martes, 5 de junio de 2018

LA DEVOCIÓN A LA SANTA FAZ, reflejo del Dolor y del Amor del Sagrado Corazón de Jesús




           En este mes de Junio, dedicado al Sacratísimo Corazón de Jesús, queremos rememorar una devoción pedida desde el Cielo, en distintas épocas y a diferentes almas místicas: la Santa Faz, la devoción al Divino Rostro de Cristo, que plasmó el amor de Nuestro Señor por los hombres y reflejó -incluso en la Sábana Santa de Turín- el dolor de Su Pasión.


           De los escritos de Sor María Pierina de Micheli, entresacamos algunos fragmentos en los cuales dejó testimonio de sus experiencias místicas, como aquellas en las que Nuestro Señor le reveló a la religiosa la necesidad de la Reparación a Su Santa Faz, para lo cual el mismo Redentor indicó que se destinase a tal devoción los martes de cada semana...

          El 12 de Abril de 1920 me encontraba en Buenos Aires en la Casa Madre. Tenía una gran amargura en el corazón. Fui a la Iglesia y prorrumpí en llanto lamentándome con Jesús. Se me presentó con el Rostro ensangrentado y con una expresión de dolor tal que conmovería a cualquiera. Con una ternura que jamás olvidaré me dijo:

          “Y Yo, ¿qué he hecho?”

           Comprendí… y a partir de ese día el Divino Rostro se convirtió en mi libro de meditación, la puerta de entrada a Su Corazón…

           De tanto en tanto, en los años siguientes se me aparecía ya triste, ya ensangrentado, comunicándome Sus penas y pidiéndome reparación y sufrimientos, llamándome a inmolarme ocultamente por la salvación de las almas.

          “Quiero que Mi Rostro, que refleja las penas más íntimas, el dolor y el amor de Mi Corazón, sea más honrado. Quien me contempla, me consuela”

          En Mayo de 1938, mientras reza, se presenta sobre la tarima del altar, en un haz de luz, una bella Señora; Sor MaríaPierina explica que la Aparición "tenía en sus manos un escapulario, formado por dos franelas blancas unidas por un cordón. 

           Una franela llevaba la imagen del Divino Rostro de Jesús y escrito alrededor: Ilumina Domine Vultum Tuum super nos (Ilumina, Señor, Tu rostro sobre nosotros);

          La otra, una Hostia circundada por unos rayos y con la inscripción: Mane nobiscum Domine (Quédate con nosotros Señor)."




          Lentamente se acerca y le dice:

          “Escucha bien y refiere al Padre Confesor. Este escapulario es un arma de defensa, un escudo de fortaleza, una prueba de misericordia que Jesús quiere dar al mundo en estos tiempos de sensualidad y de odio contra Dios y la Iglesia. Los verdaderos apóstoles son pocos. Es necesario un remedio divino y este remedio es el Divino Rostro de Jesús.

          ....que lleven un escapulario como éste (*) y hagan, si es posible, una visita cada martes al Santísimo Sacramento, para reparar los ultrajes que recibió el Divino Rostro de Jesús durante Su Pasión..."

     
Notas:

            (*) El escapulario de tela con la imagen de la Santa Faz puede ser sustituido por la Medalla de la Santa Faz, siendo autorizado su uso por el Venerable Pío XII, quien bendijo y aprobó la práctica así como el culto a la Santa Faz, instituyendo su Fiesta el Martes anterior al Miércoles de Ceniza, según los deseos de Nuestro Señor a Sor María Pierina de Micheli.






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