sábado, 29 de septiembre de 2012

SAN MIGUEL ARCÁNGEL , SU CORONA Y LAS PROMESAS A SUS DEVOTOS


          En una aparición a la Sierva de Dios, Antonia d´Astonac, religiosa carmelita de Portugal, hacia el año 1750, el Príncipe de los Ángeles pidió que se compusieran en su honor nueve salutaciones, correspondientes a los Nueve Coros de los Ángeles, las cuales consistirían cada una en la recitación de un Padrenuestro y tres Avemarías.

          El 8 de Agosto de 1851, el Papa Pío IX concedió indulgencias a quienes rezasen esta Corona en honor de San Miguel Arcángel. También se creó un rosario especial para la recitación de la Corona que había solicitado el Arcángel.


          Prometió el Glorioso Arcángel que quien le honrase de esta manera antes de la Sagrada Comunión, sería acompañado a la Sagrada Mesa por un Ángel de cada uno de los Nueve Coros. Y quienes rezasen todos los días estas nueve salutaciones, les prometió además Su asistencia y la de los Santos Ángeles durante su vida y que después de la muerte los libraría del Purgatorio a ellos y a sus allegados.





MODO DE REZAR LA CORONA
DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL


          Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor Dios nuestro + En el Nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

- Dios mío, ven en mi auxilio

   Señor, date prisa en socorrerme.


- Gloria al Padre...  



   SALUTACIÓN I. Un Padrenuestro y tres Avemarías al primer coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del celeste coro de Serafines, suplicamos al Señor nos haga dignos de una llama de perfecta caridad. Amén
.

   SALUTACIÓN II. Un Padrenuestro y tres Avemarías al segundo coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro celeste de Querubines, quiera el Señor concedernos la gracia de abandonar el camino del pecado, y de correr por el de la perfección cristiana. Amén.


   SALUTACIÓN III. Un Padrenuestro y tres Avemarías al tercer coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del sagrado coro de los Tronos, infunda el Señor en nuestros corazones un espíritu de verdadera y sincera humildad. 

Amén.

   SALUTACIÓN IV. Un Padrenuestro y tres Avemarías al cuarto coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro celeste de las Dominaciones, quiera el Señor concedernos la gracia de poder dominar nuestros sentidos y corregir las pasiones depravadas. Amén.


   SALUTACIÓN V. Un Padrenuestro y tres Avemarías al quinto coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del celeste coro de las Potestades, dígnese el Señor librar nuestras almas de las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.


   SALUTACIÓN VI. Un Padrenuestro y tres Avemarías al sexto coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro de las admirables Virtudes celestiales, no permita el Señor que caigamos en las tentaciones, sino que nos libre de todo mal. Amén.


   SALUTACIÓN VII. Un Padrenuestro y tres Avemarías al séptimo coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro celeste de los Principados, dígnese Dios llenar nuestras almas del espíritu de verdadera y sincera obediencia. Amén.


   SALUTACIÓN VIII. Un Padrenuestro y tres Avemarías al octavo coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro celeste de los Arcángeles, quiera el Señor concedernos el don de la perseverancia en la fe y en las obras buenas, para que podamos conseguir la gloria del paraíso. Amén.


   SALUTACIÓN IX. Un Padrenuestro y tres Avemarías al noveno coro angélico.
     Por intercesión del Glorioso Arcángel San Miguel y del coro celeste de todos los Ángeles, dígnese el Señor concedernos que nos guarden en la presente vida mortal, y después nos conduzcan a la gloria eterna de los cielos. Amén. 





A CONTINUACIÓN SE REZAN CUATRO PADRENUESTROS:

el primero a San Miguel, el segundo a San Gabriel, el tercero a San Rafael, y el cuarto a nuestro Ángel Custodio.

Se concluye este ejercicio con la siguiente antífona y después una oración final:

          Gloriosísimo Príncipe San Miguel Arcángel, Cabeza y Jefe de los Ejércitos Celestiales, Depositario de las almas, Vencedor de los espíritus rebeldes, doméstico en la real morada de Dios, nuestra guía admirable después de Jesucristo, y de excelencia y virtud sobrehumanas; dignaos librar de todo mal a todos los que acudimos a Vos con confianza, y haced por medio de vuestra protección incomparable que adelantemos cada día en servir fielmente a nuestro Dios.

- Ruega por nosotros, oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo... 
Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.

ORACIÓN FINAL

Omnipotente y Sempiterno Dios, que con un prodigio de bondad y misericordia para la salvación de los hombres elegisteis por Príncipe de vuestra Iglesia al Gloriosísimo San Miguel Arcángel; os suplicamos nos hagáis dignos de que con su benéfica protección nos libre de todos nuestros enemigos, para que ninguno de ellos nos moleste en la hora de nuestra muerte, sino que seamos conducidos por él a la presencia de Vuestra Divina Majestad. Por los méritos de Nuestros Señor Jesucristo. Amén.

INDULGENCIAS

El Papa Pío IX concedió una Indulgencia Plenaria una vez al mes, a aquellos que la rezaren diariamente; Indulgencia Plenaria, con las mismas condiciones, en las fiestas de la Aparición de San Miguel Arcángel (8 de Mayo); de su Dedicación (29 de Septiembre); además del día de los Santos Ángeles Custodios (2 de Octubre)






viernes, 28 de septiembre de 2012

ORACIÓN DIARIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


ORACIÓN 
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


QUE RECITABA A DIARIO
EL PADRE PÍO DE PIETRELCINA



La presente imagen está diseñada para ser impresa; toque sobre ella para verla
en tamaño original. Se permite su copia y difusión, siempre que se respete
en en su originalidad y no se use con fines lucrativos



      ¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, 
llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en Tu Palabra divina llamo, 
busco y Te pido la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío


      ¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, todo lo que pidiereis a Mi Padre 
en Mi Nombre, El os lo concederá" He aquí que, confiado 
en Tu Palabra divina, pido al Eterno Padre en Tu Nombre la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío


      ¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán,
 mas Mis palabras no pasarán." He aquí que, confiado 
en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío



      Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, 
ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que Te pedimos
 por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, 
ruega por nosotros.


Terminamos con la Salve a la Virgen




jueves, 27 de septiembre de 2012

SANTOS COSME Y DAMIÁN, MÁRTIRES


      

      Los hermanos gemelos San Cosme y San Damián, nacidos en la provincia romana de Arabia Petrea hacia el siglo III d.C, fueron afamados médicos en su tiempo, por lo que después de su ejecución a manos del gobernador romano de Cilicia por propagar la fe cristiana entre las más capas humildes de la sociedad fueron considerados junto al evangelista San Lucas como los santos patrones de los galenos, cirujanos, boticarios,… de toda la Cristiandad. 

       Desde un principio, la tumba donde se depositaron sus aseteados y torturados restos por los soldados romanos en la localidad siria de Cirhus se convirtió en un lugar donde numerosos creyentes, incluidos personajes de la talla del emperador bizantino Justiniano I, aquejados de las más variadas enfermedades y dadas perdidas por los médicos acudían a sanar. 

      Pero también su nombre ha quedado ligado a la historia de los trasplantes por una curiosa historia; el milagro que unió definitivamente el nombre de San Cosme y San Damián con los trasplantes nos lo relata Jacques de Vorágine (siglo XIII) en su famosísima obra a lo largo de los siglos Leyenda áurea de la vida de los Santos. En esta compilación de milagros de santos y beatos, se nos cuenta como en el París del siglo XIII la pierna de
un presbítero de una iglesia de la ciudad encomendada a la protección de los dos santos lentamente se fue gangrenando debido a un tumor o una infección, causándole grandes dolores. Tanto debió de ser su sufrimiento, que los patrones de su parroquia se apiadaron de su piadoso feligrés y una noche le sustituyeron el miembro enfermo por una extremidad sana procedente de un criado “moro” o de raza etiope que acababa de fallecer el día anterior, realizando así uno de los primeros trasplantes conocido por historia: 



       "…el encargado de cuidar el templo parisino dedicado a ambos santos sufría enormemente a causa de un tumor en su pierna; y una mañana despertó sin dolor y con una pierna obtenida del cadáver de un etíope fallecido el día de antes." 



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lunes, 24 de septiembre de 2012

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED


      Una noche, la que va del 1 al 2 de agosto de 1218, hallándose San Pedro Nolasco en oración, se le apareció la Santísima Virgen rodeada de ángeles y radiante de gloria, y no sólo le animó en sus intentos, sino que le declaró la histórica revelación de su misión mercedaria, y tal revelación fue la siguiente:

     "Que la obra de redimir cautivos, a la cual él se dedicaba, era muy agradable a Dios, y para perseverar en ella y engrandecerla y perpetuarla le transmitía el mandato de fundación de una Orden religiosa, cuyos miembros imitaran a su Hijo, Jesucristo, redimiendo a los cristianos cautivos de infieles, dándose a sí en prenda, si fuera menester, para completar la obra de libertad encomendada."


      Desapareció la Santísima Virgen y quedó Nolasco arrobado en la fruición de la gloria de Dios, que se había acercado a él con la embajada de María. Si grande era su gozo, mayor era su humildad, creyéndose indigno de aquella celestial visita.

      Disputan los autores si la visión de la Santísima Virgen fue material y corpórea, en que los sentidos percibiesen y distinguiesen con claridad, o bien fue visión interna o espiritual, como un rayo de luz fulgente venido de Dios.

      Dentro de las tradiciones mercedarias se repite más la palabra descensión que la de visión. Y el papa Pío VI, el 2 de agosto de 1794, permitió usar el término descensión en el introito y en el prefacio de la Misa que celebra la Orden el 24 de septiembre y todos los sábados del año en honor de la Excelsa Reina de los Cielos y Madre de la Orden Mercedaria.

      Con esta aparición, Nuestra Señora vino a dar realidad a las ardientes aspiraciones de San Pedro Nolasco, que no eran otras que la redención y salvación de los cautivos. Ese hecho maravilloso fijó para siempre el rumbo de su vida, selló con carácter específico su santidad y lo confirmó en el ejercicio de la caridad, que más tarde lo convertiría en héroe de esta virtud.

      Diez días más tarde San Pedro Nolasco se decidió a cumplir el mandato divino, alentado y apoyado por el rey Don Jaime el Conquistador y por el consejero real San Raimundo de Peñafort. A tal efecto, el día 10 de agosto de 1218, fiesta de San Lorenzo, ante el altar de Santa Eulalia de la Iglesia catedral de Barcelona, el Obispo de la misma, Don Berenguer de Palóu, vistió canónicamente el hábito blanco al Santo y algunos de los jóvenes que con él trabajaban y quedó fundada la Orden de la Merced.

      La Virgen sonrió desde el Cielo, alegrado su corazón de Madre y de Corredentora con esta fundación mercedaria. Vio realizado su Fiat creador. Desde entonces, Nuestra Señora quedó constituida en Madre especial de los nuevos frailes y de sus hermanos los cautivos y reinaría poderosa para siempre en el corazón de cuantos la invocan con el título de la Merced.

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domingo, 23 de septiembre de 2012

¿POR QUÉ LLORABA PADRE PÍO?

23 de Septiembre, Aniversario de su Entrada en el Paraíso


Padre Pío de Pietrelcina

Primer Sacerdote Estigmatizado
Víctima por los pecadores y las Almas del Purgatorio
Fidelísimo hijo de San Francisco
Amante defensor de la Misa Católica

Ruega por nosotros


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viernes, 21 de septiembre de 2012

ACTO DE RELIGIÓN POR EXCELENCIA


  
     "La caridad divina tiene su primer origen en el Espíritu Santo, que es el Amor personal del Padre y del Hijo, en el seno de la augusta Trinidad. Con toda razón, pues, el Apóstol de las Gentes, como haciéndose eco de las palabras de Jesucristo, atribuye a este Espíritu de Amor la efusión de la caridad en las almas de los creyentes: «La caridad de Dios ha sido derramada en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado».


      Este tan estrecho vínculo que, según la Sagrada Escritura, existe entre el Espíritu Santo, que es Amor por esencia, y la caridad divina que debe encenderse cada vez más en el alma de los fieles, nos revela a todos en modo admirable, venerables hermanos, la íntima naturaleza del culto que se ha de atribuir al Sacratísimo Corazón de Jesucristo. En efecto, manifiesto es que este culto, si consideramos su naturaleza peculiar, es el acto de religión por excelencia, esto es, una plena y absoluta voluntad de entregarnos y consagrarnos al amor del Divino Redentor, cuya señal y símbolo más viviente es su Corazón traspasado. 

      E igualmente claro es, y en un sentido aún más profundo, que este culto exige ante todo que nuestro amor corresponda al Amor divino. Pues sólo por la caridad se logra que los corazones de los hombres se sometan plena y perfectamente al dominio de Dios, cuando los afectos de nuestro corazón se ajustan a la divina voluntad de tal suerte que se hacen casi una cosa con ella, como está escrito: «Quien al Señor se adhiere, un espíritu es con El." 

Papa Pío XII, Encíclica Haurietis Aquas, 15 de mayo de 1956

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miércoles, 19 de septiembre de 2012

EXTRACTOS DEL MENSAJE NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE. Profecías sobre la Apostasía de los sacerdotes y la consecuente pérdida de la Fe



ALGUNOS EXTRACTOS DEL MENSAJE 
DE NUESTRA SEÑORA EN LA SALETTE

(FRANCIA, Septiembre de 1846)



LOS MALOS SACERDOTES

               Los sacerdotes, ministros de Mi Hijo, por su mala vida, su irreverencia e impiedad en la celebración de los Santos Misterios, por el amor al dinero, a las honras y a los placeres, se transformarán en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes atraen la venganza, y la venganza se cierne sobre sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios que, por su infidelidad y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y claman por venganza y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no se encuentra más una persona que implore misericordia y perdón para el pueblo, no hay más almas generosas, no hay nadie más digno de ofrecer la Víctima Inmaculada al Padre Eterno a favor del mundo.

PÉRDIDA DE LA FE POR PARTE DE LOS CONSAGRADOS

                En el año 1864, Lucifer y un gran número de demonios serán liberados del infierno; ellos abolirán la Fe poco a poco, hasta en las personas consagradas a Dios; ellos las cegarán de tal modo que, salvo una gracia particular, adquirirán el espíritu de esos malos ángeles; muchas casas religiosas perderán completamente la Fe y perderán muchas almas.

                Los malos libros abundarán sobre la Tierra y los espíritus de las tinieblas difundirán por todas partes un relajamiento universal en todo lo que se refiere al servicio de Dios; ellos tendrán un enorme poder sobre la naturaleza; habrá iglesias para rendir culto a esos espíritus.




INFLUENCIA DE LOS DEMONIOS Y FALSOS PRODIGIOS

               Habrá personas que serán transportadas de un lugar a otro por esos malos espíritus, inclusive sacerdotes, porque no se habrán conducido por el buen espíritu del Evangelio, que es un espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios. Se hará resucitar muertos y justos (es decir, dichos muertos tomarán la figura de almas justas que vivieron en la Tierra, para seducir más a los hombres; esos supuestos muertos resucitados, que no serán sino el demonio encarnado en esas figuras, predicarán otro evangelio contrario al del verdadero Jesucristo, negando la existencia del Cielo); o incluso almas de condenados. 

               Todas esas almas aparecerán como unidas a sus cuerpos. En todos los lugares habrá prodigios extraordinarios, porque la verdadera Fe se apagó y una falsa luz ilumina al mundo. ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que entonces estarán ocupados únicamente en acumular riquezas, salvaguardar su autoridad y dominar con orgullo!

               Olvidada la Santa Fe en Dios, cada individuo deseará guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Serán abolidos los poderes civiles y eclesiásticos; todo orden y toda justicia serán pisados a los pies; no se verá otra cosa sino homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia.

ROMA PERDERÁ LA FE, LA IGLESIA ECLIPSADA

               Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, pedirá Mi ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de Su Justicia y de Su gran Misericordia con relación a los justos, ordenará a Sus Ángeles que provoquen la muerte de todos Sus enemigos. De repente, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán y la Tierra se transformará por así decir en un desierto.

              Antes de que esto ocurra, habrá una especie de falsa paz en el mundo; la gente no pensará más que en diversiones; los malvados se entregarán a toda suerte de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la Fe, Mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. ¡Dichosas las almas humildes conducidas por el Espíritu Santo! Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la Edad.

               Las estaciones serán cambiadas, la tierra no producirá mas que malos frutos, los astros perderán sus movimientos regulares, la luna no reflejará mas que una débil luz roja; el agua y el fuego darán al globo terráqueo movimientos convulsivos y horribles terremotos que harán engullir montañas, valles, etc… Roma perderá la Fe y se convertirá en la Sede del Anticristo.

              La Iglesia será eclipsada, el mundo estará consternado. Pero ahí estarán Enoc y Elías llenos del Espíritu Santo; ellos predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; ellos harán grandes progresos por la virtud del Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del Anticristo.

                ¡Desdichados los habitantes de la Tierra! Habrá guerras sangrientas y hambrunas, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso de animales; truenos que sacudirán las ciudades; terremotos que sepultarán países; se escucharán voces en los aires; los hombres golpearán sus cabezas contra las murallas; invocarán la muerte y ésta, por su parte, será su tormento; la sangre correrá por todas partes.

TRIUNFO DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA

                Entonces se establecerá la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad florecerá por todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia, la cual será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la Fe, porque habrá unidad entre los operarios de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios.



             

martes, 18 de septiembre de 2012

LOS ÁNGELES, OCUPADOS DE NOSOTROS



      Cuando Teresa se acercaba a su muerte, confesaba: “Presiento que voy a entrar en el descanso… Pero presiento, sobre todo, que mi misión va a comenzar: mi misión de hacer amar a Dios como yo le amo y de dar mi caminito a las almas. Si Dios escucha mis deseos, pasaré mi cielo en la tierra hasta el fin del mundo. Sí, yo quiero pasar mi Cielo haciendo el bien en la tierra. Y eso no es algo imposible, pues, desde el mismo seno de la visión beatífica, los Ángeles velan por nosotros” (del “Cuaderno amarillo”, julio 17 de 1897). Vemos, así, como comprendía ella su misión celestial a la luz de los ministros angélicos.


      Al Padre Roulland le escribe: “Lo sé hermano mío: le voy a ser mucho más útil en el Cielo que en la tierra; por eso vengo, feliz, a anunciarle mi ya próxima entrada en esa bienaventurada ciudad, segura de que usted compartirá mi alegría y dará gracias al Señor por darme los medios de ayudarlo a usted más eficazmente en sus tareas apostólicas. Tengo la confianza de que no voy a estar inactiva en el cielo. Mi deseo es seguir trabajando por la Iglesia y por las almas. Así se lo pido a Dios, y estoy segura de que me va a escuchar. ¿No están los Ángeles continuamente ocupados de nosotros, sin dejar nunca de contemplar el rostro de Dios y de abismarse en el océano sin orillas del amor? ¿Por qué no me va a permitir Jesús a mí imitarlos?” (Carta 254, julio 14 de 1897).

      Al Padre Belliére, su primer ‘hermano' espiritual, le escribe: “le prometo hacerle saborear, después de mi partida para la vida eterna, la dicha que puede experimentarse al sentir cerca de sí a un alma amiga. Ya no será esta correspondencia, más o menos espaciada, siempre demasiado incompleta y que usted parece echar en falta, sino una conversación fraterna que maravillará a los Ángeles, una conversación que las creaturas no podrán censurar porque estará escondida para ellas” (Carta 261, julio 26 de 1897).

      Cuando la Hermana María de la Eucaristía expresó sus temores ante semejantes visitas una vez muriese, Teresa le respondió: “¿Te da miedo el Ángel de la guarda…? Sin embargo, te sigue de continuo. Bueno, pues yo te seguiré lo mismo, ¡y mucho más de cerca todavía!, no te dejaré pasar ni una…” (Otras conversaciones de Teresa, 18 de julio).

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lunes, 17 de septiembre de 2012

IMPRESIÓN DE LAS LLAGAS DE SAN FRANCISCO



   Nació en Asís, una ciudad sobre la ladera del monte Subasio (Italia) en 1181. Su madre lo bautizó Juan, pero su padre lo cambió por Francisco. Pertenecía a una familia rica, dedicada al comercio de telas.

  San Francisco pasó gran parte de su juventud dedicado a cosas mundanas, sin importarle mucho Dios; incluso durante un tiempo fue soldado, pero un sueño le advirtió que no era su camino. Peregrinó entonces a Roma y oyó que el Señor le pedía reparar su casa . Es entonces cuando decide renunciar a todos sus bienes, desafiando a su padre, Pedro Bernardone que tenía pensado su futuro como comerciante. Así, a los veinticinco años, ciñe el hábito de los penitentes, atándose una cuerda a la cintura.

   De esta manera, vivió un tiempo en soledad y luego fundó con doce compañeros la Orden de Frailes Menores (franciscanos) que fue aprobada por el Papa Inocencio III en 1209.


  Llegando al ocaso de su vida, durante una Cuaresma, San Francisco decide retirarse a orar y ayunar al Monte Alvernia. Una mañana, cuando nuestro santo se encontraba en oración, tuvo la visión celestial de un serafín: tenía seis alas resplandecientes. Entre ellas apareció representada la imagen de Nuestro Señor clavado en la Cruz. Dos alas del serafín se elevaban sobre su cabeza, las otras dos aparecían extendidas, en actitud de volar, y las restantes le cubrían el cuerpo.

   Al desaparecer aquella prodigiosa visión, surgieron llagas en sus manos y pies, semejantes a las de Jesús Crucificado, igual que lo acababa de contemplar en el éxtasis. También en el costado, se reprodujo una herida que recordaba a la que el soldado romano Longinos, infringió a Jesús ya muerto en la Cruz. Pero el milagro de la estigmatización no terminaba ahí: los biógrafos de San Francisco nos cuentan que mientras el santo recibía las Santas Llagas, la vegetación del Monte Alvernia comenzaba a arder con impresionantes llamas, produciendo enormes resplandores que despertaron a los pastores y vecinos del lugar.

   A diferencia de otros estigmatizados que irás conociendo en próximos artículos, verás como los estigmas de San Francisco, presentaban unas características muy particulares y que jamás se reprodujeron de igual manera en otros casos de estigmatización; así, Tomás de Celano, testigo de la época, nos relata estas características de los estigmas de San Francisco: “Sus manos y sus pies estaban atravesados por la mitad, como con clavos; las cabezas de éstos asomaban por la parte interior de las manos y por la parte superior de los pies; las puntas, por el otro lado. Las marcas del interior de las manos eran redondas, las del otro alargadas”.


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domingo, 16 de septiembre de 2012

EL DECORO DENTRO DE LAS IGLESIAS, CAPILLAS Y ORATORIOS CATÓLICOS



      Hay que tener claro que la Iglesia es el Templo del Señor: Jesús está realmente presente en el Sagrario. Al entrar en esta casa de Dios, queda usted invitado a respetar su carácter sagrado, y a manifestar su fe y su caridad hacia el prójimo por una actitud verdaderamente cristiana.


Recogimiento y silencio

   El recogimiento y el silencio son las mejores disposiciones para la oración. Por lo tanto, no se debe hablar dentro de la iglesia: nuestras palabras deben dirigirse únicamente a Dios.

   "Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración
(Is LVI 7 , Mt XXI 13)



Posturas en el templo

   A fin de manifestar por nuestra actitud el honor debido al Señor, no se cruzan las piernas durante los oficios ni se se ponen los pies sobre los reclinatorios.


Vestido decente

   Un vestido decente y conveniente es la primera expresión de nuestra piedad.
Los señores y los jóvenes no deben tener los brazos desnudos, ni estar en pantalón corto.

   Las señoras y las jóvenes deben llevar vestimentas honestas, evitando siempre los brazos desnudos y los vestidos escotados.

   "Revestíos, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, 
de benignidad, humildad, modestia y paciencia
(Col III 12)



Cabeza cubierta

   La tradición cristiana (I Cor XI 2), recordada por San Pablo, desea igual mente que las señoras y señoritas tangan la cabeza cubierta durante los oficios (con mantilla, pañuelo o sombrero).

   "La mujer, cuando ore, vele su cabeza"
 (I Cor XI 3-15)



Comunión

   Para recibir la Sagrada Comunión es obligatorio:

estar en estado de gracia, es decir, haber confesado todos los pecados graves;

respetar el ayuno eucarístico (se aconseja vivamente tres horas).
"Quien comiere y bebiere indignamente el Cuerpo y Sangre del Señor, come y bebe su propia condenación" (I Cor XI 27-32)

   "Si hay alguno amigo de protestar, sepa que nosotros no tenemos tal costumbre, 
ni la Iglesia de Dios"

(I Cor XI 16)

   "Cumplid, pues, todo esto sin murmuraciones ni discusiones
(Phil II 14)




sábado, 15 de septiembre de 2012

LOS SIETE DOLORES DE NUESTRA SEÑORA


CORONA DE LOS SIETE DOLORES



1º Dolor

La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


2º Dolor

La huida a Egipto con Jesús y José.

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


3º Dolor

La pérdida de Jesús.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


4º Dolor

El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


5º Dolor

La crucifixión y la agonía de Jesús.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


6º Dolor

La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amó.


Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


7º Dolor

El entierro de Jesús y la soledad de María.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…

Rezar 7 Avemarías, Gloria al Padre y la jaculatoria
 "Madre Dolorosa, los sentimientos de la Pasión graba en mi corazón"


PROMESAS A LOS QUE SEAN DEVOTOS 
DE LOS SIETE DOLORES

La Santísima Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:

-Pondré paz en sus familias.

-Serán iluminados en los Divinos Misterios.

-Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.

-Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.

-Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.

-Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.

-He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.



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jueves, 13 de septiembre de 2012

LA CONFUSIÓN DEL CARDENAL MARTINI


  
      Al final de los años sesenta el Cardenal Martini estaba en un retiro en una casa de la Selva Negra y estaba preparando una conversación para un grupo de sacerdotes italianos. “Me esperaba muchas preguntas, críticas, dificultades. Estaba buscando algún libro que pudiera ayudarme a plantear las ideas de forma clara y serena. Así, llegó a mis manos el texto alemán de la ‘Introducción al Cristianismo’ de Joseph Ratzinger, que había salido poco antes (1968).


      “Recuerdo todavía ahora”, explicaba Martini, “ el gusto con el que leí esas páginas. Me ayudaban a aclarar las ideas, a poner en paz el corazón, a salir de la confusión… Todavía hoy conservo aquellos apuntes. En particular, fue gracias a la lectura que consideré el tema del ‘tal vez es cierto’ con el que se interroga el incrédulo, y que me guió para crear la Cátedra de los no creyentes”. En la “Introducción al Cristianismo”, Ratzinger expuso que la creencia es razonable utilizando las preguntas de la incredulidad moderna. Un acercamiento que no ha abandonado nunca. En 2011, el entonces Prefecto del ex Santo Oficio, afirmó en el libro “Dios y el mundo” que “La naturaleza de la fe no es aquella por la que, a partir de un momento, se puede decir: ‘yo poseo la fe, otros no…’ La fe permanece siendo un camino…

      Y por ello es incluso saludable que se aleje de esta forma del riesgo de transformarse en una ideología manipulable. Del riesgo de inducirnos y de volvernos incapaces de compartir reflexiones y sufrimientos con el hermano que duda y se interroga. La fe solo puede madurar en la medida en la que soporte y se haga cardo, en cada fase de la existencia, de la angustia y de la fuerza de la incredulidad y la atraviese hasta el fin para volverse nuevamente recorrible en una nueva época”.


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miércoles, 12 de septiembre de 2012

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA





   "Ricardo de San Lorenzo dice "que no hay ayuda más poderosa en ningún nombre, ni hay ningún otro nombre dado a los hombres, después, del de Jesús, desde el cual se brinde tanta salvación a los hombres como desde el nombre de María."  Continúa diciendo "que la invocación con devoción de este dulce y sagrado nombre conduce a la adquisición de gracias superabundantes en esta vida y un muy alto estado de gloria en la próxima."

   Luego del muy Sagrado Nombre de Jesús, el Nombre de María es tan rico en bondades, que no hay otra forma de que las almas devotas reciban tanta gracia, esperanza y ternura el la tierra y en el Cielo.

   Por eso Ricardo de San Lorenzo "invita a los pecadores a servirse de este gran nombre," porque esto sólo bastará para curarlos de todos los males y "no hay trastorno, por malo que sea, que no se someta inmediatamente al poder del nombre de María."  El beato Raimundo Jordano dice "que no importa lo endurecido y falto de confianza que pueda estar un corazón, el nombre de esta Bendita Virgen tiene tanta eficacia que con tan sólo pronunciarlo ese corazón de ablandará maravillosamente."  Además se sabe muy bien y lo experimentan dia a dia los seguidores de María, que su nombre poderoso tiene la fortaleza particular que se necesita para superar las tentaciones contra la pureza.

   En suma, "Tu nombre, O Madre de Dios, está lleno de gracias y bendiciones divinas." como dice San Metodio.  Tanto es así que San Buenaventura declara, "que tu nombre, Oh María, no puede pronunciarse sin traer alguna gratia a aquel que lo hace con devoción. . . permitenos, Oh Señora, que a menudo podamos acordamos de nombrarte con amor y confianza; ya que esta práctica muestra la posesión de la gratia divina, o bien es una petición para que la recobremos pronto.



   Por otro lado, Tomas a Kempis afirma "que los demonios temen a la Reina del Cielo a tal punto que sólo con oír pronunciar su gran nombre, huyen de la persona que lo dice como si se tratara del fuego ardiente."  La misma Virgen Bendita reveló a Santa Brigida "que no hay pecador en la tierra, por más apartado que pueda estar del amor de Dios, del cual el demonio no esté inmediatamente obligado a huir, si se invoca su sagrado nombre con la determinación de arrepentirse."  

   En otra ocasión repititó lo mismo al santo, diciendo "que todos los demonios veneran y temen su nombre hasta tal punto que al oirlo inmediatamente ailojan las garras con las cuales sujetan el alma cauvita." 

   Nuestra Señor Bendita también le dijo a Santa Brigida "que del mismo modo que los ángeles rebeldes huyen de los pecadores que invocan el nombre de María, los ángeles buenos se approximan a las almas justas que pronuncian su nombre con devoción."


San Alfonso María de Ligorio

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sábado, 8 de septiembre de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL PINO, PATRONA DE CANARIAS



Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, Gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de Ella
es por quien la gracia tienen.

Dignan, Señora de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.

Y  nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también 
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.

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"Nuestros padres nos han dicho que dirigidos por un resplandor maravilloso la encontraron en la eminencia de un Pino, rodeada de tres hermosos dragos, de cuyas ramas se formaba una especie de nicho; que una lápida muy tersa le servía de peana y que del tronco de aquel árbol nacía una fuente perenne de aguas medicinales" . 
Fernando Hernández Zumbado, Novena a Nuestra Señora (1782)


      Sin embargo, la extraña lápida que sirvió de pedestal a la virgen, con huellas podomorfas grabadas en la piedra, sólo fue vista por los pocos que subieron al alto pino, ya que la misma desapareció al caer el árbol. Señala la tradición que la aparición tuvo lugar el 8 de septiembre de 1481, siendo venerada la imagen desde entonces, además de por unos pastores, por el propio Fray Juan de Frías, obispo de la entonces diócesis Rubicense. De acuerdo con el relato tradicional, todo esto ocurría cuando se estaba culminando la conquista de Gran Canaria, que tuvo lugar entre 1478 y 1483.

      Por Decreto del Papa San Pío X el 16 de abril de 1914, se designa Patrona principal de la Diócesis de Canarias a la Santísima Virgen del Pino.

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FIDELÍSIMO HIJO Y APÓSTOL DE NUESTRA SEÑORA


La Basílica de Nuestra Señora del Pino, en la que me enorgullezco de haber sido bautizado, fue regida por Mons. D. Antonio Socorro Lantigua desde 1927 hasta 1973.

Pastor celoso que sólo buscó que todos los canarios conociesen y amasen a Su Madre y Señora la Virgen del Pino. Su ahínco fue recompensado con la dignidad de Prelado Doméstico de Su Santidad. 

Sus restos descansan a los pies de Aquella Señora que fue su faro y guía.

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