sábado, 24 de noviembre de 2018

NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN MARÍA "Refugio de todos los que están en peligro"




                ...puesto que el Hijo de Dios hecho hombre es Autor y consumador de nuestra Fe, es de todo punto necesario reconocer como partícipe y como Guardiana de los Divinos Misterios a Su Santísima Madre en la cual, como el fundamento más noble después de Cristo, se apoya el edificio de la Fe de todos los siglos.

                ¿Es que acaso no habría podido Dios proporcionarnos al Restaurador del género humano y al Fundador de la Fe por otro camino distinto de la Virgen? Sin embargo, puesto que pareció a la Divina Providencia oportuno que recibiéramos al Dios-Hombre a través de María, que lo engendró en Su vientre fecundada por el Espíritu Santo, a nosotros no nos resta sino recibir a Cristo de manos de María. 

                ...nadie dudará que a través de la Virgen, y por Ella en grado sumo, se nos da un camino para conocer a Cristo, simplemente con pensar que Ella fue la única con la que Jesús, como conviene a un hijo con su madre, estuvo unido durante treinta años por una relación familiar y un trato íntimo.

                Los admirables Misterios del Nacimiento y la Infancia de Cristo, y, sobre todo, el de la asunción de la naturaleza humana que es el inicio y el fundamento de la Fe ¿a quién le fueron más patentes que a la Madre? La cual ciertamente, no sólo conservaba ponderándolos en Su Corazón los sucesos de Belén y los de Jerusalén en el Templo del Señor, sino que, participando de las decisiones y los misteriosos designios de Cristo, debe decirse que vivió la misma vida que Su Hijo. Así pues, nadie conoció a Cristo tan profundamente como Ella; nadie más apta que Ella como Guía y Maestra para conocer a Cristo. 

                Cristo está sentado a la derecha de la Majestad en los Cielos (1); María a su vez está como Reina a Su derecha, Refugio segurísimo de todos los que están en peligro y fidelísima Auxiliadora, de modo que nada hay que temer y por nada desesperar con Ella como guía, bajo Su auspicio, con Ella como propiciadora y protectora (2).


Papa San Pío X
Ad diem illud lætissimum, 2 de Febrero de 1904





NOTAS ACLARATORIAS:

        1- Carta a los Hebreos, cap. 22, vers. 3.

        2-Papa Pío IX, Bula Ineffabilis





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