lunes, 30 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 30: HEREDERA DE MI CORAZÓN

   

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Yo te constituyo heredera de Mi Corazón y de todos Sus tesoros en el tiempo y en la eternidad, permitiéndote usar de ellos según tus deseos; te prometo que no dejaré de socorrerte sino cuando Mi Corazón carezca de poder; tú serás para siempre Su discípula muy amada, el juguete de Su beneplácito y el holocausto de Sus deseos; y Él será el único regocijo de tus deseos que reparará y suplirá tus defectos y desempeñará tus obligaciones.


ORACIÓN DIARIA


Toca sobre la imagen para verla en su tamaño original; se recomienda imprimirla, así como difundirla en redes sociales, aplicaciones de mensajería, etc. 
Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



domingo, 29 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 29: EL MÁS BELLO DE TODOS LOS AMANTES

  

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Un día, después de la Comunión, le dijo claramente el Salvador: Yo Soy el más bello, el más rico, el más poderoso, el más perfecto y cumplido de todos los amantes; ¿cómo quieres romper tu amistad Conmigo? Si Me eres fiel, no te dejaré jamás, y Me haré tu triunfo contra todos tus enemigos.


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



sábado, 28 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 28: TENER PARTE EN MI DOLOR

   

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Se le presentó una vez Nuestro Señor delante de ella cargado con una cruz, cubierto de llagas y de sangre, y le dijo con voz dolorosamente triste: ¿No habrá quien tenga piedad de Mí y quiera compartir y tener parte en Mi dolor en el lastimoso estado en que Me ponen los pecadores, sobre todo en este tiempo?. La Santa se le ofreció, y el Salvador colocó sobre sus hombros Su pesada cruz toda erizada de espinas y clavos. Oh maldito pecado – exclamaba después Santa Margarita–, ¡qué detestable eres por la injuria que haces a mi soberano Bien!.


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



viernes, 27 de junio de 2025

FESTIVIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN, ESPECIAL ALABANZA AL AMOR INFINITO

 



                    La Festividad de hoy es como una prolongación de la Fiesta del Corpus Christi. Su objeto es el Amor infinito hacia nosotros que radica en el Corazón del Hombre-Dios, y que se manifestó sobre todo, en Su Pasión y en la Sagrada Eucaristía. 

                    Veneramos el Sagrado Corazón de Jesús como símbolo y manifestación de Su Amor a nosotros. Ese Corazón deífico es como la personificación del amor que hemos ido descubriendo al celebrar cada uno de los grandes Misterios del Año Litúrgico. Hoy, no pretendemos otra cosa que honrar ese amor divino-humano y sumergirnos en él, diciendo con San Buenaventura "Puesto que hemos ido ya a este Corazón dulcísimo y es tan bueno permanecer en Él, hagamos lo posible para no salir de Él..." 

                    El fundamento de la Devoción del Sagrado Corazón de Jesús radica en el fondo mismo de la Teología Cristiana, aunque la Devoción misma es reciente. Sus primeros heraldos y propagadores fueron las dos Místicas benedictinas del siglo XIII: Santa Gertrudis y Santa Matilde, que tuvieron ya una visión clara de la grandeza de este Misterio. La primera, Santa Gertrudis, tuvo un éxtasis en el cual se le apareció San Juan Evangelista, interpretándole el significado de los Santos Latidos que él mismo oyó en el Corazón Divino durante la Última Cena. Su fuego debía reservarse para calentar el mundo en los Últimos Tiempos, cuando fuese enfriándose la Fe y relajándose la Piedad. Las dos Santas Místicas vieron el Corazón de Jesús sobre un altar en el cual Cristo se ofrecía a sí Mismo como una Víctima agradable a Dios.

                    Al empezar la Edad Moderna, el Protestantismo, con su sequedad, debilitó en la Cristiandad el amor y la confianza de los hombres en Dios. Esta tendencia vino a ser verdaderos estragos con las doctrinas sombrías del Jansenismo, y fue entonces, a finales del siglo XVII, cuando aparecieron en la Iglesia los más grandes apóstoles de la Devoción al Sagrado Corazón: en España, el Padre Bernardo de Hoyos, en Francia, San Juan Eudes y Santa Margarita María de Alacoque, que recibió una nueva Visita del Sagrado Corazón de Jesús el 16 de Junio de 1675, para solicitarle que trabajara en pro de esta Devoción y que así fuese reconocida y festejada por la Iglesia; poco después, el Papa Clemente XIII permitió la celebración de la Fiesta, pero hasta la época del Papa Pío IX, no sería de obligada celebración en la Iglesia Universal hasta 1856.

                    No pasaría mucho tiempo hasta que Nuestro Señor quisiera recordar al mundo este Mensaje de Paz y Caridad; así lo hizo a principios del pasado siglo XX, cuando se le manifestó a otra religiosa visitandina, Sor Benigna Consolata Ferrero (de Como, Italia) o unos años después a la española Sor Josefa Menéndez: a una y a la otra Jesús desvela los secretos más ocultos de Su Divino Corazón, donde ambas Místicas coinciden en la necesidad de vivir en profunda unión con este Sacratísimo Corazón que solo busca amar y perdonar.




ESPECIAL ALABANZA AL AMOR INFINITO

                    El simple enunciado del Nombre Santísimo de Jesús recuerda la idea del amor. ¡El amor insondable e infinito que llevó a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad a encarnarse!. El amor expresado a través de esa humillación incomprensible de un Dios que se manifiesta a los hombres como un niño pobre, que acaba de nacer en una gruta.

                    El amor que se manifiesta a través de aquellos treinta años de vida recogida, en la humildad de la más estricta pobreza, y en las fatigas incesantes de aquellos tres años de evangelización, en que el Hijo del Hombre recorrió caminos y atajos, traspuso montes, ríos y lagos, visitó ciudades y aldeas, atravesó desiertos y poblados, habló a ricos y pobres, esparciendo amor y recogiendo en la mayor parte del tiempo principalmente ingratitud.

                    ¡El amor demostrado en aquella Cena suprema, precedida por la generosidad del lavado de los pies y coronada por la institución de la Eucaristía! El amor de aquel último beso dado a Judas, de aquella mirada suprema dirigida a San Pedro, de aquellas afrentas sufridas en la paciencia y en la mansedumbre, de aquellos sufrimientos soportados hasta la total consumación de las últimas fuerzas, de aquel perdón mediante el cual el Buen Ladrón robó el Cielo, de aquel don extremo de una Madre Celestial a la humanidad miserable.

                    Cada uno de estos episodios fue meticulosamente estudiado por los sabios, piadosamente meditado por los Santos, maravillosamente reproducido por los artistas, y sobre todo inigualablemente celebrado por la liturgia de la Iglesia. Para hablar sobre el Sagrado Corazón de Jesús, sólo hay un medio: es recapitular debidamente sobre cada uno de ellos.

                    Realmente, venerando al Sagrado Corazón, la Santa Iglesia no quiere otra cosa sino prestar una especial alabanza al Amor infinito que Nuestro Señor Jesucristo dispensó a los hombres. El corazón simboliza el amor, y dando culto al Corazón, la Iglesia celebra el Amor.

                    La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es por excelencia, la fiesta del amor de Dios. En ella, la Iglesia nos propone como tema de meditación y como blanco de nuestras plegarias el amor tiernísimo e invariable de Dios, que hecho hombre, murió por nosotros. Mostrándonos el Corazón de Jesús ardiendo de amor a despecho de las espinas con que lo circundamos por nuestras ofensas, la Iglesia abre para nosotros la perspectiva de un perdón misericordioso y amplio, de un amor infinito y perfecto, de una alegría completa e inmaculada, que deben constituir el encanto perenne de la vida espiritual de todos los verdaderos católicos.

                    Amemos al Sagrado Corazón de Jesús. Esforcémonos porque esa devoción triunfe auténticamente (no apenas a través de algunos simbolismos) en todos los hogares, en todos los ambientes y sobre todo en todos los corazones. Sólo así conseguiremos reformar al hombre contemporáneo. 

Doctor Plinio Corrêa de Oliveira




PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

        1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

        2. Pondré paz en sus familias.

        9. Les consolaré en sus penas.

        4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.

        5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.

        6. Bendeciré las casas en que la imagen de Mi Corazón sea expuesta y venerada.

        7. Los pecadores hallarán en Mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la Misericordia.

        8. Las almas tibias se volverán fervorosas.

        9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.

        10. Daré a los Sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.

        11. Las personas que propaguen esta Devoción tendrán escrito su nombre en Mi Corazón y jamás será borrado de Él...

        12. Les prometo en el exceso de Mi Misericordia, que Mi Amor Todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros Viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin Mi gracia, ni sin la recepción de los Santos Sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo.




EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 27: VÍCTIMA DE AMOR INMOLADA Y OFRECIDA

 

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Como considerase cierto día atentamente, durante la oración a mi Salvador en el Huerto de los Olivos, sumergido en la tristeza y agonía de un dolor rigurosamente amoroso, y me sintiese al mismo tiempo muy apremiada del deseo de participar de Sus dolorosas angustias, me dijo con mucho amor: "Aquí fue donde sufrí interiormente más que en todo el resto de Mi Pasión, al sentirme abandonado por completo del Cielo y de la tierra y cargado con todos los pecados de los hombres. Comparecí ante la Santidad de Dios, el cual, sin tener en cuenta Mi inocencia, Me hirió en Su furor y me hizo beber el cáliz que contenía toda la hiel y amargura de Su justa indignación... debes elevar entonces tu corazón y tus manos al Cielo con oraciones y buenas obras y presentarme continuamente a Mi Padre como Víctima de Amor inmolada y ofrecida por los pecados de todo el mundo".


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



jueves, 26 de junio de 2025

SAN PELAYO DE CÓRDOBA, Mártir de la Pureza



                    San Pelayo era sobrino del Obispo de Tuy, llamado Hermigio; ambos estuvieron con el rey Ordoño II de León en la Batalla de Valdejunquera, en 920, aliado con el Rey de Navarra Sancho Garcés. En la batalla, Abderramán les infligió una abrumadora derrota a las huestes cristianas, capturando numerosos prisioneros, los cuales fueron llevados a Córdoba. Entre ellos estaban Hermigio y su sobrino Pelayo,  de apenas 9 años de edad.

                    Después de un tiempo de estar en cautiverio, Hermigio, en su calidad de Obispo, negoció que lo liberaran para ir a reunir el monto del rescate que pedía el emir de Córdoba por su libertad; y como rehén quedó su pequeño sobrino. Pero el tío nunca regresó.

                    San Pelayo pasó en Córdoba los siguientes cuatro años; el niño se fue convirtiendo en un joven inteligente y despierto que no dejaba de hablar de Jesús ni de promover las bondades del Cristianismo. Esto fue lo que llamó la atención de las autoridades.

                    Un fatídico 26 de Junio de 925, cuando contaba apenas con trece o catorce años de edad, San Pelayo fue conducido sorpresivamente ante Abderramán III, a quien le llegaron rumores de su devoción. El monarca tuvo la idea de hacerlo renegar del Cristianismo, pero las convicciones de San Pelayo eran demasiado firmes. Se dice que Abderramán le solicitó favores sexuales... Abderramán le dijo sin titubeos:  -Niño, te elevaré a los honores de un alto cargo, si quieres negar a Cristo y afirmar que nuestro Profeta es auténtico. ¿No ves cuántos reinos tengo?. Además te daré una gran cantidad de oro y plata, los mejores vestidos y adornos que precises. Recibirás, si aceptas, el que tú eligieres entre estos jovencitos, a fin de que te sirva a tu gusto, según tus principios. Y encima te ofreceré pandillas para habitar con ellas, caballos para montar, placeres para disfrutar. Por otra parte, sacaré también de la cárcel a cuantos desees, e incluso otorgaré honores inconmensurables a tus padres si tú quieres que estén en este país.

                    Pelayo respondió decidido: –Lo que prometes, emir, nada vale, y no negaré a Cristo; soy cristiano, lo he sido y lo seré, pues todo eso tiene fin y pasa a su tiempo; en cambio, Cristo, al que adoro, no puede tener fin, ya que tampoco tiene principio alguno, dado que Él personalmente es el que con el Padre y el Espíritu Santo permanece como único Dios, quien nos hizo de la nada y con su poder omnipotente nos conserva.

                    Abderramán III no obstante, más enardecido, pretendió cierto acercamiento físico, tocándole el borde de la túnica, a lo que Pelayo reaccionó airado:–«Retírate, perro, dice Pelayo. ¿Es que piensas que soy como los tuyos, un afeminado?, y al punto desgarró las ropas que llevaba vestidas y se hizo fuerte en la palestra, prefiriendo morir honrosamente por Cristo a vivir de modo vergonzoso con el diablo y mancillarse con los vicios.

                    Pelayo, pasando por la prueba con voluntad inconmovible, se mantenía impertérrito, por cuanto ahora no rehusaba en absoluto padecer por Cristo. Al conocer el emir la firmeza de Pelagio, ordenó que lo despedazasen con la espada, miembro a miembro, y que fuese arrojado al río. Los verdugos, por su parte, en virtud de la orden recibida, después de sacar el puñal, se entregaron frenéticamente a tan crueles escarnios contra él, que se podría pensar que ejecutaban el sacrificio que, sin ellos saberlo, era necesario que se ofreciera en presencia de nuestro Señor Jesucristo. Uno le amputó de cuajo un brazo, otro le segó las piernas, otro incluso no dejó de herir su cuello. Entre tanto permanecía sin espantarse el mártir, del que gota a gota manaba abundante sangre e vez de sudor, seguramente sin invocar a nadie más que a nuestro Señor Jesucristo, por quien no rehusaba padecer, diciendo: ‘Señor, líbrame de la mano de mis enemigos’. En este momento emigró su espíritu a la presencia de Dios; su cuerpo, en cambio, fue arrojado al fondo del río Guadalquivir. Pero de ninguna manera faltaron fieles que lo buscasen y llevasen solemnemente hasta su sepulcro. En realidad, su cabeza la guarda el cementerio de San Cipriano; su cuerpo, empero, el verde campo santo de San Ginés».

                    «¡Oh martirio verdaderamente digno de Dios –concluye Raguel– que comenzó a la hora séptima, y llegó a su cumplimiento al atardecer del mismo día! El santísimo Pelayo, a la edad aproximada de trece años y medio, sufrió el martirio según se ha dicho, en la ciudad de Córdoba, en el reinado de Abd al-Rahmán, sin duda un Domingo, a la hora décima, el 26 de Junio en la era de 963 [925]».

                    Las gestiones para la obtención de sus reliquias son provocadas por la monja Elvira, hermana del rey Sancho el Craso. En los comienzos del reinado del niño Ramiro III, mientras Elvira controla el poder, llegan a León las sagradas reliquias en 967. Por temor a las campañas de Almanzor, su cuerpo fue trasladado a Oviedo y se depositó en la iglesia del monasterio femenino de San Juan Bautista en 996. El 15 de Enero de 1794 Fray Juan de Ron y Valcárcel, General de la Congregación de San Benito en España, autorizó desde el Monasterio de San Pelayo de Oviedo, el traslado a Córdoba de una reliquia de San Pelagio, recibida en la ciudad el 14 de Enero de 1798 y conservada en la Capilla del Seminario.



EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 26: EL DIVINO PURGATORIO DE MI AMOR

  

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón




               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               ...me presentó Su Sagrado Corazón como un horno encendido, en donde sentí que me arrojaban y en el acto quedé penetrada y abrasada con tan vivos ardores, que me parecía iba a quedar reducida a cenizas. Me dijo estas palabras: "Este es el divino purgatorio de Mi Amor, en el cual te purificarás durante el tiempo de esta vía purgativa: después hará que encuentres en Él una mansión de luz, y finalmente de unión y transformación".


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



miércoles, 25 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 25: SERVIRME DE TU CORAZÓN COMO UN CANAL

  

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               ...enseñarte que no te debes apropiar de esas gracias, ni ser mezquina en distribuirlas a los demás, ya que he querido servirme de tu corazón, como de un canal, con el fin de repartirlas, según Mis designios, en las almas, muchas de las cuales serán retiradas por este medio del abismo de perdición. Te haré ver que Soy la Verdad eterna, que no puede mentir; que Soy fiel a Mis Promesas, y que las gracias que te hice pueden resistir todo género de exámenes y de pruebas.


ORACIÓN DIARIA


Toca sobre la imagen para verla en su tamaño original; se recomienda imprimirla, así como difundirla en redes sociales, aplicaciones de mensajería, etc. 
Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



martes, 24 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 24: ENCIERRA EN TU PECHO UNA PEQUEÑA CENTELLA

  

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón




               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Me pidió después el corazón, y yo le supliqué que lo tomase. Le cogió e introdujo en Su Corazón adorable, en el cual me mostró como un pequeño átomo, que se consumía, en aquel horno encendido. Le sacó de allí cual si fuera una llama ardiente en forma de corazón, y le volvió a poner en el sitio de donde lo había cogido, diciéndome: "He ahí, Mi muy amada, una preciosa prenda de Mi Amor, el cual encierra en tu pecho una pequeña centella de sus vivas llamas para que te sirva de corazón, y te consuma hasta el postrer momento. No se extinguirá su ardor, ni podrá encontrar refrigerio a no ser algún tanto en la sangría, cuya sangre marcaré de tal modo con Mi cruz, que en vez de alivio te servirá de humillación y sufrimiento..."


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



lunes, 23 de junio de 2025

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 23: HE ESTABLECIDO EN TU ALMA MI REINO DE PAZ

   

Ejercicio piadoso en Honor del 
Sagrado Corazón de Jesús
según los escritos de la mística Santa Margarita Mª. de Alacoque,
virgen salesa, Vidente y Apóstol de la Devoción al Sacratísimo Corazón



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               ...tengo que poner sobre tus débiles espaldas una áspera y pesada Cruz; pero Soy bastante poderoso para sostenerla. Nada temas y déjame hacer de ti y en ti cuanto quiera, sin que hagas tú nada por tu parte ni para esconderte en el desprecio, ni para presentarte en la estima. No permitiré a Satanás que te tiente más que en las tres tentaciones en que tuvo la osadía de atacarme a Mí. Pero nada temas, confía en Mí; Yo Soy tu protector y fiador. He establecido en tu alma Mi Reino de Paz, la cual nadie podrá turbar; y en tu corazón el de Mi Amor, el cual te dará una alegría que nadie podrá arrebatarte.


ORACIÓN DIARIA


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Se puede emplear SIN FINES COMERCIALES ni de lucro personal.


ORACIÓN FINAL 

               Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.