martes, 4 de mayo de 2021

EL SANTO SUDARIO DE TURÍN

 

               Recuerda hoy la Iglesia la preciosa reliquia de la Sábana Santa, conocido también como "El Santo Sudario de Turín", espejo de la Pasión y Muerte de Nuestro Redentor Jesucristo.

               Es un lienzo de lino, (dedicado a ser mortaja) de tejido firme y fuerte, de color sepia, y de grandes dimensiones (4,36 metros de largo por 1,10 metros de ancho)

               Según fuentes muy antiguas, un lienzo con la efigie de Jesús es llevado de Jerusalén a Edessa (la actual Urfa al este de Turquía), donde propicia la conversión de Abgar V, Rey de Edessa a la Fe Católica. Pero después de que su hijo vuelva al paganismo se le pierde la pista.

              Abgar VIII "el Grande" es coronado rey de Edessa. Durante su reinado, en el año 201, una inundación daña la llamada "iglesia de los Cristianos". En 216, tan solo cuatro años después de la muerte de Abgar VIII, Edessa es absorbida por el Imperio Romano, terminando así su monarquía y, por tanto, el periodo en el que el lienzo con la imagen de Jesús habría sido traída a la ciudad.



               Una versión de la historia de la conversión de Edessa  la Doctrina de Addai (Doctrina de Tadeo, apócrifo), se refiere a una imagen de Jesús que es llevada desde Jerusalén a Abgar. Sin embargo, las descripciones de los peregrinos de la ciudad en ese mismo tiempo no hablan del paradero de esta imagen ni siquiera de su existencia.

                En torno al año 525, Edessa es de nuevo o seriamente inundada. Probablemente a continuación, durante la gran operación de restauración que se lleva a cabo a cabo, se halla un lienzo con la imagen de Jesús tapiado en un nicho encima de una de las puertas de la ciudad. Inmediatamente es reconocido como el lienzo que cinco siglos antes había sido traído desde Jerusalén al rey Abgar V. La imagen de Jesús es inequívocamente descrita como "no hecha por manos humanas". Algunos relatos la describen como una "sindon", también como un "tetradiplon" (doblado en cuatro), lo que indica que sería un largo lienzo plegado de manera que se viera más pequeño de lo que era su tamaño completo. De aquí, en el Arte Cristiano, surge inmediatamente la imagen característica de la apariencia humana de Jesús que ha llegado hasta nuestros días.

              Un poema datado en el año 569 compara el mármol de la catedral de Santa Sofía de Edessa, la cual ha sido reconstruida después de la inundación, con "la imagen no hecha por manos humanas", es decir, el lienzo con la imagen de Jesús que se guardaba en esta catedral.

              En el año 723, como parte de una moda por una mayor pureza religiosa, que durará 120 años, se destruyen las imágenes de Jesús durante los Imperios Bizantino y Musulmán. Pero el Lienzo de Edessa con la imagen de Jesús (la cual ha caído bajo dominio de los musulmanes) no sufre daño alguno.

               Dos siglos más tarde, un ejército enviado por el Emperador Bizantino llega a la todavía musulmana Edessa en el año 943. Su general promete no tocar Edessa, pagar una gran suma de dinero y poner en libertad a 200 prisioneros musulmanes, a cambio del Lienzo con la imagen de Jesús. Después de muchas negociaciones, se llega a un acuerdo. El Lienzo es llevado a Constantinopla, donde el 15 de Agosto del 944 es recibido en la ciudad con grandes celebraciones. Se acuerda una festividad propia, el día 16 de Agosto. Por el celo con que se conserva el Lienzo según el pensamiento ortodoxo del este, no hay ostensiones públicas. Sin embargo, entre los altos dignatarios acuerdan una ostensión privada especial; el refrendario Gregorio menciona que es capaz de ver en el lienzo la herida del costado de Jesús. El lienzo está instalado en la capilla Pharos del palacio imperial de Constantinopla, depósito de otras Reliquias de la Pasión de Nuestro Señor.

               El Caballero Cruzado Robert de Clary, en la ocasión en que él y sus compañeros fueron invitados a Constantinopla en el año 1203, declara que en la Iglesia de Santa María de Blanquerna, lugar de reunión en tiempos de crisis, ha visto "el lienzo en el que fue envuelto Nuestro Señor". Y añade: "Cada viernes se extendía para que todos pudieran ver la figura de Nuestro Señor".

                En 1355 Godofredo I de Charny se convierte en el primer propietario europeo conocido de la Síndone; muere en la Batalla de Poitiers en 1356, dejando una viuda, Jeanne de Vergy, un joven hijo, Godofredo II de Charny, y la Síndone...

               En 1418, a consecuencia de la guerra con Inglaterra, por motivos de seguridad, la Sábana Santa es trasladada de Lirey al Castillo de Montfort, propiedad del Conde de la Roche, y luego a Saint Hippolyte sur Doubs, en Alsace-Lorraine, cerca de Suiza.

               El Duque Luis de Saboya acepta pagar una renta a los Canónigos de Lirey en 1464, como compensación por su pérdida de la Sábana Santa, indicando claramente que la había conseguido de los Charny de Lirey.

                A principios del siglo XVI, se establece un nuevo emplazamiento para la Sábana Santa: la Sainte Chapelle, especialmente construida en Chambéry para albergarla y custodiarla.

               El Papa Julio II establece en 1506  el día 4 de Mayo como Festividad propia de la Sábana Santa. Éste será el día del año en que se mostrará la Sábana Santa ante el gran público. En 1578 sería trasladada a la ciudad de Turín.

               El abogado y fotógrafo aficionado, Secondo Pía, después de haber obtenido el permiso del Rey Vittorio Emanuele para realizar las primeras fotografías de la Sábana Santa de Turín, tuvo una gran sorpresa en el cuarto de revelado: el 28 de Mayo de 1898, comprobó que en la imagen en negativo de la Sábana Santa, aparecía majestuosamente una imagen en positivo, con extraordinaria claridad y detalle. Así entendió que la imagen representada en la tela constituye un auténtico negativo.



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