viernes, 6 de diciembre de 2019

MI CORAZÓN DIVINO SERÁ SU REFUGIO... Primer Viernes de Mes


LOS PRIMEROS VIERNES DE MES 
consiste en una tradicional devoción hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús, 
que Éste mismo pidiera a Santa Margarita María, religiosa salesa, 
el 16 de Junio de 1675, en el Monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial, Francia. En España, el Padre Bernardo de Hoyos, desde 1735,
fue el principal impulsor de esta práctica de la
Comunión de los Primeros Viernes




Condiciones para ganar esta gracia

          1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción (sin estar en pecado mortal). Se recomiendo acercarse a la Confesión, a fin de estar en total estado de gracia, y todo ello, siempre con la piadosa intención de reparar los ultrajes de desamor hacia el Sagrado Corazón de Jesús.

          2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús; hacerlo especialmente por aquellos que debieran hacerlo y no lo hacen. Pedir a Jesús la gracia de alcanzar la perseverancia final.

          3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento del Altar; por eso, al terminar la Santa Misa, o ya recogido en tu casa, procurare situarte como si estuvieras ante el Sagrario y acompaña a Jesús en la soledad del Tabernáculo.






            Fíjate bien en esta Promesa, consoladoras palabras salidas de los labios de Nuestro Señor y que un día bendito, fueron confiadas a Santa Margarita María de Alacoque, la Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús. Nos promete el Señor la gracia de la perseverancia final, que es sinónimo de la SALVACIÓN ETERNA.

              ¡Cuánto nos ama el Sagrado Corazón! A pesar de nuestros pecados y negativas de entregarnos a Él, porque muchas veces preferimos -como locos- las miserias de este mundo, nos da muestras de Su Amor y nos tiende la mano para darnos aliento en un mundo que cada vez anda más desorientado.

               Nos pide tan poco y le damos... ¡NADA! ¿Con qué derecho nos quejamos?. Qué desfachatez la nuestra que apenas le damos unas migajas del tiempo libre, cuando TODO lo deberíamos hacer pensando en darle gloria, buscando en todo momento agradarle.

             ¿Será acaso tan pesado para ti, acercarte al confesonario para limpiar tu alma y luego ir a recibirlo en la Sagrada Comunión?. Con este sencillo gesto, realizado NUEVE PRIMEROS VIERNES de mes -o mejor, cada primer viernes durante todo el año- estaremos seguros de ser merecedores de tan importante Promesa.

               Sencilla práctica, pero con inestimables consecuencias para el alma. No desoigas más la voz de Aquél que te busca sin descanso. Sé un buen devoto del Sagrado Corazón, y comparte este artículo, para que otras almas se arrimen al que, como decía Santa Margarita, "es el Trono de las Misericordias, donde los más pecadores son los mejor recibidos".





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