domingo, 2 de mayo de 2021

DIOS NOS DEVOLVERÁ UN DÍA NUESTROS TEMPLOS




               San Atanasio fue Obispo de Alejandría, nació alrededor del año 296 y falleció el 2 de Mayo del año 373; es además Doctor de la Iglesia Católica. Se distinguió por su lucha contra la herejía arriana (ver nota final) que se había infiltrado con gran fuerza dentro de la Iglesia, en esa época en que se llegó a decir que "el mundo gimió al sentirse arriano".

               Hoy en día, también existen muchos templos católicos que están ocupados por "sacerdotes" que siguen la herejía, no la herejía arriana sino aún peor: la  modernista, "la suma de todas las herejías", como la denominó el Papa San Pío X, aquella misma que triunfó en el Concilio Vaticano II y que supuso la fundación de una nueva religión, Católica solo de nombre, pero que  de facto rechaza la esencia misma de la Tradición y el Magisterio perenne de la Iglesia de Cristo. 


LOS CATÓLICOS ESTAMOS EN CATACUMBAS


               De ahí que aquellas almas que desean permanecer fieles a la Doctrina Católica, se han visto obligadas a buscar Sacerdotes que siguen sin más el Magisterio de la Iglesia Católica Romana, Ministros valientes que rechazan la nueva religión surgida del Concilio Vaticano II. Nadie asegura que sea un camino fácil, todo lo contrario: ha sido muy doloroso verse en la necesidad de retirarse de la parroquia, pero esas buenas almas han preferido no exponer su Fe Católica ni sumarse a actos de desacralización en la Liturgia; en no pocas ocasiones, sus propias viviendas, han servido como templos improvisados donde celebrar el genuino Sacrificio de la Misa, como otrora los Cristianos de la Roma de los Césares, como aquellos Católicos de la Francia Revolucionaria de Rousseau o los intrépidos polacos, cuando el Comunismo prohibió el culto tras la Segunda Guerra Mundial... 

                Todos estos Fieles Católicos, han tomado esta decisión en conciencia, siendo fieles al sensus Fidei, al sentido de la Fe, y recordando que Cristo Nuestro Señor nos advirtió severamente que huyéramos de los falsos pastores, como acentuaron después el Apóstol San Juan y San Pablo:

               "Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis" (2 Carta de San Juan, cap. 10)

               "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea excomulgado..." (San Pablo a los Gálatas, cap. 1, vers. 8) 


LOS "INDULTISTAS" DE LA HIGHT CLASS

 

               Por contra, no faltan los "católicos folclóricos", aquellos fieles bautizados que simplemente prefieren la estética a la Fe; asisten muy elegantes y perfumados a las "Misas indultadas" por la Roma Apóstata, que permite, tolera y da este caramelo envenenado a los "tradis" para que anden tranquilos. "Misas" solo aptas para la hight class de la Iglesia del Concilio, celebradas por presuntos sacerdotes "tradicionales", que son ordenados por obispos conciliaristas, y que tienen que aceptar -como no podía ser de otra manera- el "súper Concilio". A esos pavos reales les da igual todo con tal de lucir sotanas de buen paño y ribetes en las bocamangas... puro fariseísmo.




               "¡Que Dios os consuele! …lo que tanto os entristece es que los enemigos han ocupado por violencia vuestros templos, en tanto que vosotros, en todo este tiempo, os encontráis afuera. Es un hecho, que ellos tienen los edificios, los templos; pero, en cambio, vosotros tenéis la Fe Apostólica. Ellos han podido quedarse con nuestros templos, pero están fuera de la Verdadera Fe. Vosotros tenéis que permanecer fuera de los lugares del culto, pero permanecéis, en cambio, dentro de la Fe.

               Reflexionemos: ¿qué es más importante, el lugar o la Fe? Evidentemente, la Verdadera Fe. En esta lucha, ¿quién ha perdido, quién ha ganado: el que ha guardado el lugar o el que ha guardado la Fe?

               El lugar, es verdad, es bueno, pero, cuando se predica en él la Fe Apostólica; es santo, si todo lo que sucede y pasa en él es santo.

               Sois vosotros afortunados, porque permanecéis en la Iglesia por vuestra Fe, que ha llegado a vosotros por la Tradición Apostólica y si, sometidos a la presión, un celo execrable ha pretendido quebrantar vuestra Fe, esa presión no ha tenido éxito. Son ellos los que se han separado, en la crisis presente de la Iglesia.

               Nadie prevalecerá jamás contra vuestra Fe, hermanos carísimos. Y nosotros sabemos que Dios nos devolverá un día nuestros templos.

               Así, pues, mientras más se empeñen en quitarnos nuestros lugares de culto, más se separarán de la Iglesia. Pretenden representar a la Iglesia, cuando en realidad ellos se han expulsado a sí mismos de ella y se han extraviado.

              Los Católicos que se mantienen fieles a la Tradición, aún si se reducen a un manojo, son la Verdadera Iglesia de Jesucristo..."


NOTA

               La herejía arriana -inventada por Arrio- sostenía el siguiente error: No hay tres personas en Dios sino una sola persona, el Padre. Según este hereje, Jesucristo no era Dios, sino que había sido creado por Dios de la nada como punto de apoyo para su Plan. Los católicos romanos, en cambio, sabemos que hay un solo Dios en tres personas distintas: El Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. No son tres dioses sino un solo Dios verdadero en tres distintas personas. Esto es una verdad de fe revelada por Dios e incomprensible para nuestra limitada inteligencia, y proclamada por el Magisterio infalible de la Iglesia. El Concilio de Nicea del año 325 (el primer Concilio Ecuménico) condenó el arrianismo y reafirmó la fe en la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.



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