Por obedecer una orden caprichosa del Emperador pone a San José a un camino difícil y peligroso. Él sabía que ni María ni el fruto de Su vientre estaban obligados a obedecer esa orden, por motivo del estado de Nuestra Señora y, sin embargo, obedece con puntualidad y santa resignación.
San José va a Belén con sacrificio, pero obedece, porque en la orden del Emperador, veía la Voluntad de Dios. ¿Obedeces tú, a la Voluntad Divina?
FRUTO: Obedecer, sin replicar, a los legítimos superiores, pues la obediencia hace milagros.
INVOCACIÓN: San José, modelo de obediencia, enséñame a obedecer. Amén
ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable Providencia te dignaste escoger a San José por Esposo de Tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el Cielo, a aquél que veneramos en la tierra como Protector. Tú, que vives y Reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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