miércoles, 30 de septiembre de 2020

COMIENZA EL MES DEL SANTO ROSARIO: PARA ALIMENTAR Y DEFENDER LA FE

  


               Ante peligros tan graves, sin embargo, no debe abatirse vuestro ánimo, sino que, acordándoos de aquélla divina enseñanza: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”, con mayor confianza acudid gozosos a la Madre de Dios, junto a la cual el Pueblo Cristiano siempre ha buscado el refugio en las horas de peligro, pues Ella ha sido constituida causa de salvación para todo el género humano.

               Por ello, con alegre expectación y reanimada esperanza vemos acercarse ya el próximo mes de Octubre, durante el cual los fieles acostumbran acudir con mayor frecuencia a las iglesias, para en ellas elevar sus súplicas a María mediante las oraciones del Santo Rosario. Oraciones que este año deseamos se hagan con mayor fervor de ánimo, como lo requieren las necesidades cada día más graves; pues bien conocida Nos es la poderosa eficacia de tal Devoción para obtener la ayuda maternal de la Virgen, porque, si bien puede conseguirse con diversas maneras de orar, sin embargo, estimamos que el Santo Rosario es el medio más conveniente y eficaz, según lo recomienda su origen, más celestial que humano, y su misma naturaleza.

               ¿Qué plegaria, en efecto, más idónea y más bella que la Oración Dominical y la Salutación Angélica, que son como las flores con que se compone esta Mística Corona? A la oración vocal va también unida la meditación de los Sagrados Misterios, y así se logra otra grandísima ventaja, a saber, que todos, aun los más sencillos y los menos instruidos, encuentran en ella una manera fácil y rápida para alimentar y defender su propia Fe.

               ...deseamos vivamente que todos los fieles, siguiendo vuestro ejemplo y vuestra exhortación, correspondan solícitos a Nuestra paternal indicación, en unión de corazones y de voces y con el mismo ardor de caridad. Si aumentan los males y los asaltos de los malvados, crezca igualmente y aumente sin cesar la piedad de todos los buenos; esfuércense éstos por obtener de nuestra amantísima Madre, especialmente por medio del Santo Rosario a ella tan acepto, que cuanto antes brillen tiempos mejores para la Iglesia y para la humana sociedad.

               Roguemos todos a la Poderosísima Madre de Dios para que, movida por las voces de tantos hijos Suyos, nos obtenga de Su Unigénito el que cuantos por desgracia se hallan desviados del sendero de la Verdad y de la Virtud, se vuelvan a ésta por la conversión; el que felizmente cesen los odios y las rivalidades que son la fuente de toda clase de discordias y desventuras; el que la Paz, aquélla Paz que sea verdadera, justa y genuina, vuelva a resplandecer benigna así sobre los individuos y sobre las familias, como sobre los pueblos y sobre las naciones...


Encíclica Ingruentium Malorum

Papa Pío XII, 15 de Septiembre de 1951



PARA REALIZAR LAS MEDITACIONES DIARIAS

en el Mes del Santo Rosario, sólo tiene que tocar AQUÍ




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