domingo, 21 de julio de 2019

SÚPLICA A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE (indulgenciada por el Papa Pío VII)


          Oh Sangre Preciosísima de Vida Eterna, precio y rescate de todo el Universo bebida y purificación de nuestras almas, que defiendes continuamente la causa de los hombres ante el Trono de la Suprema Misericordia! Os adoro profundamente, y quisiera desagraviaros, hasta donde me sea posible, de las injurias y ultrajes que recibís continuamente de las criaturas humanas; y especialmente de aquellas que se atreven temerariamente a blasfemar de Vos.



          Y ¿quién no bendecirá esta Sangre de infinito valor? ¿Quién no se sentirá inflamado de amor para con Jesús que la derramó?

          ¿Qué sería de mí si no hubiese sido rescatado por esta Divina Sangre? ¿Quién os sacó hasta la última gota de las venas, mi Señor? ¡Ah! el amor fue ciertamente. ¡Oh Amor inmenso, que nos has dado este bálsamo saludable!

          ¡Oh bálsamo inestimable, emanado de la fuente de un Amor inmenso! ¡oh! haced que todos los corazones y todas las lenguas puedan alabaros, encomiaros y daros gracias ahora y siempre y hasta el día de la Eternidad. Amén.

300 días de indulgencia (Papa Pío VII, 18 de Octubre de 1815) 




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