jueves, 12 de noviembre de 2020

POR SU CORAZÓN VIVE EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO


               El alma devota del Sagrado Corazón de Jesús se ejercitará muy especialmente en actos de amor divino, puesto que este Corazón es ante todo el asiento y el símbolo de ese amor; y como el Santísimo Sacramento es la prenda sensible y permanente del Amor, en la Eucaristía el alma encontrará al Corazón de Jesús, y de este Corazón Eucarístico aprenderá a amar.




              Nuestra devoción al Sagrado Corazón debe ser, por consiguiente, eucarística, debe concentrarse en la Divina Eucaristía como el único centro personal y vivo del amor y de las gracias del Sagrado Corazón para con los hombres. ¿Por qué separar al Corazón de Jesús de su Cuerpo y de su Divinidad? ¿No es cierto que por Su Corazón vive en el Santísimo Sacramento y que por Él se halla Su Cuerpo vivificado y animado? Jesús Resucitado no muere ya. ¿Por qué separar ya Su Corazón de Su Persona y querer hacerle morir, por decirlo así, en nuestro espíritu? Este Corazón vive y palpita en la Eucaristía, no ya con la Vida del Salvador pasible y mortal, capaz de tristeza, de agonía, de dolor, sino con una vida resucitada y consumada en la Bienaventuranza.

               Sepamos honrar al Sagrado Corazón de Jesús en la Eucaristía y hagamos de manera que siempre anden unidas estas dos cosas en nuestras devociones, sin admitir nunca separación entre el Sacratísimo Corazón de Jesús y la Santísima Eucaristía.


Beato Pedro Julián Eymard, Obras Eucarísticas


               El Cuerpo y la Sangre de Cristo son necesarios para la salvación eterna. Privados de la Sagrada Comunión es conveniente hacer a menudo Comuniones Espirituales y así aumentar en nuestra alma el deseo de recibir a Jesús Sacramentado; aprovecha y procura hacer Comuniones Espirituales POR TODAS AQUELLAS ALMAS que no comulgan o lo hacen mal...






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