...Recibí, a pesar de mi indignidad, una nueva comunicación sobre la Santa Faz de Nuestro Señor. Esto es esencialmente lo que Nuestro Divino Salvador me ha hecho oír:
-Hija Mía, te llevo hoy por Mi Voluntad. Vuelvo a poner Mi Santa Faz en tus manos, para que la ofrezcas incesantemente a Mi Padre para la salvación de Francia. Tienes en Ella lo necesario para conseguir todos los asuntos de mi casa.
Obtendrás a través de esta Santa Faz la salvación de muchos pecadores.
Por esta ofrenda, nada se le negará. ¡Si supieras lo agradable que es la visión de Mi Rostro para Mi Padre!
Nuestro Señor entonces me dio algunas luces para el futuro de Francia, que me llevaron a redoblar mi celo por nuestra Patria; y utilizo los medios que Nuestro Señor me ha dado a conocer: ofrezco constantemente al Padre Eterno la Faz adorable de Nuestro Divino Salvador, para la salvación de Francia y para obtener a través de Ella el establecimiento de la Obra de Reparación. Pero me ocupo de todo esto en paz, pidiendo la impresión de gracia.
Extracto de una carta del 22 de Noviembre de 1846
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