En La Semana del Buen Cristiano el Viernes es el día que nos acercamos un poco más al Sagrado Corazón de Jesús, lacerado por el pecado; de ahí que también sea el día indicado para meditar acerca de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, para compadecernos con la Virgen Dolorosa que sean tan pocos los amigos de la Cruz y al tiempo, para que ante la imagen de los tormentos de Jesús, entiendas cuán poco es nuestro sufrimiento frente a Su Amor y entrega por ti y por mí...
A la derecha, el de nuestro amable Salvador. Sube por un camino estrecho y angosto como nunca a causa de la corrupción del mundo. El Buen Maestro va delante, descalzo, la cabeza coronada de espinas, el cuerpo ensangrentado y cargado con una pesada cruz. Sólo le sigue un puñado de personas -si bien las más valientes-, ya que su voz es tan delicada que no se la puede oír en medio del tumulto del mundo o porque se carece del valor necesario para seguirlo en la pobreza, los dolores y humillaciones y demás cruces que es preciso llevar para servir al Señor todos los días.
A la izquierda, el bando del mundo o del demonio. Es el más nutrido, el más espléndido y brillante -al menos, en apariencia.- Lo más selecto del mundo corre hacia él. Se apretujan, aunque los caminos son anchos y más espaciosos que nunca, a causa de las multitudes que, igual que torrentes, transitan por ellos. Están sembrados de flores, bordados de placeres y diversiones, cubiertos de oro y plata.
A la derecha, el pequeño rebaño que sigue a Cristo habla sólo de lágrimas, penitencias, oraciones y menosprecio del mundo. Se oyen continuamente estas palabras, entrecortadas por sollozos: "Sufrimientos, lágrimas, ayunos, oraciones, olvidos, humillaciones, pobreza, mortificaciones. Pues el que no tiene el espíritu de Cristo -que es espíritu de cruz- no es de Cristo. Los que son del Mesías han crucificado sus bajos instintos con sus pasiones y deseos." (San Pablo a los Gálatas, cap. 15, vers. 24). O somos imagen viviente de Jesucristo o nos condenamos. ¡Animo!, gritan. ¡Animo! Si Dios está por nosotros, en nosotros y delante de nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que está en nosotros es más fuerte que el que está en el mundo. Un criado no es más que su amo. Una momentánea y ligera tribulación nos prepara un peso eterno de gloria.
El número de los elegidos es menor de lo que se piensa. Sólo los esforzados y violentos arrebatan el Cielo. Tampoco un atleta recibe el premio si no compite conforme al reglamento (2 Tim. 2,5), conforme al Evangelio y no según la moda. ¡Luchemos, pues, con valor! ¡Corramos de prisa para alcanzar la meta y ganar la corona!» Son algunas de las expresiones con las cuales se animan unos a otros los Amigos de la Cruz.
TE INVITO, hoy viernes, a meditar la Pasión de Nuestro Señor, aunque tan solo sean Sus Cinco Llagas: manos, pies, costado y cabeza... pues como acostumbraba Sor Marta Chambón, unificaba la Llaga de los pies en una y así elegía como quinta las Llagas producidas por la cruenta Corona de Espinas que tanto atormentó al Redentor de nuestras almas.
Usa para esta piadosa meditación, LA CORONA DE LAS SANTAS DE LLAGAS, revelada por el mismo Jesucristo a la humilde visitandina.
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