martes, 18 de enero de 2022

REZAR CON UN SALMO...




Salmo 44 

(Versión Sacra Vulgata)

De mi corazón nace un hermoso canto,
voy a recitar mi poema al rey;
es mi lengua pluma de diestro poeta.

Tú eres el más bello de los hombres,
en tus labios la gracia se derrama,
por eso Dios te bendice por siempre.

Valiente, cíñete al costado la espada
que es tu esplendor y tu grandeza.
Cabalga victorioso en favor
de la verdad, la clemencia y la justicia;
que tu diestra te colme de hazañas.

Tus flechas están afiladas,
se te someten los pueblos,
desfallecen los enemigos del rey:
Tu trono, como el de Dios, es eterno,
es tu cetro real cetro de rectitud.

Tú amas la justicia y odias la maldad,
por eso Dios, tu Dios, te ha ungido
entre tus amigos con aceite de gozo.
Mirra, acacia y áloe impregnan tus vestiduras,
entre palacios de marfil las arpas te deleitan.

Hijas de reyes hay entre tus escogidas,
a tu derecha está la reina entre oro de Ofir.
Escucha, hija, mira, acerca tu oído,
olvida tu pueblo y la casa de tu padre.
El rey está prendado de tu belleza,
él es tu señor, ¡póstrate ante él!

Hija de Tiro, con obsequios
te agasajan los poderosos del pueblo.
Toda radiante entra la hija del rey,
de brocado de oro es su vestido.

Con bordados ropajes la llevan al rey,
las doncellas marchan tras ella,
sus amigas la acompañan.
Avanzan con gozo y alegría,
van entrando al palacio del rey.

Tendrás hijos a cambio de tus padres
y los erigirás príncipes por toda la tierra.
Yo haré que su nombre se recuerde por siempre,
eternamente han de alabarte los pueblos.




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