viernes, 24 de marzo de 2023

EL ARCÁNGEL DE LA ANUNCIACIÓN

 


"Yo soy Gabriel, el que está en la Presencia de Dios" 

(Evangelio de San Lucas, cap. 1, vers. 19)


               San Gabriel había sido ya enviado al Profeta Daniel para anunciarle la época en que el Cristo había de nacer; y a Zacarías, cuando estaba ofreciendo en el templo el incienso, para avisarle del nacimiento del Bautista Precursor del Mesías. "Sólo San Gabriel, cuyo nombre significa Fortaleza de Dios, fue hallado digno, entre todos los Ángeles, de anunciar a María el plan divino respecto a Ella", dice San Bernardo.

               San Gabriel se acerca con un santo respeto a la Virgen escogida desde toda la eternidad para ser en la tierra la madre de Aquél de quien Dios es Padre en el Cielo. La saluda con las palabras que le fueron dictadas por el Altísimo y que la Santa Iglesia gusta de repetir a menudo: "Dios te salve, llena de gracia; el Señor es contigo; bendita Tu eres entre todas las mujeres".

               Y como ve el Ángel que María se asombra de semejante salutación, explícale cómo ha venido a pedir su Fiat, para que se cumpla el Gran Misterio, que es la condición de la redención del humano linaje. "Yo soy Gabriel, el que estoy delante del Señor Dios, y que he venido a hablarte y a traerte esta feliz nueva".

               Pero María quiere permanecer siempre Virgen; y entonces el Ángel la ilustra acerca del Misterio, y le dice cómo ha de concebir por obra del Espíritu Santo, y que dará a luz un Hijo, al cual llamará Jesús, es decir, Salvador. Todo ello sin detrimento alguno del lirio virginal que ofreciera a Dios desde su más tierna infancia.

              María entonces obedece sin titubeo y con la más profunda humildad, diciendo: "He aquí la Esclava del Señor; hágase en Mí según tu palabra."

              Y en este momento se obró el más grande de todos los milagros, elevando Dios hasta Sí, en unión personal, al Fruto Bendito del seno de la Virgen. "Y el Verbo se hizo carne, habitando entre nosotros"; se desposó con la humanidad, con nuestra pobreza, con nuestra nada, y en cambio de ellos nos dio su divinidad.





jueves, 23 de marzo de 2023

SAGRARIOS CALVARIOS. Marías de los Sagrarios y Discípulos de San Juan

 

                    "Permitidme que, yo que invoco muchas veces la solicitud de vuestra caridad en favor de los niños pobres y de todos los pobres abandonados, invoque hoy vuestra atención y vuestra cooperación en favor del más abandonado de todos los pobres: el Santísimo Sacramento. Os pido una limosna de cariño para Jesucristo Sacramentado... os pido por el amor de María Inmaculada y por el amor de ese Corazón tan mal correspondido, que os hagáis las Marías de esos Sagrarios abandonados..."


Obispo Manuel González




               Hubo un Obispo en España, durante la primera mitad del siglo XX, que se llamó Manuel González García. Todos cuantos hemos formado parte de su Obra le conocemos como "El Obispo del Sagrario abandonado".

               Fomentó el amor a la Sagrada Eucaristía, desde los primeros años de su Sacerdocio hasta su último aliento. En aquella época en España, algunos templos permanecían abiertos desde primeras horas de la mañana hasta la noche; a veces, junto al Sagrario, varias personas hacían vela en adoración a Jesús Sacramentado. Por contra, en otras muchas iglesias se descuidaba esta práctica de amor: demasiados Sagrarios permanecían desatendidos, sin almas generosas que quisieran acompañar a Jesús en Su encierro eucarístico.

               Ese eventual abandono a Jesús Sacramentado atravesó el corazón y el alma misma de un joven Manuel González; por eso, en su parroquia de San Pedro, en la provincia andaluza de Huelva, invitó a un grupo de mujeres, delante de su Sagrario, a unirse de ese anhelo por hacer compañía a Jesús escondido los Tabernáculos. Así nacía la Obra de las Marías y de los Discípulos de San Juan para los Sagrarios-Calvarios, el 4 de Marzo de 1910. En 1912, Don Manuel fundaría a los "Juanitos", rama infantil de adoradores de Jesús abandonado.

               Aquel santo Obispo puso el nombre de "Marías" a las señoras adoradoras, y "Juanes" a los hombres. La piadosa Obra no tardó en extenderse por toda España, dando lugar a numerosos turnos de vela ante el Sagrario. Tal fue el éxito del apostolado en favor de los Sagrarios Abandonados que consiguió Don Manuel algo hasta entonces inaudito: el Papa San Pío X, que había aprobado la Obra de las Marías de los Sagrarios en Noviembre de 1912, concedió la gracia de permitir que un Sacerdote celebrase la Santa Misa en la habitación de una "María" o un "Juan" cuando se encontrasen enfermos de gravedad. Gracias a la disposición papal, Nuestro Señor Sacramentado visitaba en el lecho del dolor a cuantos antes le habían hecho compañía en la iglesia. ¡Qué consuelo para aquellas personas notar en su calvario de la enfermedad el alivio de la cruz propia, para sentir la cruz de Jesús que sufrió por nosotros! Y a la vez, ¡oh prodigio!, el propio dolor se hacía más ligero porque el mismo Cristo junto a ellas era el acompañante bueno en los senderos del sufrimiento. Cruz junto a cruz. Calvario junto a calvario. ¡El amor que alivia el dolor!.



               El fin esencial de la Obra de las Marías de los Sagrarios y Discípulos de San Juan es acompañar al Señor en la soledad de sus Sagrarios, amarle por los que no le aman y reparar por los que le ofenden, rezando muy especialmente por los Sacerdotes de las Parroquias que tienen encomendadas. Los fines generales son la Gloria de Dios, la santificación de sus miembros y con su ejemplo procurar que se acerquen otras personas a la Sagrada Eucaristía.

               Esta Obra se propone reclutar almas nobles que, a semejanza de las Marías del Evangelio, acompañen al Solitario más digno de amor y más digno de lástima, que es Jesús, en gran número de Sagrarios de la Cristiandad. Por el gran parecido que esos Sagrarios tienen con el Calvario, pues en ellos Jesús Sacramentado es despreciado, maltratado y muerto por los malos cristianos, está muy puesto en razón que, para cada uno de esos Sagrarios Calvarios, se asignen tres Marías, que padezcan con el Crucificado Eucarístico, y un Juan, que fervorosamente se ponga de parte de Jesús, a quien los discípulos abandonan. 




miércoles, 22 de marzo de 2023

LA DEVOCIÓN DE LAS SANTAS LLAGAS, Misión Celestial de Martha Chambón

  

                        "Parece que Dios eligió a esta humilde niña para renovar la Devoción a las Santas Llagas de Nuestro Señor, para que permanezcan ofreciéndose continuamente por la conversión de los pecadores y el alivio de las Almas del Purgatorio. Las Santas Llagas se le muestran de manera sensible, en los ojos de su alma todos los días, varias veces."

               María Francisca Chambón nació el 6 de Marzo de 1841 en Croix-Rouge una pequeña región cercana a Chambéry, cuando ésta formaba parte del Reino de  Saboya con capital, Torino. Hija de pobres campesinos, en una familia compuesta por sus padres y ocho hermanos, de condición humildísima, logró realizar su vida de unión con Cristo, a través de una experiencia de inmensa profundidad y trabajo espiritual.



CARA EXTERIOR

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              Era pobre, de escasa inteligencia, de aspecto poco agradable, sin saber leer ni escribir, y sin embargo, sabía el Catecismo a la perfección y era muy piadosa; tal vez por eso es escogida por Jesús para hacerla Su confidente privilegiada y mostrarle los tesoros de Su Amor, porque se había entregado por completo a Él; Sor María Martha como una enamorada vivía continuamente en la presencia de su Esposo: desde pequeña había recibido frecuentes visitas del Niño Jesús que conversaba con ella, la ayudaba, la reemplazaba en sus labores más humildes. Era una sustitución íntima, radical, en la cual su alma se hacía una con Cristo. Cuando era una niñita, la mandaban a pastorear la única cabra que sus padres poseían. Aquellos momentos eran una posibilidad de estar en la presencia de Dios. Siempre sola con el Señor.

               Después de la Primera Comunión, el Niño Jesús en persona la acompañaba en los trabajos del campo y pasaba con ella las jornadas cómo hacemos con los compañeros de juegos. Y, era precisamente cómo un juego alegre, aquel permanecer en compañía del Divino Niño, con el trabaría una amistad de niños, sincera y alegre.

              A los 18 años entró a la Orden de la Visitación de Santa María (Salesas) porque en el Carmelo no la habían recibido a causa de su débil salud; allí le darían el nombre de María Marta, en honor de las piadosas hermanas que atendían a Nuestro Señor; fueron frecuentes sus íntimos coloquios con San Francisco de Sales, durante los cuales él la animaba a ser fiel a la Regla de la Orden.

              En la Visitación fue acogida como conversa, y le fue confiado el encargo del pensionado, destinado a las alumnas que a causa de los sucesos políticos franceses, las monjas se vieron obligadas a abrir, no de buen agrado, para poder continuar como comunidad religiosa, después de la supresión.

             El 2 de Agosto de 1864, Sor María Martha sellaría su desposorio con Cristo emitiendo los votos perpetuos; tenía entonces 23 años.

             A partir de Mayo de 1866, empezaría a recibir frecuentes comunicaciones celestiales con Nuestro Señor, que le revelaría Su deseo de dar a conocer la Devoción por Sus Santas Llagas. Sin embargo, Sor María Martha permaneció siempre sin relevancia y oculta; sólo los superiores estaban al tanto cuánto sucedía en su alma, mientras toda la Comunidad desconocía tantas gracias, y sólo después de su muerte los manuscritos sobre sus experiencias fueron revelados a sus compañeras. Es éste un hecho bellísimo, que sólo una espiritualidad fuerte puede permitir: que un alma viva en dulcísimos coloquios con Su Señor, mientras las demás, las circunstantes, permanecen a oscuras en medio de tanta luz, que se difunde sobre todos y por todas partes.

               De aquí en adelante, toda la Comunidad se sintió más unida al recibir y transmitir el Mensaje recibido y vivido verdaderamente por la humilde conversa, e hizo propia su misión, la de difundir la Devoción a Las Santas Llagas. 

              A semejanza de Santa Margarita María Alacoque, Apóstol del Sagrado Corazón, Sor María Martha no salió del convento, ni siquiera habiendo recibido de Dios un Mensaje importante para la Iglesia entera. 

             Durante cuatro años, desde Enero de 1869 hasta Septiembre de 1873, viviría sostenida sólo con la Sagrada Eucaristía: Jesús Sacramentado fue para ella alimento no sólo del espíritu, sino también del cuerpo; cuando sus fuerzas la abandonaban, se confiaba en el Poder de Dios; cuando la debilidad se apoderaba de su físico, ella invocaba el Auxilio de Dios y cuando el demonio la asaltaba, ella se refugiaba en las Santas Llagas del Señor.

              Las Llagas del Señor eran su única defensa, la riqueza de su vida, su salvación permanente. Es este el camino del amor: anhelar totalmente el Amado, quererlo, conocerlo, experimentarlo completamente, no aceptar ningún otro fuera de Él, vivir siempre y únicamente en espera del encuentro, sufrir terriblemente por cada retardo. Desesperar de su posible ausencia o distanciamiento. Ni siquiera el enemigo podía abrirse caminos en aquella alma bendita y perfectamente rendida a su único Señor.

              


CARA INTERIOR

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               Y el Señor mismo reveló a la Hermana María Martha las grandes potencialidades de las Santas Llagas, tanto para los pecadores cómo para la Iglesia y para las Almas del Purgatorio. Se complacía contemplándolas y honrándolas en la siguiente forma: Primero, la llaga de los pies, después el Costado, enseguida la mano izquierda, la mano derecha y por último, la cabeza coronada de espinas. 

              El 12 de Junio de 1874 recibiría el don de los Sagrados Estigmas en sus pies. Cristo Nuestro Señor la hacía así partícipe de Su Pasión. Pronto le revelaría:

             “Yo concederé todo cuánto se me pida por la invocación de Mis Santas Llagas. Hay que difundir la Devoción”, y ella fiel a la solicitud del Señor por toda la vida tendrá en sus labios la invocación enseñada por Él mismo:  “Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de Tus Santas Llagas”. 

              El Señor enseñó a la hermana a valorizar todas las pequeñas cosas cotidianas, los sencillos trabajos domésticos, como atender el refectorio del pensionado o recoger las frambuesas del huerto, todo se convertía en un momento de glorificación a Dios, sea por Su Presencia, sea por la alabanza que ofrecía al Señor. El trabajo, la oración, la meditación, los quehaceres diarios: todo puede ser camino hacia lo eterno.

              La Santa Sede concedió pronto a las religiosas de la Visitación 300 días de indulgencia por el rezo del Rosario de las Santas Llagas. El 16 de Enero de 1924 y por indulto de la Sagrada Penitenciaría, estas indulgencias se extendieron a todos los fieles.




              Sor María Martha Chambón entró en la Vida el Jueves de Pasión, 21 de Marzo de 1907, a las ocho de la tarde, después de recibir los Santos Sacramentos y el consuelo de su Comunidad, en la Víspera de los Dolores de la Virgen. Tenía sesenta y seis años. En la actualidad, sus virginales restos reposan en la Capilla del Monasterio de la Visitación de Marclaz, en Thonon les Bains, cerca del lago Leman, Francia.

             En 1923 se publicó el libro en francés "Soeur Marie-Marthe Chambon de la Visitation Sainte-Marie de Chambéry et des Saintes Plaies de N.-S. J.-C."; al año siguiente se publicó la edición española y muy pronto surgirían nuevas ediciones en otros idiomas.

              


martes, 21 de marzo de 2023

LOS TRECE MARTES DE SAN ANTONIO. Segundo Martes. EL GOZO ESPIRITUAL

   



            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 

            En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN


            Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

            Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL


            Postrado a tus pies, oh amantísimo protector mío San Antonio, te ofrezco el piadoso ejercicio que voy a practicar para que me alcances del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final y la gracia especial que solicito con esta devoción. Más si ésta no me conviniese, obtenme conformidad con la Voluntad de Dios. Amén.


MARTES 2º: EL GOZO ESPIRITUAL

            ¡Oh, fidelísimo observador de los divinos preceptos y de la Regla Seráfica, San Antonio! Otorgadme el gozo espiritual en el cumplimiento de mis deberes y seré feliz en este mundo y en el otro.     

A continuación rezamos un Padrenuestro
un Avemaría y un Gloria. Luego, terminamos 
rezando el tradicional Responsorio de San Antonio...




Y terminamos este ejercicio piadoso signándonos 
en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



lunes, 20 de marzo de 2023

DE LOS DESEOS DESORDENADOS, por Tomás de Kempis

 


               Cuantas veces desea el hombre desordenadamente alguna cosa, tantas pierde la tranquilidad. El soberbio y el avariento jamás sosiegan; el pobre y humilde de espíritu viven en mucha paz. El hombre que no es perfectamente mortificado en sí mismo, con facilidad es tentado y vencido, aun en cosas pequeñas y viles. 

               El que es flaco de espíritu, y está inclinado a lo carnal y sensible, con dificultad se abstiene totalmente de los deseos terrenos, y cuando lo hace padece muchas veces tristeza, y se enoja presto si alguno lo contradice. Pero si alcanza lo que deseaba siente luego pesadumbre, porque le remuerde la conciencia el haber seguido su apetito, el cual nada aprovecha para alcanzar la paz que buscaba. 

               En resistir, pues, a las pasiones, se halla la verdadera paz del corazón, y no en seguirlas. Pues no hay paz en el corazón del hombre que se ocupa en las cosas exteriores, sino en el que es fervoroso y espiritual.


Imitación de Cristo
por el Venerable Tomás de Kempis,
Capítulo VI



domingo, 19 de marzo de 2023

SAN JOSÉ, NUESTRO PADRE Y SEÑOR

 
Siervo fiel y prudente, 
constituido por el Señor 
cabeza de Su Familia 
para que a su tiempo la sustentara




               Nuestro Padre y Señor San José, en su momento, fue el Custodio legítimo y natural, Cabeza y Defensor de la Sagrada Familia. Si está indisociablemente unido con su Hijo y Esposa virginales en la Redención objetiva desde los inicios de Nazaret hasta el Calvario, es lógico también que proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio en la aplicación de sus frutos salvíficos en el tiempo de la Iglesia nacida del costado abierto de los tres Corazones unidos de la trinidad de la tierra hasta la Parusía, tanto a los vivos como a los difuntos que se purifican en el Bendito Purgatorio.

               Parece evidente que la Providencia Divina quiere poner en primer plano al humilde artesano de Nazaret, al que la Iglesia invoca en las Letanías a él dedicadas como "terror de los demonios", siempre indisolublemente unido a la  Inmaculada, la  gran  antagonista de la antigua serpiente  que, como está decretado (Génesis, cap. 3, vers. 15  y Apocalipsis, cap. 12), le aplastará la cabeza en esta hora grave y resolutiva de la historia de la salvación.

               También San José, a semejanza de Nuestra Señora, prestó su libre consentimiento a los planes divinos. El Glorioso Patriarca entregó todo su ser en manos de Dios y aceptó los sufrimientos que le deben corresponder en el plan salvífico divino, ofreciéndolos en unión del Sacrificio de Cristo Redentor. Su sacrificio, aún sin presenciar en vida mortal el drama sangriento de la Pasión, fue perfecto. San José se inmoló a sí mismo silenciosamente, viviendo de forma anticipada en su corazón la Crucifixión dolorosísima de Cristo, las amarguras indecibles de su Santa Esposa. 

               Puede afirmarse con el Cardenal Lepicier que San José participó más que ningún otro, después de la Santísima Virgen, en la Pasión de Cristo, cuyos dolores, en conjunto, fueron los mayores que pudo padecer ninguna criatura por su inseparable e íntima unión con Jesús y María. El mar de amarguras de ambos se refleja en el corazón de San José. Y en proporción a la unión está, por otro lado, el mayor conocimiento de este tremendo Misterio del dolor que tuvo el Santo Patriarca ya por la revelación del Ángel y la profecía de Simeón, ya también por las confidencias íntimas de Jesús y por los presentimientos que en su alma ponía el Espíritu Santo; la cooperación dolorosa de San José es la mayor después de la de María e incomparablemente mayor que la que puede atribuirse a los otros Santos.

               La Santa Iglesia de Dios busca en el Patriarca San José el mismo apoyo, la fortaleza, la defensa y la paz que supo proporcionar a la Sagrada Familia de Nazaret, que fue como el germen en que ya se encontraba contenida toda la Santa Iglesia. 

               El Dios hecho hombre para nuestra salvación quiso ser acogido y educado por su misión sacerdotal salvífica, consumada en el Holocausto del Calvario, en el hogar familiar de San José, asociándolo, como Su padre virginal y mesiánico -con Su Madre, María, la Corredentora, de manera misteriosa- a su obra de restauración de la vida sobrenatural perdida por el pecado de los orígenes en el Huerto de las Delicias.

               El Patrocinio de San José se extiende a toda la Iglesia Universal, la Militante, la Purgante y la Celestial, en todos los tiempos y en todas y cada una de sus necesidades, sin excepción, pues es Corredentor Universal y Mediador paternal de la dispensación del tesoro redentivo que ha contribuido a adquirir para nosotros.


Para honrar hoy a San José 
toca en los siguientes enlaces





sábado, 18 de marzo de 2023

EN DEFENSA DE LAS APARICIONES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN EN GARABANDAL (Parte I)



LAS APARICIONES DE GARABANDAL, 

OBJECIONES A LAS PRINCIPALES CRÍTICAS

               En sucesivos artículos trataré de explicar mi particular criterio acerca de las conocidas Revelaciones de Nuestra Señora en la aldea de San Sebastián de Garabandal, en Santander (España). No pretendo revelar ninguna novedad, sino más bien plasmar el afecto que -pese a los ataques que recibe esta Manifestación Mariana- se tiene a Garabandal en no pocos círculos tradicionalistas, y que muchas veces son silenciados -a pesar de creer en la veracidad del Mensaje de Garabandal- por el hecho que las videntes, entonces niñas, "abrazaron la iglesia que surgió del Concilio", con todos los cambios y novedades que supusieron el nacimiento de una nueva religión.

               Tristemente compruebo que se ha juzgado mal el fenómeno de Garabandal desde algunos "sectores tradicionalistas"; sin tan siquiera poner un pie en la aldea, sin leer las memorias de las videntes, los informes médicos, las declaraciones oficiales de la Guardia Civil... se ha atacado sistemáticamente el Mensaje de Nuestra Señora argumentando que "las videntes aceptaron la Misa Nueva y todos los cambios del Concilio Vaticano II"; a estas almas que parecen sentenciar olvidan que tampoco el Padre Pío alegó nada contrario al "Concilio" y aceptó, por obediencia, celebrar la Misa de Siempre pero de cara al pueblo, como atestiguan los vídeos que cualquiera puede ver en internet. Necesitaría días para compilar los miles de testimonios de almas santas, seglares y sacerdotes, que vieron con buenos ojos el "Concilio Vaticano II" y que sólo muchos años después, entendieron, ante la visión de los "frutos", que fue una perfecta maniobra para asentar errores en la Doctrina Católica, en la raíz misma de la Santa Iglesia.

               Así, comprobamos en otros lugares marianos, como Lourdes o Fátima, que la iglesia conciliar ha tomado posesión de ellos, de sus altares y confesonarios, y no por eso dejamos de creer en la veracidad de las apariciones originales; en la aldea de San Sebastián de Garabandal, como en casi todos los núcleos rurales de la época de las Apariciones (1961-1965), los Fieles asistían a la Santa Misa de siempre, precedida por el piadoso rezo del Rosario, cada día. También conviene señalar una acentuada devoción por las Benditas Ánimas del Purgatorio, por las que rezaba todo el pueblo cada tarde mientras eran avisados por una mujer que recorría las calles de Garabandal tocando una campana, demandando la limosna de oraciones para las Ánimas.

               Entre las muchas páginas que alegremente critican a Garabandal -compruebo que algunas páginas Católicas, lejos de razonar o investigar, se limitan a copiar y pegar el material de otros que se postulan como contrarios a estas manifestaciones- . No faltan "argumentos" que me han sacado alguna que otra sonrisa, "razonamientos" tales como que  "las niñas durante los éxtasis caminaban hacia atrás" o "hablaban con la Virgen de las vacas"; olvidan aquí, esos que se llaman devotos de Nuestra Señora, que la Virgen en Lourdes mandó a Bernardette lavarse la cara con fango, besar el suelo o comer hierba en señal de penitencia... tampoco entonces faltaron almas que tacharon a la niña vidente de "desequilibrada" o "histérica". 

               Se ataca el Mensaje de Garabandal tratando de desacreditar a las niñas, aún después de mayores, alegando que "ninguna de ellas abrazó la vida religiosa", olvidando -una vez más- que tampoco el pobre indio de Guadalupe, Juan Diego, así como los niños videntes de la Virgen en La Salette, fueron religiosos, como tampoco lo fueron otras tantas almas agraciadas incluso ya no sólo ver a la Virgen y a Nuestro Señor, sino además compartir con Él los estigmas de la Pasión, como ocurriera en la vida de Teresa Neumann, Santa Gema Galgani, Rosa Ferrón, etc.

               Se pude decir que las antipatías que desde los sectores tradicionales se levantan contra Garabandal, tienen su raíz en que las entonces niñas, con el tiempo -y como hicieron millones de almas- abrazaron la "misa nueva" y demás cambios post-conciliares, no hay más. A partir de esa premisa, cualquier elemento se convierte en arma arrojadiza para desprestigiar esta Aparición Mariana, como ocurre de igual forma desde los sectores más "progresistas", donde se tilda a Garabandal de "fenómeno de histerismo", "fanatismo reaccionario"... ni los unos (católicos tradicionalistas) ni los otros (modernistas), se ha molestado en leer y estudiar los testimonios no sólo de la gente sencilla del pueblo, sino además el relato formal y profesional de médicos, psiquiatras, de Sacerdotes con fama de santidad y hasta del suboficial de la Guardia Civil, testigos directos de las Apariciones de la Virgen en Garabandal y que desmontan todas las MENTIRAS y ABSURDOS ANÁLISIS que con posterioridad se han inventado.

              Más adelante procuraré argumentar en contra de otras objeciones sobre Garabandal, pero de entrada, quisiera compartir una sencilla reflexión acerca del contexto de las Apariciones de la Virgen en esta aldea del Norte de España.



LA VIRGEN SE MANIFIESTA EN GARABANDAL
TRAS NO LEERSE EL SECRETO DE FÁTIMA EN 1960
y coincidiendo con el inicio del "Concilio Vaticano II"


EN 1960, SE DESOYE A LA VIRGEN

               En el momento de las Primeras Apariciones (18 de Junio de 1961) las niñas, Mariloli Mazón, Conchita, Jacinta y Maricruz González -a pesar del apellido, sin parentesco entre ellas- apenas contaban entre 11 años tres de ellas y la mayor 12; eran pequeñas con apenas estudios básicos, cuasi aisladas en una aldea donde como mucho, se usaba una bombilla en el salón principal de las humildes casas.

               En Roma, el "Concilio Vaticano II" había sido convocado dos años antes, el 25 de Enero de 1959, por Angelo Roncalli, Juan XXIII, que desatendiendo la petición de Nuestra Señora de Fátima, no reveló al mundo la Tercera Parte del Secreto de Fátima.(1)

              No podemos dejar de recordar ahora, la curiosa y después "negada" ENTREVISTA DEL PADRE AGUSTÍN FUENTES (Postulador de la Causa de Canonización de Francisco y Jacinta Marto) con la única superviviente entonces de las Apariciones de Fátima, cuando refiriéndose al Tercer Secreto de Fátima Sor Lucía se queja: "La Santísima Virgen está muy triste, pues nadie le da ninguna importancia a Su Mensaje...Ni los buenos ni los malos..."

                Así, el 17 de Agosto de 1959, Juan XXIII había solicitado que le llevasen el Secreto que Sor Lucía había redactado en el Carmelo de Coimbra; lo leyó ayudado de un traductor portugués, Mons. Paulo José Tavarez; poco después, el Secreto sería leído al Cardenal Ottaviani, Prefecto del Santo Oficio. El 8 de Febrero de 1960, Roma se limitó a publicar un comunicado mediante el cual se explicaba que el Secreto de Fátima no se daría a conocer (2) y terminaba el comunicado diciendo literalmente “Aunque la Iglesia reconoce las apariciones de Fátima, no tiene el deseo de asumir la responsabilidad de garantizar la veracidad de las palabras que los tres pastorcitos dijeron que la Virgen María les había dirigido” (Poniendo en tela de juicio las palabras de Sor Lucía...)

               El Cardenal Ottaviani cuenta que "el Papa Juan XXIII puso el Secreto en uno de esos archivos que son como un pozo muy profundo, oscuro, en cuyo fondo caen papeles en forma tal que ya nadie los puede volver a ver". 


(Continuará...)


NOTAS:

         (1) El 3 de Enero de 1944, a instancias del Obispo de Leiria y con el debido permiso de Nuestra Señora, Sor Lucía, niña vidente de la Virgen en Fátima, escribió la Tercera Parte del Secreto, que mandó entregar al Obispo por medio de un portador, en sobre lacrado, con una nota que señalaba que no podía ser divulgado a su muerte o en 1960, según expreso deseo de Nuestra Señora.

               El Obispo, Mons. José Alves Correia da Silva, colocó el sobre enviado por Sor Lucía dentro de uno mayor, que asimismo lacró y guardó en la caja fuerte de la Curia episcopal.

               A comienzos de 1957, la Sagrada Congregación del Santo Oficio -actual Congregación para la Doctrina de la Fe- pidió que el documento fuese remitido a Roma. Para ese efecto, fue entregado en la Nunciatura Apostólica de Lisboa, desde donde el Nuncio, Mons. Fernando Cento, lo condujo al Vaticano, donde ingresó en el Archivo Secreto del Santo Oficio el día 4 de Abril de 1957.

          (2) La revelación de los primeros dos Secretos de Fátima,  sobre la Visión del Infierno y el Fin de la II Guerra Mundial, fue en 1942, con el consentimiento del Papa Pío XII, quedando pendiente la Tercera Parte o Tercer Secreto, previsto de anunciar al mundo en 1960.



viernes, 17 de marzo de 2023

SI TODOS ENTRARAN EN TU CORAZÓN, por Santa Gema Galgani

 



"Deseo, Oh Jesús, que mi voz pudiera llegar 
los confines del mundo, para llamar 
a todos los pecadores y pedirles 
que entren dentro de Tu Corazón..."

               Tengamos presente que somos discípulos de este Jesús quien sufrió ¡tanto! No basta con mirar a la Cruz, o en llevarla prendida; debemos llevarla en las profundidad de nuestro corazón. Juntos, visitémoslo a Jesús Crucificado. Mirémoslo; Él está alzado sobre la Cruz. Si Jesús está clavado allí, no nos quejemos si debemos estar parados a Sus pies. ¡Mi pobre Jesús! Quiero tener un corazón compuesto de todos los corazones que más te aman, para que yo pueda mostrarte mi empatía y ayudarte.

               Que nunca se llegue a decir que fallaríamos a Jesús y lo dejaríamos solo en el camino al Calvario. Quedémonos con Él, no solamente de lejos como en el Calvario, sino también en la Cruz y la muerte. Juntos apresurémonos a la Cruz y a las nuevas cruces. Abracémosla y digamos: Oh Santa Cruz, si nos acordamos del amor inconmensurable con el cual Jesús te recibió, nunca nos hemos de apartar de ti.

               Yo soy el fruto de Tu Pasión, Jesús, nacida de Tus Llagas. Oh Jesús, búscame en el amor; yo ya no poseo nada; me has robado el corazón. Siempre me digo a mí misma que amar significa sufrir; Tú das la Cruz a quienes Tú amas. Trátame como Tu Padre te trató. Jesús, invítame a beber del  cáliz de Tus Dolores, hasta la última gota: eso sí, dame un poquito cada vez.

               Entonces, Jesús, no los dejes solos a estos pobres pecadores. Estoy dispuesta a hacer algo. Tú moriste sobre la Cruz; haz que yo también muera... Ya que estos pecadores son Tus hijos e hijas, no los abandones. Jesús, quiero que todos se salven. Si los abandonas, no hay esperanza. Acaso, ¿no soy yo la que debe sufrir por ellos? Entonces, arregla todo para que sea así. Tienes tantos pecadores, pero ¡tan pocas víctimas!.

               Deseo, Oh Jesús, que mi voz pudiera llegar a los confines del mundo, para llamar a todos los pecadores y pedirles que entren dentro de Tu Corazón... Oh, ¡si sólo todos los pecadores entraran en Tu Corazón!... ¡Venid! Venid pecadores, ¡no tengáis miedo! ¡La Espada de la Justicia no puede alcanzarte Aquí!."


Santa Gema Galgani



jueves, 16 de marzo de 2023

CENTINELA DE TUS SAGRARIOS

  


               Virgen María, Te consagro mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, mi alma, mi virginidad, mi pureza… Te consagro el presente y el futuro, mi vida y mi muerte… Madrecita, ven conmigo a todos los Sagrarios del mundo para estar donde habita Jesús Sacramentado… 

               Quiero ir de Sagrario en Sagrario a pedir favores a Jesús como la abeja que va de flor en flor para chupar el néctar. Quiero formar una roca de amor en todo lugar donde esté Jesús Sacramentado para que nada pueda entrometerse para herir Su Santísimo Corazón… Oh Jesús, yo me uno en este momento en espíritu y, desde este momento para siempre, a todas las Hostias Consagradas de la tierra en cada lugar donde habitas Sacramentado. 

               Quiero pasar todos los momentos de mi vida, de día y de noche, alegre o triste, procurando consolarte, amarte y glorificarte... Oh Jesús, que no haya ningún Sagrario del mundo ni un lugar del mundo donde estés Sacramentado sin que, desde hoy y siempre, esté yo allí para decir: “Jesús, yo te amo. Jesús, soy toda Tuya, soy Tu víctima, víctima de la Eucaristía, lamparita de Tus Prisiones de Amor, centinela de Tus Sagrarios”… 

               Oh Jesús, quiero que cada dolor que sienta, cada palpitación de mi corazón, cada respiración… sean actos de amor para los Sagrarios. Quiero que cada movimiento de mis pies, de mis manos, de mis labios, de mi lengua, de mis ojos; cada lágrima, cada sonrisa, cada tristeza o tribulación, cada distracción… Quiero que cada letra de las oraciones que rece u oiga rezar, cada palabra que pronuncie u oiga pronunciar, que lea u oiga leer, que escriba o vea escribir, que cante u oiga cantar, sean actos de amor para Tus Sagrarios. Quiero que cada beso que Te dé en Tus imágenes, en las de la querida Madrecita o en las de los Santos, sean actos de amor para Tus Sagrarios. 

               Oh Jesús, quiero que cada gotita de lluvia que caiga del cielo a la tierra, toda el agua que hay en el mundo, ofrecida por gotas, y todas las arenas de la orilla del mar y todo lo que el mar contiene, sean actos de amor para Tus Sagrarios. Te ofrezco las hojas de los árboles y todas las frutas que puedan tener, las florecillas, ofrecidas hoja por hoja, y todo lo que contienen los jardines, los campos, los prados y los montes, lo ofrezco todo como actos de amor para Tus Sagrarios. 

               Jesús, también Te ofrezco las plumas de las avecillas, el gorjeo de los pájaros y las voces de todos los animales, como actos de amor para Tus Sagrarios. 

               Te ofrezco el día y la noche, el calor y el frío, el viento, la nieve, la luna, el sol, la oscuridad, las estrellas del firmamento, mi dormir y soñar, como actos de amor para Tus Sagrarios. Oh Jesús, Te ofrezco todos los tesoros y riquezas del mundo… como actos de amor para Tus Sagrarios.




miércoles, 15 de marzo de 2023

SAN JOSÉ, CORONADO DE GLORIA Y HONOR, LLENO DE GRACIA


Los Cielos mismos al oír el nombre de San José, 
se alegran de tan incomparable nombre, 
inclinan su cabeza los mismos Bienaventurados,
y en él se regocijan... 

Santa Gertrudis


               San José quiso estar desposado con María, la llena de gracia; como su esposa, San José también correspondió con inquebrantable fidelidad al don de la plenitud de gracia paternal con que fue agraciado en el comienzo de su vida. San José, consintiendo en la virginidad de María y con su propia virginidad, coopera así de modo directo, con su libre aceptación del plan salvífico de Dios a la realización del orden hipostático redentor.

               Estos dos amores, José y María, son modelos de perfección para todo buen Cristiano: tienen en común, al igual que su Hijo Jesús, un anhelo profundo de hacer siempre y en todo momento la Voluntad del Padre. 


Piadoso reconocimiento a 
Nuestro Padre y Señor San José

               Tu paternidad es pura y limpia imagen y semejanza de la Paternidad de nuestro Padre Dios, eres el lugarteniente de la Paternidad de Dios en la tierra.

               Nos ponemos, bajo tu Patrocinio, Glorioso Esposo de Nuestra Dulcísima Madre. Padre virginal de Jesús, colocamos cuanto somos y tenemos bajo tu bondadosa y segura tutela, Padre amantísimo.

               San José, el Justo, alma privilegiada, llena de la gracia de Dios y rebosante del Espíritu Santo de Dios, ¡nos inscribimos en tu escuela!

               San José del Encuentro con la Vida, que al final de mis días recojas mi último suspiro. Una muerte feliz, como la tuya, con esa serenidad.


Padre Rodrigo Molina



martes, 14 de marzo de 2023

LOS TRECE MARTES DE SAN ANTONIO. Primer Martes. LA CARIDAD

  



            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 

            En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN


            Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

            Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL


            Postrado a tus pies, oh amantísimo protector mío San Antonio, te ofrezco el piadoso ejercicio que voy a practicar para que me alcances del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final y la gracia especial que solicito con esta devoción. Más si ésta no me conviniese, obtenme conformidad con la Voluntad de Dios. Amén.


MARTES 1º: LA CARIDAD 


            ¡Oh, llama de amor hacia Dios y el prójimo, San Antonio! Compadécete  de mi frialdad en el servicio de Dios y de mis hermanos, y alcánzame la virtud de la Caridad, con la cual pueda lograr todos los bienes temporales y eternos.  

A continuación rezamos un Padrenuestro
un Avemaría y un Gloria. Luego, terminamos 
rezando el tradicional Responsorio de San Antonio...




Y terminamos este ejercicio piadoso signándonos 
en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



lunes, 13 de marzo de 2023

MARÍA NUESTRA SEÑORA DESCIENDE AL PURGATORIO



               San Pedro Damiano refiere que habiendo muerto una mujer llamada Marozia, se apareció a una comadre suya, y le dijo, que en el día de la Asunción de María  fue librada por Ella del Purgatorio junto con tantas Almas que excedían el número de pueblo romano. San Dionisio Cartujano afirma que lo mismo acontece en la Festividad de la Navidad y de la Resurrección de Jesucristo, diciendo que en tales días desciende María al Purgatorio seguida de un Coro de Ángeles y libra a muchas Almas de aquellas penas; lo que Novarino cree se repite en todas las Fiestas Solemnes de la Santísima Virgen.

               Además es bien sabida la Promesa que hizo María al Papa Juan XXII, cuando, apareciéndose le ordenó que participase que en el Sábado después de su muerte libraría del Purgatorio a cuantos llevasen el Santo Escapulario del Carmen; lo que declaró el mismo Pontífice, según refiere el Padre Crasset, en la Bula que publicó y fue después confirmada por Alejandro V, Clemente VII, Pío V, Gregorio XII y Pablo V, el cual, en el año de 1612 en una Bula dijo: 

              “El Pueblo Cristiano puede piadosamente creer que la Santísima Virgen ayudará con Su continua intercesión, y con Sus méritos y protección especial, después de la muerte, y principalmente en el día de Sábado -consagrado por la Iglesia a la misma Virgen María- a las Almas de los hermanos de la Cofradía de Santa María del Monte Carmelo, que hayan salido de este mundo en gracia, y hayan llevado Su Escapulario, observando castidad según su estado, y hayan rezado el Oficio Parvo de la Virgen, y si no han podido recitarlo, habiendo observado los ayunos de la Iglesia”. 

               Y en el Oficio Solemne de Santa María del Carmen se lee que se ha de creer piadosamente, que la Santísima Virgen consuela con amor de Madre a los cofrades del Carmen en el Purgatorio, y con Su intercesión los lleva pronto a la Patria Celestial.




               ¿Por qué no hemos de esperar también nosotros las mismas gracias y favores de esta Divina Madre?. Y si Le sirviéramos con amor especialísimo, ¿por qué no podemos esperar también la gracia de ir al Cielo inmediatamente después de haber fallecido, sin entrar en el Purgatorio, según aquello que la misma Virgen envió a decir por Fray Abondio al Beato Godofredo: "Di a Fray Godofredo que adelante en la virtud, que así será de Mi Hijo y Mío; y cuando su alma se separará del cuerpo, no permitiré que vaya al Purgatorio, sino que la tomaré y la ofreceré a Mi Hijo"?

               Y si deseamos ofrecer sufragios a las Almas del Purgatorio, roguemos a la Santísima Virgen en nuestras oraciones, aplicando por ellas especialmente el Santísimo Rosario, que les sirve de gran alivio.



San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
LAS GLORIAS DE MARÍA