lunes, 21 de octubre de 2013

VIDA DE PIEDAD DEL BUEN CATÓLICO ( VII ) PRÁCTICAS DE PIEDAD DIARIAS, EN LA MAÑANA.




      En artículos anteriores de esta Sección de VIDA DE PIEDAD DEL BUEN CATÓLICO, hemos recordado la necesidad de rezar cada día, con cariño y atención, al modo de los niños; también hemos recordado el consuelo de tener a un Ángel Custodio, quien aboga por nosotros y se apresura a salvarnos, incluso más allá de la muerte; por último (aunque esperamos seguir escribiendo sobre otros temas de piedad) con los escritos de San Antonio María Claret hemos entendido cuán importante es nuestra actitud a la hora de asistir al Santo Sacrificio de la Misa...

      La bendita piedad, el realizar actos sencillos de amor a Dios y a Nuestra Señora, encomendarnos a nuestro Ángel de la Guarda, son algunas de las muchas prácticas que mueven el corazón para mirar más asiduamente al Cielo.

      Este mundo nos envuelve cada vez más en un trágico mar de preocupaciones y compromisos; ¿cuánto tiempo dedicamos a la oración?. Vamos a poner un sencillo esquema del que muchos sacarán provecho.



PRÁCTICAS DE PIEDAD EN LA MAÑANA

      Nada más levantarse, persignarse y signarse ( Por la señal de la Santa Cruz, etc. ); mejor si tenemos un recipiente con agua bendita y lo hacemos humedeciendo los dedos en ella. A continuación, hacer el Ofrecimiento Diario, la Consagración personal a Nuestra Señora y solicitar el auxilio del Ángel Custodio ( en nuestro primer artículo de VIDA DE PIEDAD DEL BUEN CATÓLICO pueden ver las oraciones ).

      Muy recomendable sería tener media hora de oración mental o lectura espiritual en la mañana. Si es posible, ante un Sagrario, para de paso hacer compañía a Jesús Sacramentado. Si fuese el caso o si bien podemos entrar en una iglesia católica tradicional, hagámos visita al Sagrario, empezando y acabando con la Comunión Espiritual ( en el margen izquierdo de este blog encontrarán una estampa con una fórmula fabulosa ).

      A lo largo de la mañana y en cualquier otro momento de día, procuremos recordar que Dios nos mira siempre; busquemos esa mirada de amor sobre nosotros. En las dificultades del trabajo, mientras pasamos la escoba en casa o preparamos el almuerzo...¡cuántos pensamientos inútiles pasan por nuestra mente! En lugar de eso, ¿por qué no alimentas tu alma y la llenas de alegría repitiendo no una, sino miles de jaculatorias, de piropos a Nuestro Señor y a la Virgen Purísima?

          *Para los que dispongan de mucho tiempo, bien por ser jubilados, por estar enfermos o por cualquier otra circunstancia, sería recomendable que rezacen el Santo Rosario COMPLETO ( los Quince Misterios ), con lo cual, a lo largo de la mañana podrían rezar el primer Rosario. El segundo lo podrían recitar allá hacia las cuatro o cinco de la tarde, después del reposo del almuerzo, y los últimos Cinco Misterios, rezarlos antes de cenar.


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