"Fue muy conmovedor, te lo aseguro, ver a nuestra pequeñapaciente aún con aspecto sereno y puro; cuando pidióperdón a toda la Comunidad, más de una rompió a llorar..."
(Marie Guérin, carta del 31 de Julio de 1897)
El Viernes 30 de Julio de 1897, Santa Teresita sufre varios capítulos de vómitos de sangre, lo que le conlleva padecer una continua sensación de asfixia; la tuberculosis que padecía desde algún tiempo empieza a ser cruenta y dolorosa. Ante el temor de la muerte inminente se decide que le Administren la Extremaunción y el Viático, que recibirá ese mismo día a las 6 de la tarde; el Capellán le dará a besar un crucifijo que será guardado por la Comunidad de Lisieux, como preciosa reliquia del amor de Santa Teresita por la Cruz redentora.
Teresita, besó aquel crucifijo con los labios y a Jesús Eucaristía con su alma infantil... tal vez en el Cielo sabremos qué diálogo de amor se desarrolló entonces entre la Santa carmelita que empezaba a morir y el Divino Esposo, que se alojaba en su virginal pecho, como Viático consolador de las penas terrenales y maná dulcísimo del Paraíso prometido a los que Le aman sin medida ni condición.
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