jueves, 29 de abril de 2021

SAN PEDRO DE VERONA, MÁRTIR DE LA FE


               San Pedro de Verona nació el 29 de Junio de 1205; pese a ser hijo de padres cátaros (también conocidos como "puros" o "albigenses") el joven supo siempre conservarse inmune de la herejía cátara. 

               Al llegar a la adolescencia, Pedro decidió abandonar a su familia, puesto que no se sentía a salvo, y decidió ingresar en la Orden de Frailes Predicadores de la mano de su Fundador, Santo Domingo. Desde ese momento comenzó su incesante lucha contra los infieles. Fue predicador incansable en Milán y Venecia, donde consiguió numerosas conversiones.




               Luchando contra las creencias cátaras, se consagró a la formación cristiana de laicos, a la difusión del culto a la Virgen y a la creación de instituciones para la defensa de la ortodoxia católica.

               En Florencia trabó nuevas amistades con los después también canonizados Alexis de Falconieri y los otros seis fundadores de la Orden de Siervos de María, los llamados Servitas, siendo su consejero.

               En 1251 gracias a sus numerosas virtudes, a ser un gran orador y predicador, a su gran conocimiento de la Biblia y a su severidad en su forma de vida, el papa Inocencio IV lo nombró Inquisidor de Lombardía y prior en Como. Desde que sus Superiores lo nombraron en su cargo, evangelizó por toda Italia, predicando en Roma, Florencia, Bolonia, Génova y Como. La gente acudía a verlo y lo seguía, siendo las conversiones numerosas.

               San Pedro, quien con sus predicaciones se había ganado el odio de sus adversarios, fue asesinado en 1252 en un bosque a medio camino entre Como y Milán. El crimen habría sido urdido por el Obispo hereje Daniele da Giussano y algunos señores milaneses, entre ellos Stefano Confalonieri. Su verdugo, Carino de Bálsamo, le asestó varios golpes en la cabeza con un alfanje, fracturándole el cráneo. Al caer el santo al suelo, su asesino lo abandonó creyendo que yacía muerto. Sin embargo, San Pedro logró incorporarse y escribir en el suelo, con su propia sangre, las palabras: Credo in Deum. Fue entonces cuando Carino dio media vuelta y le clavó un puñal en el pecho hasta la empuñadura. Mientras, el compañero de San Pedro de Verona, Fray Domingo, fue atravesado por una flecha al intentar huir del lugar de los hechos. 

               Tras haber cometido el asesinato, Carino de Bálsamo fue tocado por la gracia y mostrando arrepentimiento por la atrocidad del crimen cometido, decidió redimirse ingresando en la Orden de Predicadores. Fue acogido en el Convento de Forli por el hermano del proprio Mártir, quien se mostró misericordioso. Desde ese momento, el asesino de Pedro llevó una vida edificante y en la actualidad es venerado en la Orden Dominica como el Beato Carino Pietro da Balsamo.

               San Pedro de Verona sería canonizado el 9 de Marzo de 1253; el cuerpo del Protomártir Dominico fue exhumado y hallado incorrupto. Ante el milagroso descubrimiento, el Santo fue expuesto en la Plaza de San Eustorgio para que los fieles pudiesen contemplarlo, momento en el cual se optó por separar la cabeza del cuerpo para custodiarla aparte.

               El Papa Inocencio IV, en su Bula Magnis e Crebris, fechada el 29 de marzo de 1253, concedía una indulgencia a todos aquellos fieles que visitasen la tumba de San Pedro Mártir, en San Eustorgio de Milán, el día de su Festividad, fijada el 29 de Abril. Su cabeza fue traslada a la Iglesia de San Martin de Bálsamo el 28 de Abril de 1934.



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