"Tu Ángel de la guarda te cubre con sus alas, y en tu corazón reposa Jesús, pureza de las vírgenes. Tú no ves tus tesoros. Jesús duerme y el Ángel permanece en su misterioso silencio..."
En LA SEMANA DEL BUEN CRISTIANO dedicamos el día Martes al Santo Ángel Custodio; una manera muy práctica de entender el Amor que Dios nos tiene, que nos consuela en todo momento y lugar es la compañía y guarda de un espíritu beatífico que Él nos asigna, desde que nacemos hasta llegar al Cielo.
El Ángel Custodio nos acompaña a recibir el perdón de nuestros pecados en el confesonario, donde nos inspira y ayuda para recordar y decir todas nuestras faltas. Su compañía es segura en el momento sublime de recibir a Nuestro Señor en la Sagrada Comunión, donde el Ángel Custodio nos inspira los más vivos sentimientos de amor y piedad hacia Aquél que se nos da en Cuerpo y Alma.
En el Purgatorio, si la Misericordia de Dios consiente en que allí padezcamos por los pecados no satisfechos, gozaremos del consuelo de nuestro Ángel, que limpiará nuestras lágrimas y nos confortará hasta que lleguemos al Paraíso.
Invócalo pues y pídele ayuda cuando temas llegar tarde al trabajo, cuando sientas desconfianza de alguien; ruégale que te ayude a andar seguro por la ciudad, para que vele por tus asuntos no sólo espirituales, sino también que te eche una mano en los problemas cotidianos.
El Santo Ángel Custodio es nuestro mejor amigo y cómplice para enmendarnos y llevar una vida santa; entrégate a su guarda para que te ayude a dominarte, confía en el Ángel Custodio para desterrar ese pecado que tanto te cuesta esquivar o para que refrene tu lengua cuando vayas a hablar mal de alguien.
Si quieres ayudar a alguna persona amiga que anda lejos de Dios, te podrá sorprender la ayuda que te puede prestar el Ángel Custodio: tan sólo reza al Ángel de esa alma, para que sea el propio Guardián el que le lleve por buen camino o al menos predisponga su corazón para los designios de Dios.
Otro medio muy eficaz para cuando intentemos socorrer o consolar espiritualmente a un amigo que no tenemos cerca, es enviarle a nuestro Ángel Custodio, para que cuide y vele por esa persona como si fuésemos nosotros mismos quienes lo hacemos.
DOS ORACIONES
para encomendarse a la protección del Santo Ángel Custodio
1ª) Ángel de Dios, que eres mi custodio: ya que la Suprema Piedad me ha encomendado a ti, ilumíname, guárdame, guíame, gobiérname. Amén.
2ª) Ángel de Dios, Príncipe del Cielo, Guardián vigilante, Guía fiel, Pastor amoroso, yo me regocijo de que Dios te haya creado con tanta perfección, de que Él te haya santificado por Su gracia y, finalmente, de que te haya coronado de gloria por haber perseverado en Su servicio. ¡Qué Dios sea siempre alabado por los muchos bienes que te concedió! ¡Bendito seas por todo el bien que nos haces, a mí y a mis compañeros! Yo te entrego mi cuerpo, mi alma, mi memoria, mi inteligencia, mi imaginación y mi voluntad. Gobiérname, ilumíname, purifícame; dispón de mí como quieras” (Manual de la Congregación de los Santos Ángeles, Tournai).
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