Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
"Un alma que vive de amor, pasa sobre la tierra rozando, como los pájaros, que cuando vuelan se aproximan a la tierra, pero no la tocan...
...esto que te digo es para el bien de las almas. Escribe que el horno del Amor es el horno divino en el que Yo purifico, Yo perfecciono y Yo formo a Mis Santos. Como para ablandar el hierro se le mete en el fuego y estando caliente se le da la forma que se quiere, así en el fuego de Mi Amor las almas se acomodan a todas las formas de la Santidad. Hay santidades austeras, éstas me honran con este género de santidad. Hay santidades más suaves, más accesibles, y éstas Me honran con su suavidad...
...lo que más me agrada es en lo que encuentro más amor. Prefiero menos austeridad y más caridad. Prefiero un corazón que palpite únicamente por Mí, que un cuerpo macerado por los ayunos, pero que aún conserve un resto de amor propio. El amor propio daña todo: es como la hiel, que con una gota basta para producir amargura...
El Amor hace muertos a la naturaleza para hacer resucitados a la gracia. Un solo acto de amor repara miles de blasfemias.
Cuando se quiere hacer crecer una planta, se le quitan las hierbas que la rodean; así, si quieres que crezca en ti el Amor de Dios, es preciso que arranques el amor que tienes de ti misma.
El fuego quema; así un alma llena de amor de Dios, quema sin saberlo. Un alma regocijada en Dios, es como un arpa armoniosa tocada, no por la mano de un Ángel, sino por el Amor de un Dios... Toda alma religiosa es un santuario mío; porque la profesión religiosa es una consagración; pero esto no basta; es menester que el Amor renueve esta consagración cada día, cada momento, cada segundo...
En un segundo puede producirse un pensamiento de amor que dure toda la eternidad...
Esposa mía, Yo te amo. Lee estas palabras "Yo te amo" en el pan que comes, en el gua que bebes, en la cama que duermes. Porque Yo te amo, te he preparado este pan; porque te amo, te he preparado esta cama para que duermas; en todo lo que Yo he puesto entre tus manos debes leer siempre "Alma mía, Yo te amo".
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