sábado, 27 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 27º "PRODIGIO CON EL NAVÍO "SOBERANO"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               El experto y bravo capitán, Don Juan de Lazaga, se sentía gozoso después de seis días de deshecha borrasca, viendo desaparecer en derredor suyo buques menos afortunados, mientras él capeaba los vientos y se defendía como se defienden los héroes de los mares aguantándose hasta perder la vida asidos a la última astilla de la nave. Pero aún le quedaba un recurso, aún tenía alientos para respirar, para exhalar un tierno y profundo suspiro y articular con él el dulcísimo nombre de María: -"¡Madre mía del Carmen, valednos!".

               Con ese suspiro y ese nombre fue envuelto un voto que llegó hasta el Cielo. Lo acogió María e inflamó en un instante los corazones de todos sus compañeros, de aquellos hombres curtidos por las brisas de todos los mares que, adivinando el pensamiento, gritaron todos a una: -"¡Virgen bendita del Carmen, salvadnos que perecemos!" Esto sucedía durante los días del 6 al 12 de Septiembre de 1854. Más de quinientas personas sufrieron el horroroso temporal y huracán de seis días a bordo de un navío que contaba los cien años de surcar los mares. 

               Treinta y un días más tardaron en arribar o tomar puerto, casi anegados y en riesgo inminente de ser absorbidos a cada instante por las olas. Se salvó el buque y se salvaron todos los hombres, sin que faltara uno solo. -"Fue la Virgen del Carmen, nuestra Reina Marinera, quien nos salvó en aquel inminente peligro en que estuvimos a punto de perecer". Así proclamaba, llorando como un niño, el capitán y todos sus marineros, cuando ante el santo Obispo Antonio María Claret, fueron a rendir fervientes acciones de gracias a su Madre del Carmen, en la iglesia Metropolitana de Santiago de Cuba, el día 26 de Octubre de 1854, ante un público enardecido por la emoción, que no cesaba de aclamar y bendecir a la Virgen del Carmen.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a Ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



viernes, 26 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 26º "UN PEZ CIERRA LA ROTURA DE LA QUILLA DE UN NAVÍO"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               El valiente Don Juan de Austria, digno de eterno recuerdo por su victoria inmortal en Lepanto, navegaba para el puerto de Nápoles con cinco galeras y un galeón. En plena navegación y en mar abierto, les sorprendió furiosa tempestad, que zarandeaba sin tregua los frágiles cascos de las embarcaciones. Creció la tempestad: los peligros se multiplicaban por instantes; galeras frágiles, de costuras mal calafateadas, hacían agua por mil sitios; la vía de agua, fatalmente, acabaría por hundir la nao. 

               En el crítico instante, el Capitán Pedro de Luna, en presencia de toda la tripulación, saca del pecho el Santo Escapulario, hinca sus rodillas, mientras lo besa con fervor, prometiendo ir como peregrino al Santuario de la Madonna Bruna del Carmine de Nápoles si la Señora les salva de tan inminente riesgo, por la virtud de su Santo Escapulario. 

               Como en otro tiempo las aguas del Tiberíades se calmaran al imperio de la voz de Cristo, así también en la Galera de Don Juan cesó de entrar agua por la vía abierta en el costado. La Virgen del Carmen hizo el milagro; un pez de gran tamaño se había introducido en el agujero del casco salvando a la tripulación. Un barquito de plata y el Escapulario del Capitán Pedro de Luna, colgados como exvotos en el templo de Nuestra Madre del Carmen, en Nápoles, recordaron durante varias centurias el milagro obrado por la Virgen Santísima mediante Su Bendito Escapulario.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



jueves, 25 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 25º "EL PEQUEÑO NÁUFRAGO"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               El hecho sucedió en Villarreal, espléndida ciudad de la provincia de Castellón de la Plana. Era el 29 de Agosto de 1928. Un cielo claro y el sol, propio de la estación estival, inundaba de luz la fértil campiña villarrealense, que la mano del hombre supo transformar en delicioso jardín, aromado con los efluvios del azahar. 

               Una señora, con su familia, salió al campo para pasar unas horas de solaz en una alquería, casita de campo de su propiedad, por cuya vera pasa la Acequia Mayor, que toma su crecido caudal del río Mijares. Dicha señora ordenó a una niñera que tenía a su servicio saliese de la alquería para quebrar almendras. Tras la niñera siguió el pequeño hijo del ama, llamado Miguel Cantavella Pitarch, que hacía días había cumplido tres años de edad. 

               Transcurrido un rato de absoluto silencio, la señora ni oía la voz del hijo ni la de la niñera, ni el ruido que ésta debía hacer cumpliendo con la faena que se le había encomendado. Ignoraba que la joven criada se había alejado de la alquería, dejando al niño Miguel solo, al borde de la caudalosa acequia. Con todo, salió para dar un vistazo, buscó con la mirada anhelante y angustiosa a su Miguelín, le voceó... ¿Dónde estaría el niño?.

               Al dirigir su vista a la corriente de agua de la acequia, vio a su pequeño hijo que flotaba en la superficie como una boya, sin hundirse, sin ser arrastrado por la corriente. Nótese que la acequia tiene de profundidad algo más que la alzada de un hombre de buena talla; su anchura oscila entre cuatro y cinco metros; la masa del agua que llevaba a la sazón alcanzaba la altura de un metro aproximadamente, y el desnivel del álveo determinaba en el punto del suceso un movimiento progresivo casi impetuoso. Y recuérdese lo que se ha dicho: que, a pesar de todo, el niño de tres años aparecía en la superficie, flotando como una boya. 

               A poco que la angustiada madre hubiera reflexionado  se habría convencido de que su hijo, que no había perecido, tampoco perecería: hubiera podido ver allí una mano oculta, un prodigio patente. Pero el instinto de salvar al hijo no le permitió un segundo de serena reflexión. 

              Le faltó tiempo para arrojarse al agua con una niña de pecho que llevaba en brazos. Cuando la madre hubo sacado sano y salvo al niño, repuesta de la mortal congoja, trató de indagar la causa de un prodigio tan patente como inexplicable para ella. El pequeño náufrago, con la sencillez y lenguaje propios de su edad, pero como si fuera una persona mayor que terminaba de bañarse en agua de rosas, dijo a su madre: -"La Mare de Déu me tenía aixina". (La Madre de Dios me tenía así). Y mientras decía estas palabras, reveladoras del gran prodigio, que luego repetía muchas veces, juntaba los codos a la cintura y extendía los antebrazos y las manos en actitud de sostener algo, el cuerpecito de un niño, en nuestro caso. 

               La afortunada madre acababa de comprender que la Virgen del Carmen había salvado a su hijo de una muerte inevitable; entendió perfectamente que el no sumergirse su niño, de tres años, en tanto caudal de agua y el no ser arrastrado por la corriente era un milagro del Escapulario del Carmen, que dos días antes le había hecho imponer y que llevaba pendiente del cuello, en el acto del trágico percance, "el pequeño náufrago".


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a Ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



miércoles, 24 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 24º "LO SALVÓ EN EL MAR DE MÉXICO"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               Navegando con un grupo de amigos, Don Tristán de Arellano, pariente próximo del Virrey, por los años de 1610, en México de la Nueva España, les sobrecogió de repente un recio huracán, que volcó la embarcación, cogiendo a todos bajo ella, por lo cual perecieron ahogados todos los tripulantes quedando con vida únicamente Don Tristán de Arellano. Él, al ver cómo se hundía, acudió al punto, con gran fe, a nuestra Madre Santísima del Carmen, cuyo Escapulario vestía con gran devoción desde muy niño y por cuyo medio esperaba ser socorrido y salvado por Nuestra Señora. 

               Y, en efecto, manifestó haber estado bajo el agua más de media hora, en la cual, lleno de aflicción y congoja estrechaba contra su corazón el bendito Escapulario de María, haciendo innumerables promesas a la Santísima Virgen si le sacaba con bien de tan terrible trance. 

               Por fin, tras larga espera de luchar con el viento y el agua, que a él se le antojaran siglos, acudiendo varias canoas en su auxilio, logró al fin su deseada salvación, hallando, con gran estupor suyo y de sus salvadores, que, aunque todos sus vestidos estaban empapados, el Santo Escapulario permanecía seco. 

               Tan pronto como logró hallarse en tierra, voló al Convento de los Carmelitas y, postrado ante el altar de la Virgen, hizo promesa de abandonar el mundo y consagrarse a la Santísima Virgen como Hermano de obediencia para rendirle toda su vida perennes acciones de gracias a la Madre dulcísima que le librara de una muerte temporal y eterna mediante Su milagroso y bendito Escapulario.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



martes, 23 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 23º "OTROS PRODIGIOS EN EL MAR"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               -Don Jaime el Conquistador y sus soldados, solamente invocando el auxilio de la " Mare de Déu del Carme", pudieron reunir las dispersas naves y arribar a las puertas de Palma de Mallorca. 

               - La Virgen del Carmen salvó a la escuadra que por orden de Felipe II salió a proteger a los Caballeros de Malta, dándoles la victoria. 

               - La Virgen del Carmen salvó nuestro Nautilus de los ciclones marinos y de la persecución de los Deneiras, llegando incólume a Santander. 

               - La Virgen del Carmen es la que libra de la muerte en el desastre naval de Santiago al alférez de navío D. José Rubiales, que desde el Oquendo cae al agua gravemente herido y oprimiendo al pecho el santo Escapulario. 

               - La Virgen del Carmen libra del mar a la joven que se arroja a él para salvar su castidad. 

               - La Virgen del Carmen conserva la vida entre las olas a dos niños de cuna arrojados al agua por un loco furioso. 

               - La Virgen del Carmen en todas las épocas y en todas las playas españolas tiene un templo o santuarios que conmemoran estos hechos milagrosos...


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a Ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



lunes, 22 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 22º "SAN LUIS IX DE FRANCIA"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               El Santo Luis IX, al volver de la guerra de Palestina, en el año 1254, se vio embestido por deshecha tempestad, hallándose frente al Monte Carmelo. Sus navíos fueron dispersados. El desaliento y la desesperación se habían apoderado de todas las tripulaciones. El naufragio de la armada parecía inminente. Sólo el corazón magnánimo del monarca se mostraba confiado. 

               Cuando en medio de la obscuridad el vendaval le trajo el tañido lejano de una campana, y preguntó dónde sonaba, supo que era la señal de Maitines de los Monjes del Carmelo. Vuelve, entonces, los ojos en aquella dirección, y, con ferviente súplica, hace voto de visitar a la Reina del Carmelo, si a él y a los suyos los libra de la muerte. Bastó esta plegaria. La Reina de los mares se le aparece rodeada de luz, diciéndole: - "No temas, Yo misma seré tu auxilio; vengo para librarte a ti y a tu gente de los peligros de este mar". 

               Después de estas palabras se serena el cielo, se sosiega el mar, se salvan las naves y el hijo de la reina Blanca de Castilla, acompañado de sus guerreros, sube al Carmelo a rendir afectuosas gracias a su Celestial Salvadora.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a Ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



domingo, 21 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 21º "EL ESCAPULARIO Y EL TIBURÓN"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               Hace años, un joven marino francés, dejando las costas de Saint-Malo (Bretaña), partió para América. Tenía gran devoción y amor a María y llevaba Su Escapulario con mucha Fe y Esperanza. 

               Llegado al término del viaje, quiso bañarse en el mar. Algunos procuraron disuadirle haciéndole ver que las olas estaban muy agitadas; más él insistió en su propósito, y, como buen nadador, se alejó de la ribera del mar. 

               De repente vio junto a sí un tiburón con las fauces abiertas. El primer movimiento del marino fue de espanto; pero luego su pensamiento se dirigió al Cielo. Con la mano izquierda se quitó el Escapulario, presentándoselo al tiburón como un escudo de defensa, mientras con la mano derecha seguía nadando. El monstruo, como herido de ceguera o de parálisis, se detuvo, y el protegido por la Virgen, con su arma milagrosa en la mano, llegó sin la menor novedad hasta la playa, donde se arrodilló para dar gracias a su Salvadora rezando el Avemaría. Desde aquel día, cada vez que se embarcaba se proveía de Escapularios, no sólo para sí mismo sino para todos los marineros.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



sábado, 20 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 20º "LA VIRGEN ME HA SALVADO"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               En 1940, un marino, encanecido en salitres y algas de todos los mares, narró este hecho: "En cierta ocasión la mar embravecida nos lanzaba a las costas africanas, amenazando estrellarnos contra una escollera. Una ola gigante arrastró a un joven grumete. El mayor de mis hijos, un hércules y un experto nadador, en un acto de caridad heroica, me dijo, santiguándose: -"Padre, voy a por él". Al mismo tiempo que yo le gritaba: -"¿Llevas puesto el Escapulario?" -"Sí, padre", contestó, lanzándose desde la proa... Los momentos fueron de indecible angustia. De rodillas sobre cubierta, juntamente con mi hijo el menor, contemplábamos, asidos fuertemente a las maromas de la nave, los esfuerzos titánicos y desesperados que hacía mi pobre hijo por llegar hasta el desdichado grumete, que estaba a punto de perecer. 

               Puse toda mi confianza en nuestra Madre Bendita del Carmen y le hice una promesa: comprar una imagen Suya para que fuese venerada por esta gente sencilla, buena y creyente; y el primer atún que pescase cada año fuese íntegro para fomentar Su culto y Su devoción. 

               Todo fue en un abrir y cerrar de ojos. Vi rasgarse una nube y, en un rompimiento como de gloria, la contemplé embelesado, extendiendo hacia mi pobre hijo Su Bendito Escapulario. Ya, entonces, nada temí; no sentía ni congoja ni ansiedad, estaba tranquilo y seguro de que se salvaría. No hacía otra cosa que rezar maquinalmente y de rutina la Salve, pero con una dulzura que parecía relamerme con miel los labios. Un minuto después, mi hijo traía consigo la preciosa carga del grumete salvado y se echaba en mis brazos, diciéndome: -"¡La Virgen me ha salvado!".


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
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del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a Ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



viernes, 19 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 19º "ELLA NO SE AHOGÓ"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               Manuel Castaños y Montijano, Coronel, escritor y académico de la Historia, natural de Mayagüez (Puerto Rico) escribía desde Toledo el 17 de Mayo de 1907: "Les recuerdo un hecho rigurosamente histórico, ocurrido en la isla de Puerto Rico y en la villa de Humacao, de cuyo departamento era mi padre Comandante militar. Existía en dicha villa un acaudalado comerciante francés, llamado Mr. Sandeau (amigo de mis padres), con su familia, compuesta de esposa y cinco hijas mozas. Cierto día acordaron éstas ir a bañarse, invitando a una amiga, joven piadosísima. Estando dentro del agua, observaron -las de Sandeau- que su amiga no se había quitado el Escapulario de la Virgen del Carmen; la zumbaron con bromas indiscretas, diciéndole: -"Todas nos vamos a ahogar menos tú". 

               De repente se desarrolló un fenómeno muy frecuente en aquellas bajas latitudes: una tromba marina en medio de un día sereno y cielo despejado. Aquel horrible meteoro produjo de improviso una resaca tal, que las seis jóvenes fueron arrastradas por ella mar adentro. 

               Un valiente pescador que presenció el suceso se arrojó con heroísmo a las olas y, dirigiéndose al grupo, sólo pudo asir con su mano izquierda un cordón. Tiró de él, y nadando bravamente contra la resaca, sacó a flote y puso en la playa a la remolcada, y resultó que el cordón era el del Escapulario, que había sido objeto de la mofa de sus amigas, que fueron pasto de los tiburones. 

               Los desolados padres, que en un momento perdieron para siempre a sus cinco hijas, de descreídos que eran se volvieron devotísimos de la Virgen del Carmen; adoptaron a la amiga, y fue su heredera".


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



jueves, 18 de julio de 2024

LXXVIII Aniversario de Sor María Consolata Betrone

 

               Pierina Betrone nació en Saluzzo (Cúneo, Italia) el 6 de Abril de 1903. Desde muy pequeña estuvo inclinada a la piedad, soñando con ser algún día misionera, por eso, hasta en tres ocasiones intentó consagrarse en congregaciones de vida activa, pero siempre aparecieron impedimentos que cortaron de raíz sus buenas intenciones.

               Su Confesor, el Padre Accomasso, le sugirió entonces entrar en el monasterio de Capuchinas de Turín. Pierina, obediente a la voz de su Director, solo acertó a decir "nada me atrae de las Capuchinas"; ingresó en el Monasterio el 17 de Abril de 1929, para tomar el hábito el 28 de Febrero de 1930, momento en el que tornó su nombre de pila por el de María Consolata.




               Fue precisamente en este día que se reveló el Sagrado Corazón de Jesús para rogarle: "Sólo te pido esto: un Acto de Amor continuo"

               A partir de ese momento, viviría una íntima unión con Aquél que es Rey y Centro de todos los corazones. Su nuevo nombre, Consolata, con el que empezaba su vida como Esposa de Cristo, sería el eje de su vida: consolar al Sagrado Corazón de Jesús por tantos pecados e indiferencias. Por eso se resolvió a vivir penitente y abnegada por la Voluntad de Dios, pero oculta a los ojos del mundo ya aún a los de sus Hermanas Capuchinas.

               El 8 de Abril de 1934 hizo los votos perpetuos; Consolata era fiel en sus diferentes labores, como cocinera, zapatera y portera. El 22 de Julio de 1939, sería destinada a la nueva fundación capuchina de Moriondo Moncalieri, donde desempeñó las funciones de enfermera y secretaria.

               Su unión con el Sagrado Corazón de Jesús la llevó a convertirse en "Cirenea" de Cristo, que le reveló Su dolor por un mundo cada vez más hundido en la ruindad y en la miseria del pecado. 

               Por eso, el Divino Corazón le enseñó un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada vez que lo pronunciase salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias.

Jesús, María, os amo, salvad almas

               En esa simple fórmula se condesaban los tres amores de todo Cristiano: Nuestro Señor  Jesucristo, la Virgen Santísima y las almas por las que Cristo derramó Su Preciosa Sangre

                El Sagrado Corazón le reveló además:

Piensa en Mí y en las almas. 
En Mí, para amarme; 
en las almas, para salvarlas

 (22 de Agosto de 1934)

               Nuestro Señor le explicó que ese Acto de Amor, debía recitarlo "Día por día, hora por hora, minuto por minuto"(21 de Mayo de 1936). Y ese mismo Divino Corazón le insistía:

Consolata, di a las almas que prefiero 
un Acto de Amor a cualquier otro don 
que puedan ofrecerme; tengo sed de amor

(16 de Diciembre de 1935)

               El 24 de Septiembre de 1945 Sor Consolata pidió media jornada de reposo y se extendió. En Junio de 1939 se le escapó una frase de su pluma: "Me cuesta morir a pedacitos". En su oculta situación de enfermedad y la rigurosa vida de penitencia se sumarían en breve también los difíciles años de la segunda Guerra Mundial.



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               Consolata padecería literalmente el hambre, pero con la generosidad de siempre. Fue el último acto de amor: el que le costó la vida. En el invierno de 1944 su color cadavérico la traicionó. Por obediencia se sometió a una visita médica. El dictamen del médico fue simplemente: "Esta religiosa no tiene ninguna enfermedad: está extenuada".

              El 25 de Octubre de 1945 la radiografía descubrió la catástrofe en sus pulmones. El 4 de Noviembre partió hacia el sanatorio. Ahí permanecería hasta el 3 de Julio de 1946, cuando una ambulancia la llevaría de nuevo, consumida hasta lo imposible, al Monasterio de Moriondo. La Hermana muerte la visitó al alba del 18 de Julio.

               Que este Acto de Amor, "Jesús, María, os amo, salvad almas", sea nuestro primer pensamiento al despertar; durante el día repítelo frecuentemente, en casa, en la calle, mientras conduces... después de las oraciones de la noche, prueba a encontrar el sueño mientras repites con cariño el Acto de Amor.