Fray José Cueto y Díez de la Maza, nació en Riocorvo, Santander (España) en 1839, en el seno de una familia profundamente cristiana. A los 17 años ingresa en el Convento de los Frailes Dominicos de Ocaña.
Su vida como religioso dominico transcurrió entre Ocaña, Filipinas, Ávila y Canarias. Itinerario geográfico y espiritual, enriquecido con su elocuente predicación, producción literaria -obtuvo diversos premios, entre otros, por sus obras "La Fe y la Razón" y "Breve estudio sobre el dogma y la libertad"-, su sabiduría en la cátedra como Profesor de Teología y de Derecho Canónico, y como santo y solícito Pastor en la Diócesis de Canarias, de la que fue Obispo durante 17 años.
Resaltó en él, de manera llamativa, la virtud de la Caridad, expresada en su amor y solicitud hacia los pobres, los enfermos, los presos y necesitados de Dios. El P. Cueto fue preconizado Obispo el 1 de Junio de 1891 y consagrado en Ocaña, el 27 de Septiembre de 1891. Hizo su entrada de Obispo en Las Palmas el día 22 de Noviembre de 1891.
Hizo norma de su conducta y de su gobierno la doctrina del amor. Tomando para sí el lema de San Juan Crisóstomo: "Sé austero para contigo y benigno para con el prójimo".
No tuvo más fin durante el tiempo que vivió entregado a su Diócesis de Canarias, que vaciar de sí mismo su corazón para que entrasen en él todos aquellos que la Divina Providencia le había dado por hijos.
En sus Visitas Pastorales, hechas con gran dificultad por los peligros del mar y lo escabroso del terreno, se mostró siempre como "el enviado del Cielo, el Ángel de la Caridad y de la Paz". Las numerosas obras sociales que se crearon durante su pontificado en la Diócesis de Canarias, por iniciativa suya, dan testimonio de ello. Y así lo percibió el pueblo resumiendo su paso por las islas con estas palabras: “El Padre Cueto era antes que nada un gran corazón. Su corazón nos explica todas las acciones de su vida”.
Preocupado porque sus Fieles estuviesen suficientemente atendidos espiritualmente, logró que se establecieran en la Diócesis los religiosos Franciscanos, Paúles, Cistercienses, Hermanos de la Escuelas Cristianas, Hermanitas de los pobres y las Siervas de María. El 12 de Junio de 1895, junto con la Madre Pilar Prieto, funda la Congregación de las Dominicas de la Sagrada Familia, dedicada a la educación de la juventud y a la caridad, mediante la predicación de la Palabra de Dios, en íntima unión con el espíritu dominicano.
En Octubre de 1896 el Obispo organizaría una peregrinación que culminaría ante los pies de la Patrona, la Virgen del Pino, para rogar por el fin de la Guerra de Cuba, iniciada un año antes; el Prelado de los canarios donaría entonces su cruz pectoral y el anillo episcopal, finas piezas en oro, amatistas y brillantes, para el ajuar de la Patrona.
El 26 de Mayo de 1900, el Obispo Cueto confirmó en la Fe Católica a la entonces niña Lorenza Díaz Bolaños, en la Parroquia de Santa María de Guía; aquella muchachita sería años después esposa de Cristo, como Hija de la Caridad, condición que le valdría para convertirse en Mártir durante la Cruzada de 1936.
Con el beneplácito del Papa San Pío X, el Obispo dominico coronó canónicamente a la Virgen del Pino, el 7 de Septiembre de 1905; lo hizo en medio de una celebración multitudinaria que albergó a unos 30.000 canarios en torno a la Basílica de Teror.
El "Padre Cueto", como cariñosamente le llamamos los canarios, entró en la Vida Eterna en la capital de su Diócesis, Las Palmas de Gran Canaria, en olor de santidad, el 17 de Agosto de 1908. Sus venerables restos reposan mientras esperan la resurrección de la carne, en la Capilla de la Comunidad Dominica de San José, Casa Madre de la Orden fundada por él mismo.
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