domingo, 8 de diciembre de 2019

LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, NUESTRA REINA Y SEÑORA. Día de especial devoción para los Esclavos de María




"Tú y Tu Madre sois los únicos que 
en todo aspecto 
sois perfectamente hermosos; 
pues en Ti, Señor, no hay mancilla, 
ni mácula en Tu Madre" 

(San Efrén, Doctor de la Iglesia)


               El último Papa-Rey del siglo XIX, Pío IX, el día 8 de Diciembre de 1854, rodeado de la solemne corona de 92 Obispos, 54 Arzobispos, 43 Cardenales y de una multitud de fieles, definía como Dogma de Fe el gran Privilegio de la Virgen Nuestra Señora, mediante la Bula "Ineffabilis Deus":

               "...Para Honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia Católica, con la Autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la Nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la Doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de Su Concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho."



"Tú has derrotado todas las herejías en el mundo"


                Estas palabras, al parecer tan sencillas y simples, están seleccionadas una por una y tienen resonancia de siglos. Son eco, autorizado y definitivo, de la voz solista que cantaba el común sentir de la Iglesia entre el fragor de las disputas de los teólogos de la Edad Media. El gran Pontífice, en la misma Bula del Dogma de la Inmaculada explica el por qué de esta definición, que forma parte obligatoria en la Fe Católica, y que sin su adhesión sincera, nos excluimos de la misma Iglesia de Cristo:

                "Pues la Iglesia de Cristo, diligente Custodia y Defensora de los Dogmas a Ella confiados, jamás cambia en ellos nada, ni disminuye, ni añade, antes, tratando fiel y sabiamente con todos sus recursos las verdades que la antigüedad ha esbozado y la Fe de los Padres ha sembrado, de tal manera trabaja por limarlas y pulirlas, que los antiguos Dogmas de la celestial Doctrina reciban claridad, luz, precisión, sin que pierdan, sin embargo, su plenitud, su integridad, su índole propia, y se desarrollen tan sólo según su naturaleza; es decir el mismo Dogma, en el mismo sentido y parecer."



"Ella te aplastará la cabeza" 
(Génesis, cap.3, vers.15)


               "...la Virgen Santísima es el Tabernáculo creado por el mismo Dios, formado por el Espíritu Santo, y que es verdaderamente de púrpura, que el nuevo Beseleel elaboró con variadas labores de oro, y que Ella es, y con razón se la celebra, como la primera y exclusiva Obra de Dios, y como la que salió ilesa de los igníferos dardos del maligno, y como la que hermosa por naturaleza y totalmente inocente, apareció al mundo como aurora brillantísima en Su Concepción Inmaculada. Pues no caía bien que aquel objeto de elección fuese atacado, de la universal miseria, pues, diferenciándose inmensamente de los demás, participó de la naturaleza, no de la culpa; más aún, muy mucho convenía que como el Unigénito tuvo Padre en el Cielo, a quien los Serafines ensalzan por Santísimo, tuviese también en la tierra Madre que no hubiera jamás sufrido mengua en el brillo de Su Santidad."


ACTO DE CONSAGRACIÓN A 
MARÍA, REINA INMACULADA





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