lunes, 19 de julio de 2021

COMUNIÓN ESPIRITUAL A TRAVÉS DE MARÍA, por el Doctor Plinio Corrêa de Oliveira

 


               Oh Santísima Madre de Dios, en el momento en que me preparo para la comunión espiritual, imploro vuestro auxilio. Tengo en mente, de modo especial, el periodo santo y glorioso en que Nuestro Señor Jesucristo, viviendo en vuestro claustro virginal, estaba con Vos noche y día. Y os pido que, por los méritos de tal fase de vuestra vida, me obtengáis un deseo ardiente de recibir, en mi pobre corazón, al Santísimo Sacramento.

               También tengo en mente, oh Madre Santísima, vuestra Primera Comunión, en la celebración de la primera Misa en el Cenáculo. ¡Con qué actos inefables de adoración, acción de gracias, reparación y petición recibisteis entonces en vuestro pecho al Santísimo Sacramento! Y considero con admiración que, según es lícito creer, desde aquel momento la presencia eucarística se conservó en Vos ininterrumpidamente hasta el último instante de vuestra vida terrenal. ¡Cuántos actos de piedad perfectísimos hicisteis entonces a vuestro Divino Hijo, oh Madre!

               Creo con toda el alma en la Presencia Real de Nuestro Señor Jesucristo en la Santísima Eucaristía, y recuerdo, en este momento, de las numerosas Comuniones que tuve la honra y la alegría espiritual de recibir a lo largo de mi vida. Las recuerdo con amor, gratitud y añoranzas, pues, para atender a mis deberes de estado, estoy privado de esa gracia inefable en las circunstancias en que ahora me encuentro. La idea de que, en este instante, yo podría estar recibiendo a Nuestro Señor Jesucristo realmente presente en la Sagrada Eucaristía, me transporta de amor.


Toca sobre la imagen para verla en su tamaño original


               No pudiendo comulgar sacramentalmente en este momento, me presento a Él en la calidad de Esclavo de Amor. Lo hago por vuestra intercesión, oh Santísima Madre de Dios y mía, y pido que me obtengáis un ardiente deseo de recibir la Comunión sacramental ahora mismo, si fuese posible. Y así espero que esta comunión espiritual sea bien acogida por mi Divino Salvador.

               Por los ruegos de María, los cuales jamás dejáis de atender, yo os pido, oh Señor, que me obtengáis todas las gracias necesarias para mi pronta santificación.  Amén.

               Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, ruega por nosotros.


Doctor Plinio Corrêa de Oliveira 
22 de Agosto de 1985



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.