martes, 6 de julio de 2021

OFRECED UN SACRIFICIO COMO ACTO DE REPARACIÓN... La segunda Aparición del Ángel de Fátima




               Lucía Dos Santos, la mayor de los niños, escribió por obediencia todo lo acontecido en las manifestaciones con las que ella y sus primos fueron bendecidos entre 1916 y 1917; fue a principios del verano de 1916 cuando los tres niños de Fátima recibieron la segunda Aparición del Ángel de Portugal, esta vez junto al pozo de la casa de los padres de Lucía. Leamos la narración original de la Vidente:

               Ocurrió a mediados del verano, cuando llevábamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde. Estábamos a la sombra de los árboles que rodeaban el pozo de la quinta Arneiro. De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros:

               -"¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de Misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!"

               -¿Cómo hemos de sacrificarnos?-, pregunté. -"De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su Guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe".




               Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quien es Dios, como nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuanto le agrada y como concede en atención a esto la gracia de conversión a los pecadores. Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, repitiendo siempre la oración que el Ángel nos enseñó.
 


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