sábado, 13 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 13º "AL TOMAR EL ESCAPULARIO LE LIBRA DE LA MUERTE"

 



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               Por el año 1898, había en El Havre (Francia) cierto joven, de quince años, llamado José, hijo del capitán de un buque mercante. En él embarcó nuestro joven, lleno de santa confianza. 

               El temerario jovenzuelo, haciendo imprudente alarde de su valor, fue arrancado por una ola gigante de la proa del buque al abismo del mar. Tan sólo un marinero escuchó gritar débilmente a pocos metros de él, y conociendo por la voz que el caído era el hijo del capitán, se lanzó en compañía de otro marinero en la chalupa del barco a fin de socorrer al infortunado joven, que no sabía nadar. 

               Viendo que los marineros acudían presurosos a socorrerle, el joven, manteniéndose con notable prodigio sobre las aguas y mostrándoles con una mano el Santo Escapulario, gritaba que la Santísima Virgen le había salvado. Lograron por fin recogerle y, conducido a hombros de uno de los marineros al navío, se echó en brazos de su padre, que lloraba de emoción, diciéndole en presencia de todos que la Virgen del Carmen le había salvado, pues al caer, mientras luchaba con las olas embravecidas, oyó una voz dulcísima que le decía: -"Toma en tus manos el Escapulario y no perecerás". Sintió en el mismo instante que una mano le asía, y, sosteniéndole suavemente, le impedía irse al fondo del abismo. 

               Luego que se restableció la calma y se apaciguaron los ánimos, hizo que todos, postrados de hinojos en la cubierta del buque, rezaran una Salve a la Virgen.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



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