miércoles, 10 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 10º "LE LIBRA DE UN OSO"

 


ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               Refiere Daniel de la Virgen María (+1678), que, en Nápoles, hallándose de cacería el campesino Bartolomé Fayeta, descubrió una liebre entre unos matojos y siguiendo la pista, absorto y entusiasmado por darle alcance, perdió el buen hombre el sendero y cuando vino a darse cuenta no pudo ya retroceder, por estar el campo cubierto de nieve. 

               Anduvo así al azar y errabundo casi toda la tarde sin hallar medio ni rastro para salir al camino, y cuando más solícito andaba porque no se echara la noche encima, fue un oso quien lo hizo, y echándole sobre la nieve, le asió de la garganta para devorarle. En la tribulación y congoja se encomendó en lo más íntimo de su corazón a María Nuestra Madre del Carmen, cuyo Escapulario vestía con devoción. 

               En aquel momento, soltando aquella fiera sanguinaria la presa, echó a correr, dejándole tan sólo la memoria indeleble del susto y del peligro, confirmado con las señales de la presa que le hiciera en la garganta, pero sin causarle ningún daño ni lesión. Puesto de hinojos el devoto y afortunado Bartolomé, dio rendidas gracias a María Santísima, su salvadora, y por precaución, ya que se iba haciendo noche cerrada, subió a un árbol, esperando la salida del sol, a fin de orientarse y de volver a casa lo antes posible. Luego que hubo amanecido, halló el sendero sin grandes dificultades y a todo correr se encaminó a Nápoles, publicando por el camino a voz en cuello el prodigio que le dispensara la tarde antes María Santísima.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, si muero amándote a ti,
qué pronto llegaré al Cielo, qué dulce será el morir.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



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