Noble desde la cuna, por sangre y espíritu Católico, el español que fue mano derecha del Papa San Pío X, a pesar de su enorme trabajo y responsabilidad, pasó por esta tierra con un único deseo, "que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda..."
Rafael María José Pedro Francisco Borja Domingo Gerardo de la Santísima Trinidad Merry del Val y Zulueta-Wilcox, nació en la Embajada Española de Londres, el 10 de Octubre de 1865. Hijo del embajador español en el Reino Unido, Rafael Merry del Val.
Fue ordenado Sacerdote en 1888 y fundó, en 1890, el Colegio Español de Roma junto con el Obispo Manuel Domingo y Sol.
En 1900 es nombrado Arzobispo titular de Nicea por León XIII, además de Presidente de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos, donde se había formado. Encargado por el Papa León XIII de la espinosa cuestión de la validez de las ordenaciones anglicanas, llevó a la Santa Sede a la respuesta negativa, luego oficializada (en Setiembre de 1896) con la Bula "Apostolicae curae", de la cual fue él el principal propagador.
Gracias al trabajo de Merry del Val, León XIII confirmó la "nulidad" de las "ordenaciones celebradas con el rito anglicano", negando con ello la sucesión apostólica de tales obispos.
Tras la muerte del Papa, en 1903, fue nombrado Secretario del Cónclave que eligió Papa a San Pío X.
El piadoso Papa de la Eucaristía, pronto lo nombraría Secretario de Estado; la decisión papal sorprendió a muchos por la juventud de Rafael, que tan sólo contaba con 38 años, y porque no era cardenal. Rafael Merry del Val ocuparía su puesto de mano derecha del Papa durante todo el Pontificado, desde 1903 hasta 1914. San Pío X le otorgó el capelo cardenalicio el 9 de Noviembre de 1903.
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"El buen olor de Cristo, Señor Cardenal, que habéis difundido en los lugares, también en vuestra morada temporal, y las múltiples obras de caridad a las que os habéis dedicado continuamente en el ministerio sacerdotal, especialmente en nuestra ciudad de Roma, os otorgaron, junto con la admiración, la estima universal".
Aunque era de familia noble, vivía una vida sencilla y austera, con un gran amor a todos los necesitados. En su testamento dejó escrito: "Dejo todo lo que tengo a la Congregación de Propaganda Fide para las misiones más pobres".
Aun teniendo grandes dotes intelectuales, se hacía pequeño con los pequeños. Sin deseo de destacar, pedía al Señor el gran don de una humildad cada vez mayor. Son conocidas a este propósito sus "Letanías de la humildad", así como su apostolado oculto entre los jóvenes de Trastévere.
Pidió que su tumba estuviese "lo más cerca posible de mi amadísimo Padre y Pontífice Pío X" ; en su epitafio, leemos las sencillas palabras que él mismo escribió en su testamento: "Deseo ser sepultado con la mayor sencillez. Que en mi tumba se escriba solamente mi nombre con estas palabras: Da mihi animas, caetera tolle (Dame almas y llévate lo demás) el anhelo de toda mi vida".
Entregó su alma al Altísimo el 26 de Febrero de 1930. En 1953, se iniciaría en Roma su proceso de Beatificación.
EL CARDENAL MERRY DEL VAL Y LA HEREJÍA MODERNISTA
"Está haciendo un daño incalculable, destruyendo la Fe a derecha e izquierda, y no me sorprendería nada que, más pronto o más tarde, el Santo Padre deba denunciarla”, escribía en 1906 Rafael Merry del Val.
Así lo hizo San Pío X en 1907, con la Encíclica Pascendi y el Decreto Lamentabili, elenco de los 65 errores principales del Modernismo, y en 1910 obligó a todos los sacerdotes a prestar el Juramento Antimodernista en el momento de su ordenación.
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