miércoles, 21 de abril de 2021

VISIONARIOS, LOS FALSOS PROFETAS DE NUESTROS DÍAS. Parte IV. La Virgen de la bola de luz. Parte 1

 



La Virgen de la bola de luz. Parte 1

El Higuerón - Pedrera

(Sevilla, España)


LOS ORÍGENES

               El 3 de Mayo de 1987 tres niñas andaluzas de entre 10 y 12 años paseaban por Veguetas de las Revueltas,  paraje a las afueras de Pedrera, municipio de la provincia de Sevilla; según el relato de las jóvenes, sobre las cinco de la tarde vieron a la Virgen sobre un olivo: la figura tenía la tez fina, ojos azules, con sus manos en actitud orante y vestida de blanco. “Era la Virgen de Fátima y nos dijo que iba a ayudar y proteger a los enfermos”, afirmarían días después. 

               Como ha ocurrido con otros fenómenos de esta índole, la zona pronto se llenó de curiosos y enfermos que aguardaban esperanzados que se cumplieran las promesas de aquella supuesta aparición celestial.



               Diariamente, las niñas se dirigían a este naciente enclave mariano para mantener un íntimo diálogo con la aparición. El gentío, mientras, se congregaba en torno a una gran piedra que, según había dicho la Virgen, era sagrada; no tardó en hablarse de “curaciones milagrosas”, y en pocas semanas, decenas de devotos también juraron haber sido testigos de la aparición. Sin embargo, y ante la sorpresa de los fieles, el Domingo 31 de Mayo las niñas avisaron que: “La Virgen ya no se aparecerá más, hoy será el último día”. No obstante, algunas personas no quisieron aceptar el fin de todo aquello e idearon continuar con las apariciones, aunque eso implicase jugar con la Fe de los más imprudentes.


LA VISIONARIA CARMEN LÓPEZ

               Carmen López Hernández, de 43 años y natural del mismo municipio de Estepa, fue la que con mayor rapidez acaparó la atención de los asistentes, debido a sus sorprendentes trances extáticos, acompañados a veces del siempre espectacular fenómeno de la estigmatización. Carmen se acercó por primera vez al terreno de las apariciones en compañía de su marido, Juan Antonio Bohórquez, atraída por las noticias que le habían llegado sobre las visiones de las niñas; a los pocos días, aseguró haber visto también a la Virgen, hecho que se repetiría diariamente. A partir de entonces, Carmen asegura recibir continuos mensajes celestiales y es protagonista fenómenos carismáticos de dudosa veracidad; algunos de estos "milagros" se podrían calificar simplemente como irrisorios, como aquellos donde la visionaria hacía creer que de sus manos salían clavos que la estigmatizaban u otros acontecimientos "sobrenaturales" más infantiles, como cuando Carmen López aseguraba que el mismísimo Fray Leopoldo de Alpandeire le traía un cesto lleno de fruta silvestre... 

                 El 3 de Febrero de 1988 la visionaria de Pedrera asegura que la Virgen la ha solicitado literalmente “…Haz todo lo que Yo te mande (…) Quiero que digas que hagan una fuente frente a la ermita. Diles que la hagan, la pueden hacer. El agua será bendecida por Mi Hijo y por Mí. Curaré a muchas personas, pero tendrás que estar tú allí…”. Este sería el primero de muchos mensajes, que poco a poco se irían tornando más exigentes, especialmente en las cuestiones materiales.

               Carmen presumirá de recibir numerosos dones místicos, como presuntos estigmas, comuniones místicas, xenoglosia (hablar en lenguas), osmogénesis (olores sobrenaturales) etc. En uno de los presuntos mensajes, la Virgen la bautiza como “La Profeta”, y es así como la llamarían desde entonces sus más fervientes acólitos. En otro mensaje, la Madre de Dios le dice: “Quiero que me llamen Virgen de la bola de luz, porque así me manifiesto Yo”… En poco tiempo, los contactos celestiales de la visionaria no solo se intensifican sino que se extienden a otras figuras del Santoral Católico: “a través de ella lo mismo habla la Virgen, que Jesús, que San Miguel, San Bartolomé, San Pancracio y otros muchos más”- aseguraba entonces el marido de la visionaria.




               Los prodigios no solo acontecían en la persona de Carmen López, sino que todo, cualquier elemento cotidiano que la rodeaba, era susceptible de sufrir un fenómeno sobrenatural, como prueba fehaciente de la veracidad de su misticismo; entre estos cariturescos milagros encontramos desde libros que salgan a flores que se convertían en "hostias consagradas", que la visionaria recogía y repartía entre sus devotos, como un Sacerdote da la comunión a los fieles. Hasta  ese punto llegó la extravagancia de los devotos de las apariciones de la Virgen de la bola de luz, que pronto crearon un grupo de devotos a fin de recaudar dinero para una casa de peregrinos y una capilla, donde pudiesen caber cómodamente las miles de almas que allí irían a presenciar milagros...

              Siguiendo en todo momento las instrucciones de la Virgen, que le dice desde qué hora levantarse hasta lo que ha de preparar para almorzar, la visionaria comienza a imponer sus manos sobre los enfermos que acuden al lugar, muchos de ellos, desahuciados, que depositan sus pocas esperanzas y su dinero en aquella farsa. Su popularidad traspasa ya la región, llegando gente con mucha devoción pero poca salud de toda España. Algunos medios de comunicación comienzan a hacerse presente y pronto contribuirán a desmontar el teatro de aquella desalmada, que con tal de mantenerse en su papel de "vidente" y "curandera", sería recreando grotescos montajes, algunos de los cuales narraré en próximos artículos.


DE PEDRERA A EL HIGUERÓN

              El 16 de Febrero de 1988, la visionaria recibe un mensaje de la Virgen, que resultará crucial, ya que marcará un antes un después en las apariciones de Pedrera: “Tienes que pedir que te hagan una casa en el campo”… Si la Virgen lo pedía no había más que hablar: la Madre de Dios, había manifestado el deseo de que su "Profeta" tuviese una cómoda casa y no faltaron adeptos que ofrecieron terrenos y hasta su propio hogar, pero ninguno parecía encajar en los gustos "sencillos" de Carmen López. Por fin, una fiel devota le ofrece parte de su cortijo ubicado en “El Higuerón”,  entre las localidades sevillanas de Matarredonda y Herrera. La visionaria Carmen acepta, y así, abandona Estepa y se traslada con su familia hasta el nuevo emplazamiento, donde continuará con su negocio de visiones y diálogos con la Virgen. 




               Los seguidores más píos de la Virgen de la bola de luz no entienden por qué la visionaria abandona el lugar original de las apariciones y empiezan a oler el fraude. Por contra, los incondicionales de Carmen comienzan a desplazarse hasta la finca, que en pocos días se convierte en otro concurrido foco de peregrinación, y es que Carmen es la que decide dónde, cómo y en qué forma se aparece la Virgen... ¿qué más da que sea en Pedrera que en El Higuerón?. Aunque Carmen sigue visitando la zona original de las apariciones, lo hará cada vez con menos frecuencia...


Continuará...




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