martes, 14 de septiembre de 2021

JESÚS, VIVA YO EN TI TODO MOMENTO

 



               Jesús, bendito sea Tu Nombre. Jesús, eternamente yo Te ame. Jesús, a todas horas yo Te nombre. Jesús, en mis conflictos a Ti clame. Jesús, mi Verdadero Dios y Hombre. Jesús, mi corazón siempre Te llame. Jesús, medite en Ti mi entendimiento. Jesús, viva yo en Ti todo momento.

               Jesús, que cuando enfermo me visitas. Jesús, que cuando caigo me levantas. Jesús, que mi remedio solicitas. Jesús, que al enemigo de mí espantas. Jesús de mis entrañas, yo te ame y óyeme, Jesús cuando te llame. 


               Jesús, que al bien obrar siempre me incitas. Jesús, que en Tu gracia me adelantas. Jesús, por mí en la Cruz crucificado. Jesús, no viva yo ni muera en el pecado.


               En amarte, Jesús, siempre me emplee. Mi Jesús, de adorarte nunca acabe. Jesús, siempre en nombrarte me recree. Jesús, toda criatura a Ti te alabe. Jesús, sólo gozarte a Ti desee.


               Jesús, ¿qué puede haber tan dulce y suave como decir Jesús de noche y día, y con Jesús, nombrarte a Ti, María?


               Dulce Jesús, si lenguas mil tuviera, Jesús, sólo con ellas pronunciara; Jesús, Jesús, Jesús, siempre dijera, dulcísimo Jesús, y no me hartara. 


               Tantas veces, Jesús nombrando, hiciera que a, Ti toda rodilla se doblara, y que nadie, Jesús, Tu Nombre oyese, sin que en Tu Amor su pecho se encendiese.


               Mi lengua a Ti, Jesús, siempre Te nombre; siempre mi corazón en Ti se emplee; arda en amor, Jesús, al oír Tu Nombre; verte, amado Jesús, sólo desee.


               Te adore mi Fe como Dios y hombre. Sólo en Ti mi esperanza se recree. Tengo yo mis potencias y sentidos en Tu Amor, oh Jesús, siempre encendidos.


               Jesús, que cuando eliges para Madre a María, nos la das por Protectora; Jesús, que, si a San José llamas de Padre, es porque nos ampare en esta hora.


               Jesús, que a Tu Piedad nada hay que cuadre, más que aquel que a Tu Padre fiel implora. ¡Oh si en mi corazón, Jesús Bendito, Jesús, María y José tuviera escrito!


               Jesús me ampare, Jesús me defienda ahora, en la hora de mi muerte y en todas mis necesidades. En Tus manos, ¡oh Dulcísimo Jesús!, encomiendo mi espíritu. Amén.



"Breve Manual Cristiano", por el Obispo 

Fray Manuel María de Sanlúcar Díaz de Bedoya, Capuchino




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