En este tradicional septenario dedicado a Nuestro Padre y Señor San José, recordaremos sus principales siete Dolores y Gozos; en este año, 2025, comenzaremos el Domingo 2 de Febrero y concluiremos el Domingo 16 de Marzo.
El Papa Pío IX se dignó conceder el 1 de Febrero de 1847, una Indulgencia Plenaria para cada uno de los Siete Domingos de San José, si se observan las condiciones de Confesión, Comunión y visita en cualquier templo, rogando por las necesidades del Sumo Pontífice y/o de la Santa Iglesia. No hay época señalada para practicar la devoción de los Siete Domingos, pero sí se exige que sean seguidos, sin interrupción.
PREPARACIÓN
Olvidáte por un momento de las preocupaciones cotidianas, deja a un lado todo aquello que te resta felicidad, sumérgete en el silencio interior e intenta adentrarte en espíritu en la humilde casa de Nazareth, y situado en medio de la Sagrada Familia, contempla la figura paternal de San José, que cuida al Niño, lo besa, lo educa, lo mima... ¿qué podrá negar Jesús Nuestro Señor al que así lo acunó en Su Santa Infancia?
Por la señal + de la Santa Cruz, etc.
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, (se golpea el pecho 2 veces) a mí me pesa, pésame, Señor, de todo corazón haberos ofendido; yo os propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos; confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como os lo suplico, así confío en Vuestra Divina Bondad y Misericordia infinita, me los perdonaréis, por los merecimientos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
OFRECIMIENTO
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros Siete Dolores y Gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y Su Madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo.
DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
- Tercer Dolor: Cuando la Sangre del Niño Salvador fue derramada en la Circuncisión.
"Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por Nombre Jesús, como lo había llamado el Ángel antes de que fuera concebido en el seno materno" (Evangelio de San Lucas, cap. 2, vers. 21).
- Tercera Alegría: Cuando Nuestro Señor recibió el Santísimo Nombre de Jesús.
"Dará a luz un hijo, y le pondrás por Nombre Jesús, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados" (Evangelio de San Mateo, cap. 1, vers. 21).
¡Oh modelo perfecto de sumisión a las Leyes Divinas, Glorioso San José! La vista de la Sangre Preciosa que el Redentor Niño derramó en Su Circuncisión, traspasó vuestro corazón de dolor; pero la imposición del Nombre Jesús lo reanimó, llenándoos de consuelo.
Alcanzadnos, por este Dolor y este Gozo que, dando de lado a todos los vicios durante la vida podamos morir con gozo y alegría, invocando de corazón y de boca el Santísimo Nombre de Jesús.
Ahora, reza con piedad un Padrenuestro, un Avemaría, el Ave de San José y un Gloria, para terminar diciendo
Jaculatoria: San José, Modelo y Patrono de aquellos que aman al Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Y terminamos este ejercicio piadoso signándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
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