viernes, 12 de agosto de 2022

EL VIEJO Y SIEMPRE NUEVO CULTO A BAAL

 


Una imagen alegórica: el dios Baal sujeta a sus fieles con férreas cadenas;
otra interpretación posible es que esos mismos fieles arrastran a Baal,
tiran de él porque les ha prometido dinero y poder. Los Católicos siempre
preferiremos cargar con el dulce yugo de Cristo Nuestro Señor

               Varias civilizaciones antiguas en el Medio Oriente adoraban a una deidad llamada Baal (que significa "maestro" o "señor") y que era representado como un toro. El culto a Baal, dios originariamente de los filisteos, estaba enraizado en la sensualidad e involucraba la prostitución ritual en los templos. Apaciguar a Baal requería un sacrificio humano, generalmente el primogénito del que hacía el sacrificio y posterior incineración ante la estatua del dios pagano. En los cultos satánicos, se considera a Baal como uno de los demonios principales que conforma la falsa trinidad demoníaca,  junto a Lucifer y Leviathan.

               "Mientras Israel permanecía en Sitim, los hombres comenzaron a cometer inmoralidad sexual con las mujeres moabitas, quienes los invitaban a los sacrificios a sus dioses. El pueblo comió y se inclinó ante estos dioses. Entonces Israel se unió a adorar a Baal. Y la Ira del Señor se encendió contra ellos." (Libro de los Números, cap.25, vers. 1-3) 

             En el Nuevo Testamento, Jesús Nuestro Señor llama a Satanás Beelzebub (Baʿal Zebub), asociando para siempre a Baal con Satanás, “príncipe de los demonios”.



               A la élite oculta le encantan las ceremonias de apertura. De hecho, estos asuntos prolijos y altamente simbólicos se han convertido en nada menos que mega-rituales que celebran los planes tortuosos y las oscuras creencias de los principales gobernantes mundiales.

               Los planes son retorcidos porque van descaradamente en contra del bienestar de las masas. Giran en torno al uso del miedo, el control y la propaganda implacable para obligar a las personas a aceptar una cultura global que marca el camino hacia un gobierno global. La Fe Cristiana quedará diluida en una religión también global, de ahí que la Integridad Católica sea constantemente atacada por los liberales que apoyan la causa globalista.




En una cultura laica, como se presume desde los gobiernos liberales,
se permite y se fomenta la adoración de viejas deidades; todo se tolera
siempre y cuando no tenga olor a cristiano


               Como ocurriera con las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y la ceremonia de inauguración del túnel de San Gotardo en Suiza en 2016, toda la ceremonia se desarrolló en un ambiente  oscuro y ritualista. Los hijos de las tinieblas ya no se ocultan y lo peor, los hijos de la luz viven en la nebulosa de la corrección política: tragan, callan y digieren. Nosotros por contra, seguiremos alzando la voz.





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