sábado, 5 de agosto de 2023

NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, Patrona de la isla de San Miguel de La Palma



ORÍGENES DE LA DEVOCIÓN


                Una antigua tradición cuenta que en Roma vivían unos esposos ricos, de nobles familias patricias, que deseaban donar su fortuna a fin de hacer alguna obra buena en favor de la religión cristiana. En la noche del 5 de agosto del año 358, escucharon en sueños una voz que les decía: “Acudan mañana al Monte Esquilino y en el sitio donde haya nieve, allí deben levantar un templo a la Santísima Virgen”.

                Al día siguiente acudieron al lugar señalado, situado en una de las siete colinas de Roma, y encontraron, con gran sorpresa, una franja de terreno cubierta de nieve en pleno verano. Con el apoyo del Papa Liberio, se empezó a construir el templo dedicado a Nuestra Señora, conocido más tarde como Basílica Liberiana, siendo el primer templo dedicado a la Madre de Dios y puesta bajo el título de Nuestra Señora de las Nieves. Con el tiempo, el templo se fue deteriorando, pero para mantener  aquél bendito lugar dedicado a la Virgen, se construyó otro templo en el año 434, ocupando en la actualidad ese milagroso lugar la Basílica de Santa María la Mayor, que es una de las cuatro basílicas mayores de Roma y una de las cinco patriarcales asociadas con la Pentarquía: San Juan de Letrán, San Lorenzo Extramuros, San Pedro, San Pablo extramuros y la citada.


PATRONA DE LA ISLA DE SAN MIGUEL DE LA PALMA
(Archipiélago Canario, España)


                La presencia de Nuestra Señora de Las Nieves en La Palma está envuelta en la leyenda. La Bula del Papa Martino V, fechada en Roma el 20 de noviembre de 1423, hace mención a “Santa María de la Palma” y su llegada a la Isla se asienta sobre las hipótesis de algunos cronistas, que se refieren a viajes de frailes irlandeses o navegantes del Mediterráneo, misiones del Obispado de Telde o incursiones de los normandos asentados en las islas orientales desde comienzos del siglo XV.



EL VOLCÁN SOFOCADO POR LA VIRGEN


               Existe un documento de especial interés y que se refiere a la erupción del volcán de San Antonio, ocurrida en 1677. La versión corresponde al visitador Juan Pinto de Guisla, venerable beneficiado de la parroquia de El Salvador y visitador general de La Palma, testigo presencial, según parece, del acontecimiento y que se expresa en los siguientes términos:

      “Ha padecido esta isla diversas veces la calamidad de estos volcanes, en la parte que mira al sur, o mediodía, como se reconoce por la tierra quemada reducida a riscos que llaman “mal país”, en que convierte la materia que arroja de sí, y aún está muy viva la memoria del último que reventó por principio del mes de Octubre del año 1646, que duró hasta 18 de Diciembre del mismo año, en que se celebra la fiesta de la Expectación de Ntra. Señora, día en que amaneció de nieve la boca del volcán, con universal aclamación de milagro de Ntra. Señora de las Nieves, cuya Santa Imagen se venera como Patrona de esta isla y a cuyo patrocinio se recurre en sus mayores aflicciones y necesidades, como se recurrió en aquélla trayéndola a la Parroquia de esta ciudad, donde estaba colocada cuando cesó el volcán, y se cubrió de nieve”.




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