Sor Josefa Menéndez, religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón, fue agraciada con revelaciones privadas de Nuestro Señor y de la Virgen Santa en los últimos años de corta vida. Española de nacimiento había emigrado a Francia para cumplir con la Voluntad de Dios y desposarse con Cristo alejada de su Patria y desempeñando las labores más humildes en su comunidad. En medio de aquella vida sencilla, el Sagrado Corazón de Jesús se le manifestó siempre a espaldas de sus hermanas de religión, pero por obediencia a sus Superioras, Josefa recogió por escrito aquellos coloquios celestiales. (1)
El 29 de Junio de 1923, después de varias apariciones de este Corazón, que se le presentaba siempre como incendiado, el Divino Maestro se mostró a ella con un delicioso resplandor durante la celebración de la Santa Misa. Sor Josefa lo narrá así:
En la Santa Misa, poco antes de la Elevación, ¡mis ojos, estos pobres ojos, han visto a mi Amado Jesús... al único deseo de mi alma... a mi Dios y Señor! He visto cómo me tenía dentro de Su Corazón, en medio de aquella gran hoguera... Sonreía... Así estaba anonadada en presencia de tanta luz y tanta hermosura, cuando me ha dicho estas palabras con una voz dulcísima, al mismo tiempo que muy grave: "Así como Yo me inmolo Víctima de Amor, quiero que tú también seas víctima; el Amor nada rehúsa."
Más adelante, este Divino Corazón le seguirá revelando Sus confidencias, explicándole que sólo podrá obrar en ella por su nada y miseria, lo que nos hace reflexionar acerca de nuestra ineptitud, que lejos de ser impedimento se convierte en la llave de nuestra salvación si la dejamos en manos de Nuestro Señor...
Yo daré a conocer que Mi obra se funda sobre la nada y la miseria; éste es el primer eslabón de la cadena de amor que preparo a las almas desde toda la eternidad. Haré que las almas conozcan hasta qué punto las ama y perdona Mi Corazón. Penetro el fondo de las almas, sus deseos de darme gusto, de consolarme y de glorificarme: y el acto de humildad que sus faltas les obligan a hacer, viéndose tan débiles, es precisamente lo que consuela y glorifica Mi Corazón. No importa que las almas sean débiles, Yo suplo lo que les falta.
Yo te enseñaré Mis Secretos de Amor y tú serás ejemplo vivo de Mi Misericordia, pues si por ti, que eres miseria y nada, tengo tanta predilección y te amo tanto, ¿que haré por otras almas mucho más generosas que tú? Como no eres nada, ven..., entra en Mi Corazón...; a la nada le es fácil entrar y perderse en este abismo de Amor... Así iré consumiendo tu pequeñez y tu miseria... Yo obraré en ti... Hablaré por ti... Me haré conocer por ti... ¡Cuántas almas encontrarán la vida en Mis Palabras! ¡Cuántas cobrarán ánimo al ver el fruto de sus trabajos! Un actito de generosidad, de paciencia, de pobreza, puede ser un tesoro que gane para Mi Corazón gran número de almas. Yo no miro la acción, miro la intención. El acto más pequeño hecho por amor, ¡adquiere tanto mérito y puede darme tanto consuelo!...
Les daré a conocer cómo su misma debilidad puede servirme para dar vida a muchas almas que la han perdido. Daré a conocer que la medida de Mi Amor y de Mi Misericordia para con las almas caídas, no tiene límites... Deseo perdonar... Descanso perdonando... Siempre estoy esperándolas con Amor... ¡Que no se desanimen!... ¡Que vengan!... ¡Que se echen sin temor en Mis brazos!... ¡Soy su Padre!... Muchas almas no comprenden cuánto pueden hacer para atraer a Mi Corazón a las otras almas que están sumidas en un abismo de ignorancia y no saben cómo deseo que se acerquen a Mí para darles vida... La verdadera Vida.
NOTAS ACLARATORIAS:
1- Para conocer más de la vida de Sor Josefa Menéndez toque aquí. Puede encontrar otros extractos de "Un Llamamiento al Amor" por la etiqueta que lleva el mismo nombre en el ÍNDICE DE TEMAS situado en el margen izquierdo de este Blog.
Sé buen católico, difunde tu Fe.
Haz un buen apostolado compartiendo este artículo
para mayor Gloria de Dios y bien de las almas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.