martes, 17 de diciembre de 2019

ANTE LOS EXCESOS DE ESTOS DÍAS, URGE REPARAR A CRISTO DESPRECIADO


               Por desgracia, desde hace varias décadas, la Santa Navidad se ha convertido en una excusa para hacer comilonas dignas de Epulones, participar en fiestas inmorales y momento de compras compulsivas. Comen, se divierten y derrochan, olvidando que festejamos el Nacimiento de un Niño que fue rechazado antes de nacer, que vivió inocente pues era Él la Inocencia misma; pobre, hijo adoptivo de un carpintero. En esa loca carrera al precipicio, no faltan malos cristianos, que por respetos humanos, se adaptan a la moda, olvidando las exigencias evangélicas de amor a Dios y al prójimo, y de nuevo, pasan a formar parte de aquellos "que no le recibieron".





               No quieras tú contarte entre los abyectos que viven en la mediocridad; procura ser generoso estos días con aquellos que bien sabes necesitan de ti, pero no con lo que te sobra, sino con lo que tienes en más estima; trata de imitar a Jesús Niño, que llegó a este mundo en un establo y que así siguió, pobre, hasta el punto que no se arrodilló ante la tentación de Satanás, que le ofrecía gobernar todas las ciudades de la tierra. Cristo Pobre que vivió de la caridad y limosnas de las piadosas mujeres que le seguían y que le consolaron hasta la Muerte en el Calvario...

               Esta Navidad, procura invertir bien tu dinero; no cometas excesos en la comida, sino en el amor y la generosidad; no festejes como lo hacen los paganos, sino rezando y REPARANDO por quienes viven obviando que Jesús va a nacer. Únete a tantas Almas Víctimas, que esta Navidad, como otras tantas, vivirán crucificadas en la cama de la enfermedad, olvidadas e ignoradas por su pobreza material otras, y sobre todo, compadécete y llora con María Virgen, por tantas y tantas almas, amadas todas por Dios, que celebrarán la Navidad como una fiesta mundana, sin amor a Cristo... que pese a la frialdad y a la ingratitud de estos desgraciados, siempre les aguarda y espera para recibirlos en Su Corazón Misericordioso.

               Ayúdame hoy a REPARAR a Cristo, por tanto dolor como le causan los que debieran amarle; MEDITA en las angustias de la Virgen María y de San José al encontrar una negativa tras otra en su intento de encontrar un lugar donde poder dar a luz al Niño; imagina el agobio por el sitio y la pobreza de aquél humilde establo, donde tendría su primer trono el Rey de Reyes... toma unos minutos hoy, en tu oración personal, en el Rosario, en la Visita al Sagrario, para PEDIR PERDÓN a Nuestro Señor por los pecados de estos días de Navidad; recurre a María Santísima, para que a través de Sus Purísimas manos presente a Dios nuestras pobres oraciones, y que sea también a través de Ella, que el Buen Jesús nos conceda la gracia de espiritual de entender y vivir como cristianos la Fiesta de la Navidad.



Padre Alfonso del Santísimo Sacramento

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