"... el mundo ama lo suyo..."
Primero fue en 2013 y ahora en 2021: la revista "Vanity Fair" elige a Jorge Mario Bergoglio como "Hombre del año"; la excusa de tal halago se justifica en un artículo que aparece en la misma edición, líneas donde se ensalza la figura de Bergoglio como un hombre amante del mundo, de la libertad, de la igualdad y la fraternidad universal... en fin, de los baluartes de la filosofía masónica.
Aclaremos que la relación de Francisco con este medio viene de lejos y nunca se ha cortado; así, en el número del pasado 20 de Octubre, aparecía otro dossier sobre el "Papa", en donde exponían la particular relación de Jorge Bergoglio con Esther Ballestrino, jefa en el laboratorio químico donde trabajó antes de ser cura; Bergoglio asegura en la entrevista que "con ella aprendió el marxismo". Ballestrino sería ejecutada en 1977, cuando gobernaba Argentina el General Jorge Rafael Videla. Francisco - continúa la entrevista- "la recuerda como una de las personas con más influencia en su vida..." ¡a una marxista!.
Estos mundanos reconocimientos hacia quien debiera ser como Cristo, rey de burlas, con el rostro escarnecido por los golpes y salivazos, es un guiño, un mimo de la Sociedad corrupta hacia aquél que se presupone guía y pastor, y que por desgracia de muchos y escándalo de las almas piadosas, no es más que un usurpador de la Sede de Pedro, un peón más de la masonería vaticana, la misma que gobierna Roma según los dictados internacionales de la Fraternidad Masónica...
Bergoglio, en la misma línea que sus predecesores inmediatos, Ratzinger y Woityla, aboga por un Nuevo Orden Mundial, por una Religión Universal, para lo cual, los Dogmas y la Doctrina Católica, suponen serios escollos que han de salvarse en pro de una verdad consensuada por la mayoría. Según esta retorcida filosofía Dios nos ha engañado durante dos mil años. Por suerte -ironía española- ha venido Francisco a abrirnos los ojos y a mostrarnos el verdadero camino.
…La adoración del Hombre; la gran herejía de nuestros tiempos, la ultima herejía que será, según la predicción de San Pablo, el sacrilegio del Anticristo: ‘el cual se exaltará y levantará sobre todo lo que es Dios, sentándose en el Templo de Dios, y haciéndose adorar como Dios’. (Padre Leonardo Catellani)
Es ciertamente triste comprobar la ceguera de millones de "católicos" que, como a Cristo ante el pérfido populacho, eligen a Barrabás, movidos por la emotividad y el sentimentalismo traidor, en lugar de optar por la Verdad, aunque ella nos lleve por el camino del Calvario.
Recemos, ayunemos y mortifiquemos nuestros sentidos, para que cada vez sean más las almas que repudien seguir a estos falsos pastores, y para que busquen la orientación de los Sacerdotes y Obispos que no han doblado la rodilla ante el ídolo del Concilio Vaticano II.
Es cierto que la Roma de hoy que no es Católica, que no tiene ni la Misa, ni la Sagrada Eucaristía, ni el Sacerdocio, ni la Fe de siempre: Roma ha dejado de ser faro y refugio para las almas que ya no tienen en quien confiar. Es cierto ¿Pero podrá contra Dios?
Cuando no había Iglesia Católica Jesucristo Nuestro Señor la fundó y la hizo inconmovible con el acto más frágil de la Historia, la fundó muriendo frente a los Pontífices que lo condenaron y ante el Imperio más poderoso que jamás existiera.
Nada ni nadie puede apagar a la Santa Iglesia, es nuestra Fe, fue Nuestro Señor quien dijo “Estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos.”
Dios nunca nos dejó ni lo hará. A nosotros vivir y ser de tal manera que nuestras almas siempre puedan acunar a nuestro Salvador. Ese Pesebre de nuestra intimidad, si queremos ser buenos sinceramente, es un refugio inalcanzable para nuestros enemigos en donde reina y triunfa Dios.
Monseñor Andrés Morello, Obispo
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