al Señor
 por cuantas gracias te ha regalado y que tú has despreciado,
arrepiéntete no sólo del mal cometido, 
sino de todo el bien que pudiendo hacer no hiciste: 
un consejo a quien lo necesitaba, 
llamar la atención a quien blasfemó delante de ti,
aquél buen hombre que no ayudaste a socorrer...

Arrepentido de veras, haz un fervoroso acto de contricción diciendo:


En seguida rezarás la oración del Padrenuestro, Avemaría y Credo, 
y dirigiéndote a una imagen piadosa de Nuestra Señora le dirás:

¡Oh Virgen y Madre de Dios! Yo me entrego por hijo y esclavo vuestro, y en honor y gloria
 de vuestra Pureza, os ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos,
 y os suplico me alcancéis la gracia de no cometer jamás pecado alguno. 
Amén, Jesús.

Y rezarás a Nuestra Señora 
-como bien seguro has hecho a lo largo de la jornada-
 Las Tres Avemarías
tan queridas y recomendadas por la misma Virgen Santa.


De inmediato, encomiéndate a tu Ángel Custodio:

Ángel de Dios, Custodio mío:
Ya que la Soberana Piedad me encomendó a ti,
alúmbrame en este día, guárdame,
rígeme y gobiérname.
Amén, Jesús.


Antes de acostarte, sería bueno que te signases con agua bendita; 
si usas Escapulario de tela, es el momento ideal para sustituirlo por la medalla-escapulario,
besando el Escapulario de tela al quitártelo y besando la medalla-escapulario al ponértela.

El uso de la medalla está indicado para aquéllas personas que anden enfermas, 
o quizás su trabajo le exija mucho movimiento o sudor, con lo cual es fácil que se deteriore
 el escapulario de tela; aunque también puedes hacerte con uno más simple, 
ya que el escapulario tradicional -el de tela, con cintas o cordón- 
es más parecido al Hábito del Carmen.

Una vez en la cama, repite con cariño
 LOS TRES DULCES NOMBRES:

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistídme en mi última agonía.
Jesús, José y María, descanse mi alma en paz
en vuestra santa compañía.

Si tienes problemas para dormir, en lugar de dar vueltas en la cama,
tratando de arreglar lo que Dios sólo puede disponer,
reza una y otra vez, hasta que el cansancio te pueda, 
esta hermosa jaculatoria que tantas veces te recomendé

JESÚS, MARÍA, OS AMO, SALVAD ALMAS


sábado, 27 de julio de 2013

REINA Y MADRE DE LAS ALMAS QUE A ELLA SE ACOGEN


   No es por casualidad ni en vano los devotos de María la llaman Madre. Diríase que no saben invocarla con otro nombre y no se cansan de llamarla siempre madre. Madre sí, porque de veras es ella nuestra madre, no carnal, sino espiritual, de nuestra alma y de nuestra salvación.



   Cuando el pecado privó a nuestras almas de la gracia les privó también de la vida. Y habiendo quedado miserablemente muertas, vino Jesús nuestro Redentor, y con un exceso de misericordia y de amor nos recuperó esta vida perdida con su muerte en la Cruz, como él mismo lo declaró: “Vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). “En abundancia”, porque como dicen los teólogos, Jesucristo con su redención nos trajo bienes capaces de reparar absolutamente los daños que nos causó Adán con su pecado. Y así, reconciliándonos con Dios, se convirtió en padre de nuestras almas en la nueva ley de la gracia, como ya lo había predicho el profeta: “Padre del siglo futuro, príncipe de la paz” (Is 9, 6). Pues si Jesús es el Padre de nuestras almas, María es la Madre, porque dándonos a Jesús nos dio la Verdadera Vida, y ofreciendo en el Calvario la vida de su Hijo por nuestra salvación fue como darnos a luz y hacernos nacer a la vida de la gracia.

   En dos momentos distintos, enseñan los santos padres, se demostró que María era nuestra madre espiritual; primero, cuando mereció concebir en su seno virginal al Hijo de Dios, como dice San Alberto Magno. Y más claramente San Bernardino de Siena, quien lo explica así: "Cuando la Santísima Virgen dio su consentimiento a la Anunciación del Ángel de que el Verbo eterno esperaba su aprobación para hacerse su Hijo, al dar su asentimiento pidió a Dios, con inmenso amor, nuestra salvación; y de tal manera se empeño en procurárnosla, que ya desde entonces nos llevó en su seno como amorosísima y verdadera Madre. Dice San Lucas en el capítulo 2, versículo 7, hablando del nacimiento de nuestro Salvador, que María dio a luz a su primogénito. Así que, dice al autor, si el evangelista afirma que entonces dio a luz a su primogénito, ¿se habrá de suponer que tuvo otros hijos?"

   Pero es de fe que María no tuvo otros hijos según la carne fuera de Jesús; luego debió tener otros hijos espirituales, y éstos somos todos nosotros. Esto mismo reveló el Señor a Santa Gertrudis, la cual, leyendo un día dicho pasaje del Evangelio estaba confusa, no pudiendo entender cómo siendo María madre solamente de Jesucristo, se puede decir que éste fue su primogénito. Pero Dios le explicó que Jesús fue su primogénito según la carne, pero los hombres son sus hijos según el espíritu.


   Con esto se comprende lo que se dice de María en los Sagrados Cantares: “Es tu vientre como montoncito de trigo cercado de azucenas” (Ct 7, 2). Lo explica San Ambrosio, y dice que si bien en el vientre purísimo de María hubo un solo grano de trigo, que fue Jesucristo, sin embargo, se dice montoncito de trigo, porque en aquel sólo grano de trigo estaban contenidos todos los elegidos, de los que María debía ser la madre. Por esto escribió el Abad Guillermo: “En este único fruto, Jesús, único salvador de todos, María dio a luz a muchos para la salvación. Dando a luz a la vida, dio a luz a muchos para la vida”.



San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Igesia
LAS GLORIAS DE MARÍA


viernes, 26 de julio de 2013

SÚPLICA A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE


      Puesto que hoy es el último Viernes del Mes de Julio, dedicado a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, les traigo esta bella oración, llena de piedad y doctrina católica. Les animo a que la lean despacio, si pueden, repitanla y medítenla a lo largo del día, o si el trabajo lo impide, a la noche. ¡Qué bueno es acompañar al Señor en Su Pasión, desde Getsemaní, donde empezó a sudar sangre, hasta el mismo Calvario, donde sus venas quedaron inertes a fin de lograr derramar por nosotros su Preciosa Sangre. 


SÚPLICA A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE
 indulgenciada por el Papa Pío VII 

         Oh Sangre Preciosísima de vida eterna, precio y rescate de todo el universo bebida y purificación de nuestras almas, que defiendes continuamente la causa de los hombres ante el trono de la Suprema Misericordia! Os adoro profundamente, y quisiera desagraviaros, hasta donde me sea posible, de las injurias y ultrajes que recibís continuamente de las criaturas humanas; y especialmente de aquellas que se atreven temerariamente a blasfemar de Vos. 

         Y ¿quién no bendecirá esta Sangre de infinito valor? ¿Quién no se sentirá inflamado de amor para con Jesús que la derramó? ¿Qué sería de mí si no hubiese sido rescatado por esta Divina Sangre? ¿Quién os sacó hasta la última gota de las venas de mi Señor? ¡Ah! el amor fue ciertamente. ¡Oh amor inmenso, que nos has dado este bálsamo saludable! ¡Oh bálsamo inestimable, emanado de la fuente de un amor inmenso! ¡oh! haced que todos los corazones y todas las lenguas puedan alabaros, encomiaros y daros gracias ahora y siempre y hasta el día de la eternidad. Amén.

El Papa Pío VII, con rescripto de 18 de octubre de 1815, que se conserva en el archivo de la Archicofradía de la Preciosa Sangre de Jesucristo, además de concedió 300 días de indulgencia por cada día
 a los que con corazón contrito rezaren esta oración. 
Concedió  también el mismo Pontífice 100 días de indulgencia
 por cada día a todo el que rece con devoción las siguientes aspiraciones


ASPIRACIONES DEVOTAS
100 días de Indulgencia cada vez que se rezaren

Viva, viva Jesús, que por mi salvación derramó toda la sangre de su corazón.
La sangre de Jesús fue mi vida
Bendita sea su bondad infinita.
Sea siempre alabada la sangre del Crucificado.

 Que al mundo del infierno ha rescatado. Esta sangre por bebida se nos ha dado, 
 y del pecado a las almas ha lavado. La Sangre de Jesús aplaca la indignación del Eterno, 
y nos lleva a su mansión. Si la sangre de Abel clama venganza, 
pues la  de Jesús perdona y alcanza. Si de esta Sangre nuestro corazón se llena,
 el ministro del furor divino pronto se ahuyenta. Si la Divina Sangre de Jesús se enaltece,
 triunfa el Cielo, y el abismo se entristece.


jueves, 25 de julio de 2013

SANTIAGO APÓSTOL, PATRÓN DE ESPAÑA




   Santiago aparece como uno de los apóstoles más apasionados, lleno de arrojo y decisión, capaz de ponerlo todo en juego; arrasa por su empuje y no se para en echar cálculos y medir consecuencias. Santiago forma parte del grupo inicial de la Iglesia Primitiva de Jerusalén. 

   Santiago estuvo presente en momentos muy importantes de la vida de Nuestro Señor y se ha considerado uno de sus discípulos predilectos. Asistió, junto con San Juan y San Pedro, a la resurrección de la hija de Jairo. Fue testigo en la Transfiguración y estuvo también en el Huerto de Getsemaní. 


   El Evangelista San Lucas ( Lc, IX, 33) nos relata uno de sus momentos: junto a su hermano Juan solicitó de Jesús que hiciese bajar fuego del Cielo para arrasar a inhospitalarios samaritanos que se negaban a dar albergue al maestro. 

     Piadosamente se cree que llegó a España en el año 36 y permaneció en ella hasta fines del año 42. Recorrió los caminos de Itálica, Mérida, Coimbra, Braga, Iria, Lugo, Astorga, Palencia, Horma, Numancia y Zaragoza, donde se le apareció la Virgen en el Pilar. 
Después, por el Ebro, pudo tomar la Via Augusta de Tortosa a Valencia, Chinchilla
 y Cazlona para regresar desde un puerto murciano o andaluz a Palestina. 

    Herodes Agripa, rey de Judea ( Act, XII, 2), nieto de Herodes El Grande,  lo hace decapitar con la espada hacia el año 44, convirtiéndose en el primer Apóstol
 en verter su sangre por Jesucristo. 

    Su cuerpo fue trasladado por los Apóstoles a la Península Hispánica, llevado en un bajel hasta Iria Flavia. Desembarcaron y caminaron unas cuatro leguas hacia septentrión por la antigua via romana de Iria a Brigatium llegando a Liberodonum sepultando el cadáver. Elevaron un mausoleo, "Arca marmorica", según diplomas de Alfondo III, Ordoño II, Ordoño III y Sancho el Craso. Según la tradición, junto al sepulcro de Santiago 
reposaban los cuerpos de sus discípulos Atanasio y Teodoro. 

Catedral de Santiago de Compostela, que alberga las Reliquias del Santo

  
 El rey Alfonso II manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia
 y comienzan a llegar visitantes a la tumba del Apóstol. 

   Durante la época de la Reconquista , Santiago se convierte en el Santo al que se invoca para obtener la protección divina en la lucha frente al infiel. Y en las ensangrentadas luchas contra los moros , en muchas ocasiones la victoria se atribuía a la ayuda e intervención divina merced a la invocación a Santiago. 

    El 23 de Mayo del año 844, cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica. En pleno fragor de la batalla el Apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco repartiendo tajos entre los infieles. Nace el apelativo de Santiago Matamoros


Allá por el siglo XVI, el Arzobispo de Santiago, Juan San Clemente, ocultó el cuerpo por temor a los ingleses que se aproximaban a la ciudad. Cuando mas tarde el Cardenal Payá ocupó la sede de Compostela, descubrió nuevamente las reliquias del Santo Apóstol. 
Inició entonces un minucioso proceso que envió a Roma y finalmente
 la Bula del Papa León XIII " Deus omnipotens", del 1 de Noviembre de 1884
 ratificó y confirmó como auténticas las Reliquias de Santiago
 y de sus discípulos Atanasio y Teodoro. 

Magnífica arca que contiene los sagrados restos del Patrón de España

    La figura de Santiago, como Patrón de España, ha sido acogida a o largo de toda nuestra historia de reconquista y conquista. Ahora comienza el Descubrimiento de América y de nuevo la figura de Santiago se hace notar: la intervención de Santiago es decisiva, en la mente de los descubridores y conquistadores:

  "Y como cayó en tierra se espantaron los yndios y dijeron que abia caído yllapa, trueno y rayo del cielo,... Y asi bajó el señor Santiago a defender a los cristianos. Dizen que vino encima de un cavallo blanco,... y el santo todo armado y su bandera y su manta colorado y su espada desnuda y que venía con gran destrucción y muerto muy muchos yndios y desbarató todo el cerco de los indios a los cristianos que había ordenado Manco Inca y que llevaba el santo mucho ruido y de ellos se espantaron los indios. (..) Y desde entonces los indios al rayo lo llaman y le dicen Santiago...

(F. Guaman Poma, 1615) 



miércoles, 24 de julio de 2013

MÁRTIRES CARMELITAS DE GUADALAJARA



          En el Convento de Carmelitas de Guadalajara, el anhelo del martirio crecía más y más en cada corazón de ese bendito palomar. Las dieciocho carmelitas que lo componían se enardecían unas a otras en las recreaciones con un ansia creciente del martirio, el cual esperaban alcanzar de la Misericordia del Señor.

          La Madre Mª Pilar decía: “Si nos llevan al martirio iremos cantando “Corazón Santo, tú reinarás”. Yo desearía morir al grito de ¡Viva Cristo Rey!, contestaba la Madre Teresa; y comentaba: “Los mártires en el Cielo tendrán particular amor a sus verdugos, por la gran felicidad que les proporcionaron”.

          La Madre Mª Ángeles le decía a una hermana que tenía a su lado: “¡El martirio! ¡Qué dicha tan grande! Pero no soy digna de esa gracia. Hay que alcanzarla con la fidelidad en las cosas pequeñas”.

          El 22 de julio de 1936, Guadalajara fue tomada por lo rojos. Había que abandonar el convento. Las monjas vestidas de seglares se disponían a salir, ya que venían a quemar el monasterio. Salen de dos en dos y se reparten en casas conocidas, oran sin cesar.

          El día 24, siendo muchas en el mismo lugar y comprometiendo a la dueña de la casa, Hna. Teresa se ofrece a llevar dos Hermanas a casa de una amiga suya, confiando en que las recibirían; así fue como Hna. Mª Pilar y Hna. Ángeles la acompañaron.

          Salen sobre las 4 de la tarde, a la casa número 5 de la calle Francisco Cuesta; pasan junto a un camión en donde unos milicianos estaban merendando. Una miliciana al verlas exclamó: “¡Disparadles, son monjas!”. Se bajan del camión y van en su busca. Ya habían entrado en el portal, pero las obligan a salir a la calle.

          La primera en salir es Hna. Mª Ángeles, le disparan varias veces, cae mortalmente herida. En silencio entrega su vida a Dios. ¡El amor a Jesús ha sido más fuerte que la muerte! Se había pasado toda la noche suspirando por la gracia del martirio; le decía a su Madre Priora: “¡Madre, qué dicha si fuéramos mártires! Murió por ser esposa de Jesús, la mataron por ser monja.

          Hna. Mª Pilar recibe varios tiros, da unos pasos y cae desplomada. Al ver que no está muerta, disparan nuevamente sobre ella, dándole también con un cuchillo. Ella exclama: “¡Viva Cristo Rey! ¡Dios mío perdónalos! Un guardia de asalto consigue llevarla a un Farmacia próxima y de aquí es trasladada al puesto de la Cruz Roja a donde fue atendida con mucha caridad y al oír hablar a Dña. María Carrasco, decía: “No me deje señora, que no me toquen. ¿Pero qué les he hecho yo?, ¡perdónales, Señor!Su amor a la pureza y su perdón, como el Maestro. En una ambulancia se la llevó al Hospital Provincial y fue reconocida nuevamente. Tenía: una perdigonada en el vientre, rota la columna vertebral, una pierna rota y un riñón al descubierto. El Director avisa a la Hermana de la Caridad Sor Dolores Casanova “es una monja”. Le da a besar el Crucifijo y muere en sus brazos repitiendo: Perdónales, perdónales… 

          Hna. Teresa ha presenciado la muerte de sus Hermanas, pero ella queda indemne. Trata de entrar en el Hotel Palace, pero unos milicianos se lo impiden: En esto llega otro que intenta tomarla por el brazo, pero lo rechaza con energía. La obliga a ir por la calle San Juan de Dios y le dice: “No te asustes, esos son unos brutos; te llevaré adonde no te pase nada”. Ella repite sin cesar: “Jesús, Jesús…” Llegan al puente de San Antonio, tuercen hacia el camino del Cementerio. Camina lentamente, va recelosa; arrecian las insinuaciones malignas del grupo de milicianos que se les habían juntado, le quieren obligar que grite: “Viva el comunismo”. Pero esta nueva heroína de la fe, firme en su propósito de entrega a Dios, abre sus brazos en cruz y echa a correr gritando: “¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva Cristo Rey!” Una descarga por la espalda troncha la tercera azucena blanca.



La pequeña Comunidad de seglares consagrados, Oblatos del Buen Pastor,
con sede en la Isla de Gran Canaria, España, tiene en su custodia
 varias reliquias de primera clase, con su respectiva authentica
( o certificado que garantiza la veracidad de la reliquia del santo en cuestión).

Entre esas sagradas reliquias, tenemos una hermosa teca que contiene restos
 de los huesos de las Mártires Carmelitas de Guadalajara, que en estos días
 hemos venerado de manera especial por conmemorarse hoy 
el aniversario de su Glorioso Martirio.

Hoy, los que queremos permanecer católicos en medio de un mundo 
que nada quiere saber de Dios y menos aún de las Enseñanzas de la Santa Católica, 
sufrimos un nuevo estilo de martirio;
sin derramar una sola gota de sangre, hemos tenido que soportar la difamación,
la persecución, el improperio y la calumnia.

Detalle de la teca que contiene ex ossibus 
de las Carmelitas Mártires

Pero somos fuertes gracias al recuerdo permanente de las Reliquias de Mártires
que tenemos la dicha de custodiar y venerar en la Capilla. Por eso, hoy como ayer,
sin miedo, sin titubeos, en alta voz, gritamos con Nuestros Gloriosos Mártires,

¡¡¡ VIVA CRISTO REY !!!

martes, 23 de julio de 2013

PADRE PÍO Y EL ÁNGEL BENECHOR


Así le escribía el 15 de julio de 1915,
  el Padre Pío de Pietrelcina a Ana Rodote:

"Que el buen Ángel Custodio vele sobre ti. Él es tu conductor, que te guía por el áspero sendero de la vida. Que te guarde siempre en la gracia de Jesús, te sostenga con sus manos 
para que no tropieces en cualquier piedra, 
te proteja bajo sus alas
 de las insidias del mundo, del demonio y de la carne.


Tenle gran devoción a este Ángel Bienhechor. ¡Qué consolador es el pensamiento de que junto a nosotros hay un espíritu que, desde la cuna hasta la tumba, no nos deja ni un instante ni siquiera cuando nos atrevemos a pecar! 

Este espíritu celeste nos guía y nos protege como un amigo
 o un hermano. Es también consolador saber que este ángel
 reza incesantemente por nosotros, ofrece a Dios 
todas las buenas acciones y obras que hacemos;
 y nuestros pensamientos y deseos, si son puros. 

Por caridad, no te olvides de este compañero invisible, siempre presente y siempre pronto a escucharnos y más todavía para consolarnos. ¡Oh, feliz compañía, si supiésemos comprenderla!"


lunes, 22 de julio de 2013

VAMOS A LA PLAYA, VAMOS A MISA... ASÍ ESTÁ EL "CLERO" DE GRANADA ...


"Quisiera echar un velo que ocultara un cuadro ominoso y que horroriza...pero es demasiado cierto; son desacatos tan atroces, públicos y cotidianos, por desgracia, sin querer ni intentarlo ellos, dan una prueba de que el Sacrificio de nuestros altares es el mismo que el del Calvario pues que de la misma suerte que los judíos se mofaban de Jesús en el Calvario, jugaban, reían, hablaban y negaban su divinidad, así los tales cristianos, desdoro del catolicismo, ríen, hablan y vuelven la espalda al mismo Jesús."


"Cuando te dirijas a la iglesia para oír Misa, piensa que vas al Calvario
 para asistir a aquel Sacrificio sangriento que allí ofreció Jesús, 
pues el del Altar es el mismo que aquél..."


"Cuando oyes Misa te hallas presente al sacrificio y muerte 
de tu padre y del esposo de tu alma, Jesús.
 ¡Ah, si los cristianos ocupasen su entendimiento en estas verdades...imposible...
no reirían, ni parlarían, ni dormirían, ni cometerían las mil irreverencias que, con harto dolor 
de la Religión y escándalo de los pequeñuelos, se están cometiendo todos los días
 en nuestros templos. ¡Qué dolor!"


( El texto está tomado de "Camino Recto y seguro"
 de San Antonio Mª. Claret )

sábado, 20 de julio de 2013

SÚPLICA A LA REINA DE MISERICORDIA




Como se presenta a una gran Reina
un pobre andrajoso y llagado,
así me presento a ti, Reina de Cielo y Tierra.
Desde tu trono elevado dígnate
volver los ojos a mí, pobre pecador.

Dios te ha hecho tan rica
para que puedas socorrer a los pobres,
y te ha constituido Reina de Misericordia
para que puedas aliviar a los miserables.
Mírame y ten compasión de mí.
Mírame y no me dejes;
cámbiame de pecador en santo.

Veo que nada merezco y por mi ingratitud
debiera verme privado de todas las gracias
que por tu medio he recibido del Señor.

Pero Tú, que eres Reina de Misericordia,
no andas buscando méritos,
sino miserias y necesidades que socorrer.

¿Y quién más pobre y necesitado que yo?
Virgen excelsa, ya sé que tú,
siendo la Reina del Universo,
eres también la Reina mía.

Por eso, de manera muy especial,
me quiero dedicar a tu servicio,
para que dispongas de mí como te agrade.

Te diré con San Buenaventura: 
Señora,me pongo bajo tu servicio
para que del todo me moldees y dirijas.
No me abandones a mí mismo;
gobiérname tú, Reina mía. 



Mándame a tu arbitrio y corrígeme
 si no te obedeciera,
porque serán para mí muy saludables
los avisos que vengan de tu mano.

Estimo en más ser tu siervo
que ser el dueño de toda la tierra.
”Soy todo tuyo, sálvame” (Sal 118, 94).
Acéptame por tuyo y líbrame.
No quiero ser mío; a Ti me entrego.

Y si en lo pasado te serví mal,
perdiendo tan bellas ocasiones de honrarte,
en adelante quiero unirme a tus siervos
los más amantes y más fieles.

No quiero que nadie me aventaje
en honrarte y amarte, mi amable Reina.
Así lo prometo y, con tu ayuda,
así espero cumplirlo. Amén.

San Alfonso María de Ligorio



jueves, 18 de julio de 2013

SETENTA Y SIETE AÑOS DEL ALZAMIENTO NACIONAL




¡Españoles!: A cuantos sentís el santo amor a España,
a los que en las filas del Ejército y Armada
 habéis hecho profesión de fe en el servicio de la Patria, 
a los que jurasteis defenderla de sus enemigos
 hasta perder la vida, la Nación os llama a su defensa...

¡ ARRIBA SIEMPRE ESPAÑA !
¡ VIVA CRISTO REY !




EL ALZAMIENTO QUE COMENZÓ EN LAS ISLAS CANARIAS

        El 17 de julio de 1936, la prensa  informa de que el general Franco viajó a la  isla de Gran Canaria, para representar al Ministro de la Guerra en el sepelio del general Balmes. Después de asistir a las once de la mañana al multitudinario entierro, Franco visita por la tarde varios acuartelamientos.

        A las tres de la madrugada del día 18, cuando descansa en el Hotel Madrid de Las Palmas, le comunican que en Melilla el Ejército se ha «levantado en armas contra el Gobierno». A las cinco, las emisoras locales (Radio Las Palmas y Radio Club Tenerife) difunden un manifiesto de Franco que proclama el estado de guerra. Hacía días que le esperaba, para dirigirse a África, una avioneta De Havilland Dragon Rapide —alquilada en Londres, mediante intermediarios, por el financiero Juan March—. El aparato despegó de la que hoy es la Base Militar de Gando -al sureste de Gran Canaria- con Franco en su interior, a las dos del mediodía del 18 de julio...

miércoles, 17 de julio de 2013

SOR MARÍA CONSOLATA BETRONE



   Pierina Betrone nació en Saluzzo (Cúneo, Italia) el 6 de abril de 1903. Desde muy pequeña estuvo inclinada a la piedad, soñando con ser algún día misionera, por eso, hasta en tres ocasiones intentó consagrarse en congregaciones de vida activa, pero siempre aparecieron impedimentos que cortaron de raíz sus buenas intenciones.

   Su confesor, el Padre Accomasso, le sugirió entonces entrar en el monasterio de Capuchinas de Turín. Pierina, obediente a la voz de su Director, solo acertó a decir "nada me atrae de las Capuchinas"; ingresó en el Monasterio el 17 de Abril de 1929, para tomar el hábito el 28 de Febrero de 1930, momento en el que tornó su nombre de pila por el de María Consolata.


       Fue precisamente en este día que se reveló el Sagrado Corazón de Jesús para rogarle: 


"Sólo te pido esto: un acto de amor continuo"

   A partir de ese momento, viviría una íntima unión con Aquél que es Rey y Centro de todos los corazones. Su nuevo nombre, Consolata, con el que empezaba su vida como esposa de Cristo, sería el eje de su vida: consolar al Sagrado Corazón de Jesús por tantos pecados e indiferencias. Por eso se resolvió a vivir penitente y abnegada por la Voluntad de Dios, pero oculta a los ojos del mundo ya aún a los de sus Hermanas Capuchinas.



   El 8 de Abril de 1934 hizo los votos perpetuos; fue fiel en sus diferentes labores como cocinera, zapatera y portera. El 22 de Julio de 1939, sería destinada a la nueva fundación capuchina de Moriondo Moncalieri, donde desempeñó las funciones de enfermera y secretaria.

    Su unión con el Sagrado Corazón de Jesús la llevó a convertirse en "Cirenea" de Cristo, que le reveló su dolor por un mundo cada vez más hundido en la ruindad y en la miseria del pecado. 

   Por eso, el Divino Corazón le enseñó un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada vez que lo pronunciase salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias.

   Jesús, María, Os amo, Salvad las Almas

En esa simple fórmula se condesaban los tres amores de todo cristiano:
 Nuestro Señor  Jesucristo, la Virgen Santísima y las almas por las que Cristo 
derramó Su Preciosa Sangre.

      El Sagrado Corazón le reveló además:

"Piensa en Mí y en las almas. En Mí, para amarme; 
en las almas, para salvarlas"
 (22 de Agosto de 1934).



   Nuestro Señor le explicó que ese Acto de Amor, debía recitarlo "Día por día, hora por hora, minuto por minuto" (21 de Mayo de 1936). Y ese mismo Divino Corazón le insistía:

"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de Amor a cualquier
 otro don que puedan ofrecerme; tengo sed de amor" 
(16 de Diciembre de 1935).

  El 24 de septiembre de 1945 sor Consolata pidió media jornada de reposo y se extendió. La Madre Abadesa le probó la fiebre: ¡ casi 39° ! En junio de 1939 se le escapó una frase de su pluma: "Me cuesta morir a pedacitos". En su oculta situación de enfermedad y la rigurosa vida de penitencia se sumarían en breve también los difíciles años de la segunda Guerra Mundial.

    Consolata padecería literalmente el hambre, pero con la generosidad de siempre. Fue el último acto de amor: el que le costó la vida. En el invierno de 1944 su color cadavérico la traicionó. Por obediencia se sometió a una visita médica. El dictamen del médico fue simplemente: "Esta religiosa no tiene ninguna enfermedad: está extenuada"

     El 25 de octubre de 1945 la radiografía descubrió la catástrofe en sus pulmones. El 4 de noviembre partió hacia el sanatorio. Ahí permanecería hasta el 3 de julio de 1946, cuando una ambulancia la llevaría de nuevo, consumida hasta lo imposible, al Monasterio de Moriondo. La Hermana muerte la visitó al alba del 18 de julio.

   Que este Acto de Amor, "Jesús, Maria, os amo, salvad almas", sea nuestro primer pensamiento al despertar; durante el día repítelo frecuentemente, en casa, en la calle, mientras conduces... después de las oraciones de la noche, prueba a encontrar el sueño mientras repites con cariño el Acto de Amor.

martes, 16 de julio de 2013

NUESTRA SEÑORA, REINA Y MADRE DE LOS CARMELITAS





Muy venerada imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo
del Perchel, Málaga, España


      El Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es una dádiva de la protección y del maternal cariño de la Reina del Cielo hacia los hombres. Su historia está estrechamente ligada a la Orden del Carmen, que se remonta según una antigua tradición a los santos profetas Elías, Eliseo y a sus discípulos, que se establecieron en el Monte Carmelo, en Palestina.

      De acuerdo con esa misma tradición, ellos ya veneraban a Aquella que vendría a ser la Madre del Redentor, simbolizada por la nubecita que apareció cuando San Elías pedía el fin de la prolongada sequía que los asolaba (cf. 3 Reyes 18, 41-45), y de la cual cayó una lluvia bendita que reverdeció la tierra.

      Estos ermitaños se sucedieron a través de las generaciones hasta la Edad Media, y cuando los musulmanes conquistaron Tierra Santa, tuvieron que huir hacia Europa. Allí enfrentaron grandes dificultades corriendo riesgo de extinción.



      Fue entonces que un carmelita inglés, San Simón Stock, hombre penitente y de mucha santidad, fue electo Superior General de la Orden. Angustiado con la situación en que se encontraban, comenzó a suplicar incesantemente a la Virgen para que los protegiese.

      El 16 de julio de 1251, hace más de 750 años, mientras rezaba fervorosamente en su convento de Cambridge (Inglaterra), se le apareció Nuestra Señora revestida del hábito carmelita, portando en sus brazos al Niño Jesús y extendiéndole un escapulario le dijo estas palabras:

Recibe, queridísimo hijo, 
este   Escapulario   de   tu   Orden, 
señal de mi confraternidad, 
privilegio para ti 
y para todos los Carmelitas. 

Todo aquel que muera con él revestido, 
no arderá en las llamas del infierno. 

Él es, pues, una señal de salvación, 
una seguridad de paz 
y de eterna alianza


      En 1314, la Madre de Dios se apareció nuevamente, esta vez al Papa Juan XXII, confirmando su especial protección a los que usasen el Escapulario, y prometiendo además que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de la muerte.

      Esto llevó a Pontífices, monarcas, religiosos de otras órdenes y personas de todas las condiciones a querer participar de este privilegio, recibiendo el Escapulario como un símbolo de devoción a María Santísima y de salvaguarda contra los enemigos del alma y del cuerpo.