sábado, 29 de febrero de 2020

"LA SONRISA ENCANTADORA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN... SE FUERON TODAS MIS PENAS"




               “13 de Mayo de 1883, Fiesta de Pentecostés. Sobre la cama, puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y… de pronto la Santísima Virgen me ha parecido bella, tan bella que nunca vi algo semejante, Su Rostro exhalaba una bondad y una ternura inefables, pero lo que caló hondo en mi alma fue la sonrisa encantadora de la Santísima Virgen..."

              “En ese momento se fueron todas mis penas, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría… ¡Ah! pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz… (…) Fuera por causa de Ella, por Sus intensas oraciones, que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos…”


"Historia de alma", Autobiografía 
de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz



"...EL ÚLTIMO MEDIO DE SALVACIÓN..."


              En la clausura del Convento Carmelita de Coimbra, Sor Lucía Dos Santos, Vidente de Nuestra de Fátima, recibió en al menos dos ocasiones al Padre Agustín Fuentes, Sacerdote mexicano, responsable de la Causa de Canonización de sus primos, los también Videntes, Francisco y Jacinta Marto. El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Fuentes tomó nota de cuanto le manifestó Sor Lucía, y si bien es verdad que luego la "Iglesia oficial" tildó de mentiroso al Padre Fuentes, que sería apartado de la Causa de los Pastores de Fátima.


               "Padre —me decía Sor Lucía—, no esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia, de parte del Santo Padre, para todo el mundo; ni esperemos tampoco que venga de parte de los señores Obispos cada uno en su diócesis; ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas. No; ya Nuestro Señor usó muchas veces estos medios, y el mundo no le ha hecho caso.




               Por eso, ahora que cada uno de nosotros comience por sí mismo su reforma espiritual; que tiene que salvar no sólo su alma, sino salvar a todas las almas que Dios ha puesto en su camino… Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los Últimos Tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos:

               El primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva, es una batalla final en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio.

              Lo segundo, porque me dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la Devoción al Inmaculado Corazón de María. Y, al ser los últimos remedios, quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros.

              Y tercero, porque siempre en los planos de la Divina Providencia, cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás medios; y cuando ha visto que el mundo no le ha hecho caso a ninguno de ellos, entonces, como si dijéramos a nuestro modo imperfecto de hablar, nos presenta con cierto temor el último medio de salvación, Su Santísima Madre. 

               ...la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay problema, por más difícil que sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros; o a la vida de nuestras familias, sean familias del mundo o Comunidades Religiosas; o la vida de los pueblos y naciones.

               No hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario.

              Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Y luego, la Devoción al Corazón Inmaculado de María Santísima, poniéndonosla como Sede de la Clemencia, de la Bondad y el Perdón; y como Puerta segura para entrar al Cielo..."

          (Extracto de las Declaraciones de Sor Lucía Dos Santos al Reverendo Padre Agustín Fuentes, investigador oficial, Postulador en la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta; fueron publicadas con licencia eclesiástica en la revista “Fatima Findlings” en Junio de 1959, y en el “Messaggero dell Cuore di Maria”, en Septiembre de 1961) 



LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS... "El poder de María resplandecerá en los Últimos Tiempos..."





              Dios ha hecho y preparado una sola e irreconciliable enemistad, que durará y se intensificará hasta el fin. Y es entre María, Su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer. De suerte que el enemigo más terrible que Dios ha suscitado como Satanás es María, Su Santísima Madre. 

              Ya desde el paraíso terrenal aunque María sólo estaba entonces en la Mente Divina le inspiró tanto odio contra ese maldito enemigo de Dios, le dio tanta sagacidad para descubrir la malicia de esa antigua serpiente y tanta fuerza para vencer, abatir y aplastar a ese orgulloso impío, que el diablo la teme no sólo más que a todos los Ángeles y hombres, sino en cierto modo más que al mismo Dios. No ya porque la ira, odio y poder divinos no sean infinitamente mayores que los de la Santísima Virgen, cuyas perfecciones son limitadas, sino porque Satanás, que es tan orgulloso sufre infinitamente más al verse vencido y castigado por una sencilla y humilde Esclava de Dios y la humildad de la Virgen lo humilla más que el poder divino porque Dios ha concedido a María un poder tan grande contra los demonios que como a pesar suyo se han visto muchas veces obligados a confesarlo por boca de los posesos, tienen más miedo a un solo suspiro de María a favor de una persona, que a las oraciones de todos los Santos y a una sola amenaza suya contra ellos más que a todos los demás tormentos. 

               Lo que Lucifer perdió por orgullo, lo ganó María con la humildad. Lo que Eva condenó y perdió por desobediencia, lo salvó María con la obediencia. Eva, al obedecer a la serpiente, se hizo causa de perdición para sí y para todos sus hijos, entregándolos a Satanás; María, al permanecer perfectamente fiel a Dios, se convirtió en causa de salvación para Sí y para todos Sus hijos y servidores, consagrándolos al Señor. 

              Dios nos puso solamente una enemistad, sino enemistades, y no sólo entre María y Lucifer, sino también entre la descendencia de la Virgen y la del demonio. Es decir: Dios puso enemistades, antipatías y los odios secretos entre los verdaderos Hijos y Servidores de la Santísima Virgen y los hijos y esclavos del diablo: no pueden amarse ni entenderse unos a otros. Los hijos de Belial, los esclavos de Satanás, los amigos de este mundo de pecado ¡todo viene a ser lo mismo! han perseguido siempre y perseguirán más que nunca de hoy en adelante a quienes pertenezcan a la Santísima Virgen, como en otro tiempo Caín y Esaú figuras de los réprobos persiguieron a sus hermanos Abel y Jacob figuras de los predestinados. 





               Pero la humilde María triunfará siempre sobre aquel orgulloso y con victoria tan completa que llegará a aplastarle la cabeza, donde reside su orgullo. ¡María descubrirá siempre su malicia de serpiente, manifestará sus tramas infernales, desvanecerá sus planes diabólicos y defenderá hasta el fin a sus servidores de aquellas garras mortíferas! El poder de María sobre todos los demonios resplandecerá, sin embargo, de modo particular en los Últimos Tiempos, cuando Satanás pondrá asechanzas a su calcañar, o sea, a sus humildes servidores y pobres a juicio del mundo; humillados delante de todos; rebajados y oprimidos como el calcañar respecto de los demás miembros del cuerpo. Pero, en cambio, serán ricos en gracias y carismas, que María les distribuirá con abundancia, grandes y elevados en santidad delante de Dios, superiores a cualquier otra creatura por su celo ardoroso; y tan fuertemente apoyados en el socorro divino que, con la humildad de su calcañar y unidos a María, aplastarán la cabeza del demonio y harán triunfar a Jesucristo. 



Tratado de la Verdadera Devoción 
a la Santísima Virgen María 
por San Luis María Grignion de Montfort. 
Cap. III: María Santísima en los últimos tiempos de la Iglesia 




viernes, 28 de febrero de 2020

SU CORAZÓN PALPITA DE AMOR...


               "Su Corazón Sacratísimo no ha dejado nunca ni dejará de palpitar con imperturbable y plácido latido, ni cesará tampoco de demostrar el triple amor con que el Hijo de Dios se une a Su Padre Eterno y a la humanidad entera, de la que con pleno derecho es Cabeza Mística.





              De manera semejante palpitaba de amor Su Corazón, en perfecta armonía co
n los afectos de Su voluntad humana y con Su Amor Divino, cuando en la casita de Nazaret mantenía celestiales coloquios con Su dulcísima Madre y con Su padre putativo, San José, al que obedecía y con quien colaboraba en el fatigoso oficio de carpintero. Este mismo triple amor movía a Su Corazón en su continuo peregrinar apostólico, cuando realizaba innumerables milagros, cuando resucitaba a los muertos o devolvía la salud a toda clase de enfermos, cuando sufría trabajos, soportaba el sudor, hambre y sed; en las prolongadas vigilias nocturnas pasadas en oración ante Su Padre amantísimo; en fin, cuando daba enseñanzas o proponía y explicaba parábolas, especialmente las que más nos hablan de la Misericordia, como la parábola de la dracma perdida, la de la oveja descarriada y la del hijo pródigo. En estas palabras y en estas obras, como dice San Gregorio Magno, se manifiesta el Corazón mismo de Dios: «Mira el Corazón de Dios en las palabras de Dios, para que con más ardor suspires por los bienes eternos..."

Encíclica "Haurietis Aquas", Papa Pío XII


"PIENSA TÚ ÚNICAMENTE EN AMARLO TODO LO POSIBLE..."




               Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.



De los Dictados de Jesús 
a Sor Benigna Consolata


               "El espíritu interior es esencialmente espíritu de Fe. La Fe es la que orienta toda una vida. Es menester hacer muchos Actos de Fe para fortificarla cada día más. La Fe hace conocer el valor hasta de las cosas más pequeñas. Hace ver que un pequeño acto de obediencia vale más que si tú gobernases el mundo entero. La Fe debe hacer que veas a Tu Jesús en todas las ocasiones de mortificación. ¿No es verdad que si me vieras Niño pequeñito echarías enseguida los brazos para cogerme? 

               La Fe te hará ver a Tu Jesús en tus prójimos y si tú Me ves en él, me hablarás con dulzura. La Fe te hará ver el valor de la pureza de intención; es como si unieras tus acciones a Mis Méritos Infinitos, es como si las sumergieras en Mi Preciosa Sangre. Un alma fidelísimamente fiel tiene todo poder sobre Mi Corazón... Si quieres agradarme, confía en Mí. Si quieres agradrarme más, confía aún más; si quieres agradarme inmensamente, nunca podrás confiar todo lo que desea Mi Corazón. Un Acto de Confianza me agrada hasta ese punto, por la razón de que con él se honran Mis más queridos atributos: la Bondad y la Misericordia.

              Benigna mía, no pierdas un momento más en pensar acerca de ti misma, ya sea tocante al alma, ya al cuerpo. Tú tienes un Esposo, que piensa en estas cosas, piensa tú únicamente en amarlo todo lo posible.

               ¿Sabes cuál es el camino que conduce más pronto al Paraíso? Es la esperanza en Mis Méritos y la fidelidad a la Gracia. 

              La intimidad con Dios es un tesoro tan grande, que el alma que la he encontrado debe hacer como se lee en el Evangelio, del hombre que encontró un tesoro en el campo, que fue con alegría a venderlo todo para comprar el campo que encerraba este tesoro; así debes hacer tú con la mortificación, venderlo todo; es decir, todas las satisfacciones de los sentidos, para comprar el campo del recogimiento donde está escondida la vida de unión con Dios; esta unión puede ser más o menos íntima. Mira, en el palacio del Rey hay empleados servidores que no ven al Rey más que raras veces, pero la esposa ¿qué íntimas relaciones no tiene con Su Esposo? Asimismo ocurre con las almas: unas hay que en la intimidad con Dios ocupan el lugar de la esposa y otras almas son como sirvientas, esto depende del mayor o menor amor y fidelidad.

              Un alma muy fiel es también un alma que ama mucho y un alma que, ama mucho es un alma muy fiel. La medida del amor es la medida de la fidelidad, y la fidelidad es como el termómetro del Amor. Cuando crece el Amor, crece también la fidelidad, crece la humildad, crece la obediencia.

               Cuando el Amor encuentra un alma fiel, humilde, obediente y mortificada, toma de ella una posesión particularísima, y lleva a esta alma a una gran perfección, si el alma es fiel a seguir Sus impulsos. Un alma fiel al Amor siempre está alegre..."






jueves, 27 de febrero de 2020

"NADIE PUEDE REEMPLAZARLO A ÉL..."





"No me habéis elegido vosotros a Mí, 
sino que Yo os he elegido a vosotros" 


(Evangelio de San Juan, cap. 15, vers. 16).


               "Un sacerdote hace más falta que un rey, que un militar, que un médico, que un maestro, porque él puede reemplazar a todos, pero nadie puede reemplazarlo a él." Hugo Wast

               Por eso, se comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Enseña el Catecismo que es un gran pecado impedir o desalentar una vocación sacerdotal; si un padre o una madre obstruyen la vocación de su hijo, es como si le hicieran renunciar a un título de nobleza incomparable.






¿Cuándo instituyó Jesucristo el Orden Sacerdotal? 

          Jesucristo instituyó el Orden Sacerdotal en la Última Cena, al conferir a los Apóstoles y a sus sucesores la potestad de consagrar la Santísima Eucaristía; y el día de Su Resurrección confirió a los mismos el poder de perdonar y retener los pecados, constituyéndolos así los primeros Sacerdotes de la Nueva Ley en toda la plenitud de su potestad.

¿Quién es el Ministro de este Sacramento?

         El Ministro de este Sacramento es solo el Obispo. 

¿Es, pues, grande la dignidad del Sacerdocio Cristiano?

          La dignidad del Sacerdocio Cristiano es grandísima, por la doble potestad que le confirió Jesucristo sobre Su Cuerpo real y sobre Su Cuerpo Místico, que es la Iglesia, y por la Divina Misión que le encomendó de guiar a todos los hombres a la vida eterna. 

¿Es necesario en la Iglesia el Sacerdocio Católico?

         El Sacerdocio Católico es necesario en la Iglesia, porque sin él los fieles se verían privados del Santo Sacrificio de la Misa y de la mayor parte de los Sacramentos, no habría quien los adoctrinase en la Fe y serían como ovejas sin pastor, presas de los lobos; en una palabra, no existiría ya la Iglesia tal como la fundó Jesucristo.

¿Luego el Sacerdocio Católico no faltará jamás en el mundo?

          El Sacerdocio Católico, no obstante la guerra que. mueve contra él el infierno, durará hasta el Fin de los Siglos, porque Jesucristo ha prometido que las potestades del infierno no prevalecerán jamás contra Su Iglesia.

¿Es pecado despreciar a los sacerdotes?

          Es pecado gravísimo, porque el desprecio y las injurias contra los Sacerdotes van contra el mismo Jesucristo, que dijo a Sus Apóstoles "quien a vosotros desprecia, a Mí me desprecia." 

¿Hacen mal los padres que por motivos temporales inducen a sus hijos a abrazar sin vocación el estado eclesiástico?

         Los padres que por motivos temporales inducen a sus hijos a abrazar sin vocación el estado eclesiástico cometen una culpa gravísima, porque usurpan el derecho que Dios se ha reservado de escoger sus ministros y ponen a sus hijos en peligro de eterna condenación.

¿Cuáles son los deberes de los fieles respecto de los llamados a las Órdenes Sagradas?

          Los fieles deben: 1.° Dejar a sus hijos y subordinados en plena libertad de seguir la vocación de Dios. 2.° Rogar a Dios se digne proveer a Su Iglesia de buenos Pastores y celosos Ministros, para lo cual han sido instituidos los ayunos de las Cuatro Témporas. 3.° Tener singular respeto a todos los que por las Ordenes están consagrados al Servicio de Dios. 



Catecismo del Papa San Pío X






EL OBISPO DOMINICO que denunció la herejía de Roma




O Beata Trinitas stat Veritas 
dum volvitur orbis

"Oh Bendita Trinidad, la Verdad permanece 
mientras que el mundo pasa"

(Obispo Fray Michel Guérard des Lauriers, OP)


               Michel Guérard des Lauriers nació en Suresnes, cerca de París, el 25 de Octubre de 1898, hijo de Paul Louis Guérard des Lauriers y de Lucie Madeleine Lefebvre, su esposa. Sería bautizado en la Parroquia del Corazón Inmaculado de María, de Suresnes, el 24 de Diciembre del mismo año. Trascurrida la Primera Guerra Mundial, ingresó en la Escuela Normal Superior, en 1921, y allí obtiene la Cátedra Matemáticas en 1924. Estudia dos años en Roma con el Profesor T. Levi-Civita, y prepara la tesis que sostendrá en la Sorbonne bajo la presidencia del Profesor Elie Cartan.

               Ingresó en la Orden de Frailes Predicadores (Dominicos) en 1926; hizo la Profesión Solemne en 1930 y fue ordenado Sacerdote en 1931 en Saulchoir de Kain (Bélgica). Profesor en la Universidad Dominica de Saulchoir desde 1933; pese a la imagen de intelectual que se pudiera desprender del Padre Guérard des Lauriers, éste no olvidaba que era fraile dominico, y como tal , empleaba algunas horas a trabajos manuales y de jardinería.

               Como Sacerdote, centraría su actividad en la vida espiritual: los numerosos retiros que predicó, ya sea a Comunidades Religiosas, a grupos de trabajadores Terciarios Dominicos, o en Parroquias. Muchos han sido impresos; entre sus escritos espirituales, podríamos citar "Virgo fidelis" (1950), "Magnificat" (1950), "La caridad de la verdad" (1951) entre otras muchas obras.

               El Padre Guérard des Lauriers también fue un destacado mariólogo. Como tal, participó en el trabajo preparatorio para la definición del Dogma de la Asunción (1950). En esta ocasión desarrolló la doctrina del Magisterio Ordinario Universal que demostró la infalibilidad del futuro Dogma Católico.

               También fue uno de los principales Teólogos que secundó la intención de Pío XII de complementar los Dogmas Marianos con la Definición de la Mediación y la Co-Redención de María Nuestra Señora. Pero los modernistas, que no lograron evitar la Proclamación del Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen, conseguirán por otro lado que se rechacen esas dos Definiciones. La Proclamación de María Reina del Universo (1954), que en los proyectos del Papa Pío XII, debía servir como preludio de los dos siguientes Dogmas Marianos, fue la señal de un tiempo del que el Padre Guérard se dio cuenta de inmediato.

               El papel asumido por el Padre Guérard des Lauriers en la década de 1950, nos hace entender por qué el Papa Pío XII le ofreció el capelo cardenalicio, pero fuentes bien informadas nos dicen que De Gaulle lo vetó.

               A partir de 1961 el Padre Guérard des Lauriers ejercería como Profesor en la Pontificia Universidad de Letrán . Este tiempo en la Ciudad Eterna fue para él la ocasión ideal para elaborar la parte doctrinal, y de colaborar en la redacción original (debida a Cristina Guerrini) de la carta titulada: “Breve examen crítico del Novus Ordo Missæ”; carta dirigida a Pablo VI el 5 de Junio de 1969, Fiesta de Corpus Christi, por los Cardenales Bacci y Ottaviani. Esta iniciativa le costó el ser despedido de Letrán, en Junio de 1970, junto con el Rector, Mons. Piolanti, y una quincena de profesores, todos juzgados indeseables. Desde entonces vive “extra conventum, cum permissu superiorum”.

               Fue autor también de varias obras de Teología y de numerosos artículos sobre Filosofía de las Ciencias, Crítica del conocimiento, Teología Espiritual, etc. Fue miembro de la Pontificia Academia Santo Tomás de Aquino. Entre 1970 y 1977, ejerció como profesor en el Seminario de Êcone, Suiza, (Fraternidad de San Pío X), hasta que su opción por el sede-privacionismo le distanció de Monseñor Lefebvre.

               Publicó en 1978, y luego en “Cahiers de Cassiciacum” , una tesis hasta el presente no refutada; esta tesis consiste en afirmar la vacancia formal de la Sede Apostólica, con certeza desde el 7 de Diciembre de 1965.



Monseñor Michel Guérard des Lauries junto a Monseñor Thuc, en el apartamento de éste,
en Toulon, Francia; era el 7 de Mayo de 1981, día de la Consagración Episcopal
del hasta entonces Padre Fray Michel.


               Recibió la Consagración Episcopal el 7 de Mayo de 1981, en Toulon, Francia, de Mons. Pierre Martin Ngo-Dinh-Thuc, Arzobispo Emérito de Hué (1). Consagración válida, en cuanto al Rito Tradicional, íntegramente observado; consagración lícita y legal, en cuanto al poder de Legado conferido por Pío XI a Mons. Ngo-Dinh-Thuc, el 15 de Marzo de 1938. Desde 1983, Mons. Guérard se dedicó a profundizar la "Tesis de Cassiciacum", precisando lo que convenía hacer. Pone de manifiesto la necesidad de tener Obispos que profesen íntegramente la Fe Católica y que estén consagrados válidamente para poder continuar la Missio confiada por Nuestro Señor Jesucristo a Su Iglesia. También especifica cuáles son los poderes reales y los límites de este Episcopado de la Iglesia en estado de privación de Papa.

               El 22 de Agosto de 1986, Monseñor Guérard des Lauriers consagró Obispo al también dominico Fray Robert MCKenna.

                Murió el 27 de Febrero de 1988, en Cosne-sur-Loire, Francia, tras una larga y cruel enfermedad que sobrellevó de forma heroica, según el testimonio sincero de los sacerdotes y religiosos que le asistieron en sus últimos momentos.


Sobre la validez de las Consagraciones Episcopales 
en tiempos de Sede Vacante


               El poder sacramental que todos los Obispos Católicos poseen para administrar el Sacramento de la Confirmación, ordenar sacerdotes que sean realmente sacerdotes, y consagrar a otros obispos que sean realmente Obispos. Este poder sacramental, denominado Sucesión Apostólica, es transmitido por un Obispo Católico a todos los Obispos que él consagra. A su vez, ellos [los Obispos] transmitirán este poder sacramental a todos los Obispos que ellos consagren, y así sucesivamente.

               Los canonistas y los teólogos consideran una Consagración Episcopal como harían respecto de cualquier otro sacramento. Una vez que se realizó, se la considera válida y el «peso de la prueba» (si correspondiera) es responsabilidad de quienes cuestionan su validez.



Linaje Episcopal de Monseñor Guérard des Lauriers


Monseñor Guérard des Lauriers y la Misa "una cum"
(ofrecida con y por el usurpador de la Cátedra de San Pedro)


               "...la Misa “una cum” está “ex se” objetivamente manchada de sacrilegio. En efecto, la Misa es la acción sagrada por excelencia, ya que el Sacerdote obra “in Persona Christi”. Y si esta función instrumental concierne eminentemente al acto consecratorio, se realiza igualmente por derivación durante lo que precede y prepara el acto, o se desprende de este inmediatamente. Ahora bien, todo lo que pertenece a la acción sagrada debe ser puro; es decir, conforme a lo que exige su naturaleza. Una proclamación que especifica inmediatamente el ejercicio concreto de la Fe, debe ser siempre verdadera con respecto a la Fe misma. Debe serlo, en segundo título, si es hecha durante una acción sagrada. Si entonces una proclamación que especifica inmediatamente el ejercicio concreto de la Fe y es hecha durante una acción sagrada, es errónea, constituye ipso facto y objetivamente un delito, no solo contra la Fe sino igualmente contra la acción sagrada. Una tal proclamación está entonces inculpada (afectada) de un delito del género “sacrilegio”; y eso, objetivamente y contra todo error, sea lo que sea del pecado cometido por los participantes.



Hasta la fecha, Monseñor Selways es el último Obispo del Linaje Thuc,
el más joven en la continuidad de la lucha Integrista Católica


              Se ve así cual es el verdadero alcance de la expresión “una cum”. Esta no significa solamente que al celebrar el Sacrificio de la Misa se reza por la Iglesia y por el Papa, como por (pro) tal persona privada o tal intención particular. “Una cum” consignifica, implícita pero necesariamente, que el Sacrificio de la Misa se celebra en unión con y bajo el movimiento de la persona moral que son unidamente (“una cum”) el Papa y la Iglesia; considerando que tal persona moral tiene el derecho in primis al fruto del Sacrificio, el cual es el único que puede fundar metafísicamente el hecho de participar en derecho in primis en el Acto de Cristo Sacerdote que ofrece el Sacrificio."



NOTAS ACLARATORIAS

   -1   El 15 de Marzo de 1938, el Sumo Pontífice Pío XI, confería "omnibus necessariis facultatibus" a Mons. Thuc, dispensándole del Mandato Pontificio para consagrar Obispos.


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miércoles, 26 de febrero de 2020

PIENSA TODOS LOS DÍAS EN LOS PADECIMIENTOS DEL SEÑOR


          Nuestro tiempo no es tiempo de temor ya que somos testigos de un Dios que ofreció la Vida para lograr hacerse amar. La pasión de Jesús fue llamada un exceso, por lo cual nadie que la medite podrá seguirle a medias.




          Si quieres crecer en la Vida del Espíritu, piensa todos los días en los padecimientos del Señor porque pensando en ellos es imposible que no te llenes de amor y fortaleza; amor capaz de relativizar los demás efectos en comparación con el Suyo, y fortaleza para sobrellevar con gozo las pruebas y las cargas inevitables de la vida.

             ¿Quién podrá desesperarse o irritarse por lo injusto de sus sufrimientos viendo a Jesús herido y despedazado? ¿Quién rehusará sujetarse a las exigencias del bien común al recordar a Cristo obediente hasta la muerte? ¿Quién podrá temer si se abraza a la Cruz de Nuestro Redentor?

          Se lamentaba Santa Teresa de que algunos libros le hubieran aconsejado dejar de meditar la Pasión, porque la Humanidad de Cristo hubiera pudiera impedirle la contemplación de su divinidad; y consciente del error exclamaba: "Oh Señor y Bien mío, Jesús Crucificado, me parecía haberte hecho una gran traición, pues ¿de dónde me vinieron todos los bienes sino de Vuestra Cruz?". 

          Decía San Pablo que solo ambicionaba saber la ciencia de la cruz, es decir, el amor que ella encierra: "Pues no quise entre vosotros sino a Jesucristo, y éste crucificado" (1 Co 11,2).

          Preguntado San Buenaventura de dónde sacaba tan copiosa y excelente doctrina como ponía en sus obras, dijo mostrando un crucifijo: "Este es el libro que me dicta todo lo que escribo. Aquí he aprendido lo poco que sé".

           ¿Dudarías de consagrarte por entero al Redentor si verdaderamente conocieras el misterio de la cruz? ¿Cómo habiéndote amado hasta la locura no ha logrado aún gobernarte el corazón? Ten presente que "Cristo murió por todos, para que los que viven no vivan para sí, sino para El que murió y resucitó por ellos" (2 Co 5,15).


San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia



Devocionario Católico: LA NECESARIA MORTIFICACIÓN EN LA VIDA DEL BUEN CRISTIANO (I)


El Señor nos pide que hagamos penitencia

El Buen Cristiano es aquél que imita a Cristo,
que le sigue a través del camino 
que conduce al Calvario...


                Nuestro Señor Jesucristo comenzó Su Vida Pública con cuarenta días de ayuno en el desierto como preparación (1). Más tarde, invitó dulcemente a todos aquellos que decían amarle a llevar junto a Él la Cruz, y les anunció la persecución, por ser Sus Discípulos (2). 




               Duerme Nuestro Señor, casi como un mendigo, a la intemperie en sus viajes, en los que no tiene donde reclinar Su cabeza (3). Afirma que nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos (4). Él mismo, se entrega a la muerte para salvarnos; todos los sufrimientos soportados por Cristo Redentor en Su cruenta Pasión, deben considerarse voluntarios, no sólo como el ofrecimiento de algo sucedido contra la propia voluntad y que no puede evitarse: “por eso me ama el Padre, porque doy Mi Vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; Yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo”

               Siguiendo el ejemplo claro de Nuestro Señor Jesucristo, dentro de tus obligaciones y trabajos diarios, procura vivir esta Santa Cuaresma -y mejor todo el año- en santo recogimiento, en tu particular desierto: ratos libres, que en lugar de usar para ir con amigos o jugar en casa, dedicarás a estar con Dios a solas; deshecha entonces de tu mente, los pensamientos absurdos, para ocuparla con jaculatorias y otros actos de amor a Dios y a la Virgen Inmaculada. Tal vez te has mortificado alguna vez a base de ayunar, de castigar tu cuerpo, de privarte de algún alimento de tu particular gusto. Son mortificaciones maravillosas, siempre que se tenga cuidado de no comprometer la salud y con revisión por parte de un Director Espiritual. 

               Sin embargo, olvidamos muchas veces mortificar el foco y origen de la mayoría de nuestros males: el pensamiento. ¿Cuántos pensamientos pasan constantemente por nuestra cabeza?, ¿Cuántos de ellos van dedicados a Dios, a la Virgen, a nuestra Santa Fe...?... por el contrario, ¿cuántas veces toleramos y hasta fomentamos ideas absurdas en nuestra mente?, ¿Por qué nos empeñamos en soñar despiertos y vivir adormilados con la anestesia de ideas vanas, que nunca se materializarán o que simplemente son justificaciones absurdas?

               Mortifica tu pensamiento sujetando las ideas, sometiéndolas a la Voz de Dios; siente el peso de la negación propia como Cristo lo sintió en Su Divina Cabeza, cuando se dejó coronar de espinas... y hazlo tan solo por dos motivos: por amor a Dios y a las almas; sobre todo, ten presentes a aquéllas que pasan la vida sin dedicar un solo pensamiento al Creador... tú, que has sido bendecido con el don de la Fe, has de reparar por aquellos que viven sin Dios; tú, que presumes amar a Dios, y obligado estás a ello por Su Ley, debes mortificarte por cuantos malos cristianos no lo hacen; tú, que estas líneas no lees por casualidad, tienes vocación de Apóstol, de dar el mejor testimonio de Fe Católica: el buen ejemplo.

              Mortifica tu mente, refrena las ideas vanas, las ocurrencias absurdas; llena tus ideas de imágenes y textos piadosos, para gustar a Dios con el pensamiento y de ahí con el corazón, el entendimiento y por fin, la voluntad. Ama la mortificación de tus ideas porque ello te asegurará la muerte de tu natural soberbia, que se alimenta de esos pensamientos de superioridad o egoísmo. Oblígate a pensar a menudo en el perdón y en la caridad para con aquellos que no te quieren bien, para eliminar cualquier resto de odio o rencor. Al mismo tiempo, desprende pensamientos de angustia, de desesperación, de incertidumbre... son susurros del demonio, que pretende que desconfiemos de la Providencia de Dios, que siempre nos ampara, aún cuando tengamos que padecer para entenderlo.


La Penitencia en el Antiguo Testamento


               "Todos los hombres, mujeres y niños de Israel que habitaban en Jerusalén se postraron ante el templo, cubrieron de ceniza sus cabezas y extendieron las manos ante el Señor". Libro de Judit, cap. 4, vers. 11

              "...y le dijo el Señor: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella". A los otros dijo, oyéndolo yo: "Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no miren con piedad vuestros ojos, no tengáis compasión. Matad a viejos, a jóvenes y a vírgenes, a niños y a mujeres, hasta que no quede ninguno. Pero a todo aquel sobre el cual esté la señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario". Comenzaron, pues, desde los hombres ancianos que estaban delante del templo." Profeta Ezequiel, cap. 9, vers. 4-6

              "Me dirigí hacia el Señor Dios, implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, saco y ceniza". Profeta Daniel, cap. 9, vers. 3

              "El anuncio llegó hasta el rey de Nínive, que se bajó del trono, se quitó su manto, se cubrió de saco y se sentó en la ceniza". Libro de Jonás, cap. 3, vers. 6 


La Penitencia en el Nuevo Testamento


              "...haced penitencia, pues el Reino de los Cielos está al llegar..." Evangelio de San Mateo, cap. 3, vers. 3

             "...cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu cara, para que los hombres no adviertan que ayunas, sino tu Padre que está en lo oculto; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará". Evangelio de San Mateo, cap. 6, vers. 16-18

             "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido". Evangelio de San Mateo, cap. 11, vers. 21

               "Os ruego... que le ofrezcáis vuestros cuerpos como una hostia viva, santa y agradable a sus ojos, que es el culto racional que debéis ofrecerle" Carta de San Pablo a los Romanos, cap. 12, vers. 1 

               "...los que son de Jesucristo, crucificaron su carne, con sus vicios y concupiscencias..." Carta de San Pablo a los Gálatas, cap. 5, vers. 24

               

NOTAS ACLARATORIAS

  - 1 Evangelio de San Mateo, cp. 4, vers. 2
  - 2 Evangelio de San Lucas, cap. 21, vers. 12
  - 3 Evangelio de San Mateo, cap. 8, vers. 20
  - 4 Evangelio de San Juan, cap. 15, vers. 13


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martes, 25 de febrero de 2020

XC ANIVERSARIO DEL CARDENAL MERRY DEL VALL

         


               Noble desde la cuna, por sangre y espíritu Católico, el español que fue mano derecha del Papa San Pío X, a pesar de su enorme trabajo y responsabilidad, pasó por esta tierra con un único deseo, "que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda..."

               Rafael María José Pedro Francisco Borja Domingo Gerardo de la Santísima Trinidad Merry del Val y Zulueta-Wilcox, nació en la Embajada Española de Londres, el 10 de Octubre de 1865. Hijo del embajador español en el Reino Unido, Rafael Merry del Val.

               Fue ordenado Sacerdote en 1888 y fundó, en 1890, el Colegio Español de Roma junto con el Obispo Manuel Domingo y Sol.

               En 1900 es nombrado Arzobispo titular de Nicea por León XIII, además de Presidente de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos, donde se había formado. Encargado por el Papa León XIII de la espinosa cuestión de la validez de las ordenaciones anglicanas, llevó a la Santa Sede a la respuesta negativa, luego oficializada (en Setiembre de 1896) con la Bula "Apostolicae curae", de la cual fue él el principal propagador.

               Gracias al trabajo de Merry del Val, León XIII confirmó la "nulidad" de las "ordenaciones celebradas con el rito anglicano", negando con ello la sucesión apostólica de tales obispos.

              Tras la muerte del Papa, en 1903, fue nombrado Secretario del Cónclave que eligió Papa a San Pío X. 

               El piadoso Papa de la Eucaristía, pronto lo nombraría Secretario de Estado; la decisión papal sorprendió a muchos por la juventud de Rafael, que tan sólo contaba con 38 años, y porque no era cardenal. Rafael Merry del Val ocuparía su puesto de mano derecha del Papa durante todo el Pontificado, desde 1903 hasta 1914. San Pío X le otorgó el capelo cardenalicio el 9 de Noviembre de 1903.





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               En la ceremonia de imposición del capelo cardenalicio, San Pío X le dedicó estas hermosas palabras: 

               "El buen olor de Cristo, Señor Cardenal, que habéis difundido en los lugares, también en vuestra morada temporal, y las múltiples obras de caridad a las que os habéis dedicado continuamente en el ministerio sacerdotal, especialmente en nuestra ciudad de Roma, os otorgaron, junto con la admiración, la estima universal".

               Aunque era de familia noble, vivía una vida sencilla y austera, con un gran amor a todos los necesitados. En su testamento dejó escrito: "Dejo todo lo que tengo a la Congregación de Propaganda Fide para las misiones más pobres". 

               Aun teniendo grandes dotes intelectuales, se hacía pequeño con los pequeños. Sin deseo de destacar, pedía al Señor el gran don de una humildad cada vez mayor. Son conocidas a este propósito sus "Letanías de la humildad", así como su apostolado oculto entre los jóvenes de Trastévere. 

               Pidió que su tumba estuviese "lo más cerca posible de mi amadísimo Padre y Pontífice Pío X" ; en su epitafio, leemos las sencillas palabras que él mismo escribió en su testamento: "Deseo ser sepultado con la mayor sencillez. Que en mi tumba se escriba solamente mi nombre con estas palabras: Da mihi animas, caetera tolle (Dame almas y llévate lo demás) el anhelo de toda mi vida".

               Entregó su alma al Altísimo el 26 de Febrero de 1930. En 1953, se iniciaría en Roma su proceso de Beatificación.

EL CARDENAL MERRY DEL VAL Y LA HEREJÍA MODERNISTA

               "Está haciendo un daño incalculable, destruyendo la Fe a derecha e izquierda, y no me sorprendería nada que, más pronto o más tarde, el Santo Padre deba denunciarla”, escribía en 1906 Rafael Merry del Val.

               Así lo hizo San Pío X en 1907, con la Encíclica Pascendi y el Decreto Lamentabili, elenco de los 65 errores principales del Modernismo, y en 1910 obligó a todos los sacerdotes a prestar el Juramento Antimodernista en el momento de su ordenación.



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