martes, 1 de marzo de 2022

REZAR CON UN SALMO...




Salmo 27

(Edición Nácar-Colunga)


               Yahvé es mi luz y mi salvación: ¿a quién temer? Yahvé es el baluarte de mi vida: ¿ante quién temblar?

               Cuando los malignos me asaltan para devorar mis carnes, son ellos, mis adversarios y enemigos, los que vacilan y caen.

               Aunque acampe contra mí un ejército, no temerá mi corazón. Aunque se alzare en guerra contra mí, aun entonces estaré tranquilo.

               Una cosa pido a Yahvé, ésa procuro: habitar en la casa de Yahvé todos los días de mi vida, para contemplar el encanto de Yahvé y visitar su santuario.

               Pues Él me pondrá en seguro en su tienda el día de la desventura, me tendrá a cubierto en su pabellón, me pondrá en alto sobre su roca.

              Y ahora mi cabeza se alza sobre mis enemigos, que me cercan, y ofreceré en su tienda sacrificios de júbilo, cantando y salmodiando a Yahvé.

               Oye, Yahvé, el clamor con que te invoco, ten piedad de mí y escúchame.

               De ti mi corazón ha dicho: “Busca Su Faz”; y yo, Yahvé, Tu Rostro buscaré.

               No me escondas Tu Rostro, no rechaces con ira a tu siervo. Sé mi socorro, no me rechaces, no me abandones, ¡oh Dios, mi Salvador!

               Aunque me abandonaran mi padre y mi madre, Yahvé me acogerá.

               Muéstrame, ¡oh Yahvé! tus caminos, guíame por la recta senda a causa de mis enemigos.

               No me entregues a la rabia de mis adversarios, pues se alzan contra mí falsos testigos respirando violencia.

              ¡Ay! ¡Si no creyera que he de contemplar la bondad de Yahvé en la tierra de los vivientes!.

               Espera en Yahvé, esfuérzate; ten gran valor y espera en Yahvé.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.