viernes, 28 de febrero de 2020

"PIENSA TÚ ÚNICAMENTE EN AMARLO TODO LO POSIBLE..."




               Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.



De los Dictados de Jesús 
a Sor Benigna Consolata


               "El espíritu interior es esencialmente espíritu de Fe. La Fe es la que orienta toda una vida. Es menester hacer muchos Actos de Fe para fortificarla cada día más. La Fe hace conocer el valor hasta de las cosas más pequeñas. Hace ver que un pequeño acto de obediencia vale más que si tú gobernases el mundo entero. La Fe debe hacer que veas a Tu Jesús en todas las ocasiones de mortificación. ¿No es verdad que si me vieras Niño pequeñito echarías enseguida los brazos para cogerme? 

               La Fe te hará ver a Tu Jesús en tus prójimos y si tú Me ves en él, me hablarás con dulzura. La Fe te hará ver el valor de la pureza de intención; es como si unieras tus acciones a Mis Méritos Infinitos, es como si las sumergieras en Mi Preciosa Sangre. Un alma fidelísimamente fiel tiene todo poder sobre Mi Corazón... Si quieres agradarme, confía en Mí. Si quieres agradrarme más, confía aún más; si quieres agradarme inmensamente, nunca podrás confiar todo lo que desea Mi Corazón. Un Acto de Confianza me agrada hasta ese punto, por la razón de que con él se honran Mis más queridos atributos: la Bondad y la Misericordia.

              Benigna mía, no pierdas un momento más en pensar acerca de ti misma, ya sea tocante al alma, ya al cuerpo. Tú tienes un Esposo, que piensa en estas cosas, piensa tú únicamente en amarlo todo lo posible.

               ¿Sabes cuál es el camino que conduce más pronto al Paraíso? Es la esperanza en Mis Méritos y la fidelidad a la Gracia. 

              La intimidad con Dios es un tesoro tan grande, que el alma que la he encontrado debe hacer como se lee en el Evangelio, del hombre que encontró un tesoro en el campo, que fue con alegría a venderlo todo para comprar el campo que encerraba este tesoro; así debes hacer tú con la mortificación, venderlo todo; es decir, todas las satisfacciones de los sentidos, para comprar el campo del recogimiento donde está escondida la vida de unión con Dios; esta unión puede ser más o menos íntima. Mira, en el palacio del Rey hay empleados servidores que no ven al Rey más que raras veces, pero la esposa ¿qué íntimas relaciones no tiene con Su Esposo? Asimismo ocurre con las almas: unas hay que en la intimidad con Dios ocupan el lugar de la esposa y otras almas son como sirvientas, esto depende del mayor o menor amor y fidelidad.

              Un alma muy fiel es también un alma que ama mucho y un alma que, ama mucho es un alma muy fiel. La medida del amor es la medida de la fidelidad, y la fidelidad es como el termómetro del Amor. Cuando crece el Amor, crece también la fidelidad, crece la humildad, crece la obediencia.

               Cuando el Amor encuentra un alma fiel, humilde, obediente y mortificada, toma de ella una posesión particularísima, y lleva a esta alma a una gran perfección, si el alma es fiel a seguir Sus impulsos. Un alma fiel al Amor siempre está alegre..."






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