Para ello, no hay más que atender a las recientes declaraciones de Monseñor Juan Ignacio Arrieta, Secretario del Consejo Pontificio para la interpretación de los Textos Legislativos, Obispo español perteneciente al Opus Dei, que ha confirmado que no existen ya impedimientos doctrinales para la reconciliación con la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X
El mismo Obispo se expresa en estos términos: "Pienso que hemos podido esclarecer los problemas doctrinales, incluso si no ha sido fácil ponerlo en el papel. El verdadero problema, el único, a mi parecer, es la separación, la distancia humana que se remonta a 1988".
O sea, que la única y verdadera cuestión por la que la Fraternidad de San Pío X no se haya adherido a la Roma Modernista, es un mero enfriamiento en las relaciones humanas... vamos, que los Obispos consagrados por Monseñor Lefebvre van a Roma, se toman un par de martinis con Ratzinger ¡y todo arreglado!.
Este Obispo, siguiendo una línea muy extendida en el Opus, cree que el resto del género humano es tonto. Es algo típico en "la Obra", vivir constantemente poniendo paños calientes a todo, quitando hierro a cuestiones graves, como si nada pasase. Todo en aras de una falsa diplomacia que no es más que doblez mental (su Fundador, San Josemaría, jamás celebró el Novus Ordo).
El distanciamiento, lejos de ser una cuestión meramente humana fue obra de Mons. Lefebvre, receloso de contagiarse de la espiral de Auto-Demolición que sufre la Iglesia después del Concilio Vaticano II.
No nos quepa la menor duda que de estar vivo, el Obispo Defensor de la Fe y la Tradición, hubiese repetido aquellas mismas palabras con las que en su día convenció a sus sacerdotes y fieles de los peligros de estar integrados con la Roma Conciliar:
"Por lo tanto, salvamos la Fraternidad y la Tradición alejándonos con prudencia."
"Roma nunca responde a la pregunta esencial. Nos piden una declaración, nos obligan a adherir a un mínimo de lo que ellos piensan, pero jamás tratan sobre su fondo liberal y modernista. Mientras que yo pongo constantemente sobre el tapiz su modernismo."
"Queremos permanecer unidos a Nuestro Señor Jesucristo. Ahora bien, el Concilio Vaticano II ha destronado a Nuestro Señor. Queremos seguir siendo fieles a Nuestro Señor, Rey, Príncipe y Dominador del mundo entero. No podemos cambiar nada a esta línea de conducta."
"Por lo tanto, cuando nos hacen la pregunta de cuándo habrá un acuerdo con Roma, mi respuesta es simple: cuando Roma vuelva a coronar a Nuestro Señor Jesucristo. Nosotros no podemos estar de acuerdo con aquellos que descoronan a Nuestro Señor. El día en que ellos vuelvan a reconocer a Nuestro Señor Rey de los pueblos y de las naciones, no será a nosotros a quienes se unirán, sino a la Iglesia Católica en la cual permanecemos."
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El rev. Pedro Cardozo acaba de romper con Mons. Fellay. Aquí la carta abierta:: http://farfalline.blogspot.com.br/2012/05/carta-aberta-do-rev-padre-cardozo.html
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