viernes, 8 de mayo de 2020

NUESTRA SEÑORA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS, la consumación de la Caridad


               "María es la Mediadora Universal de todas las gracias. Toda gracia que Dios da a los hombres, pasa de Dios a Cristo, de Cristo pasa a María y por María se nos da a nosotros . La Voluntad de Dios es que todo lo recibamos por medio de María..." (San Bernardo de Claraval, Sermón en la Natividad de María 4-7)

               "Los dones celestiales provienen del Padre al Hijo, del Hijo a la Madre, y Ésta los derrama como lluvia benéfica sobre la tierra." (San Bernardino de Siena)





              Corría el año de 1913 cuando comenzó a plantearse la conveniencia de la Definición Dogmática de la Mediación de María entre el clero de Malinas, los Superiores de órdenes religiosas, la Universidad Católica y Episcopado belga. El Cardenal Mercier, el gran promotor del movimiento, invitó a algunos jesuitas españoles a participar. La invitación fue muy bien acogida. Efectivamente, en 1916, se inició la campaña en España desde la revista Sal Terrae, que fue continuada por el jesuita Pablo Villada desde la revista Razón y Fe. 

              En 1917, se celebró, en Murcia (España), una asamblea de Sacerdotes de María. Una de las conclusiones de la asamblea fue solicitar al Padre Villada la publicación de sus artículos sobre la Mediación de María en un opúsculo. De este modo apareció, durante el mismo año 1917, el libro Por la Definición Dogmática de la Mediación Universal de la Santísima Virgen, el primero que sobre el tema se publicó en España.

             El Padre Villada envió el opúsculo a los Prelados invitándoles a firmar un mensaje dirigido a Su Santidad. Con ocasión del Congreso Mariano Monfortiano de 1918, los Prelados volvieron a dirigir un mensaje al Papa.

               El 26 de Enero de 1921, Benedicto XV concedió al Cardenal Almaráz, para España, la Misa y Oficio de María Medianera de todas las gracias, que el 12 del mismo mes había conseguido el Cardenal Mercier para Bélgica.

              
Argumentos que justifican a Nuestra Señora
como Mediadora de todas las Gracias


              "La Santísima Virgen es Dispensadora Universal de todas las gracias, tanto por Su Divina Maternidad: que las obtiene de Su Hijo, como por Su Maternidad Espiritual: que las distribuye entre Sus otros hijos, los hombres. Esto lo hace subordinada a Cristo, pero de manera inmediata. Y ello por una específica y singular determinación de la Voluntad de Dios, que ha querido otorgar a María esta doble función: ser Corredentora y Dispensadora, con alcance universal y para siempre." (Pío X, Encíclica Ed diem illum, 2 de Febrero de 1904) 

              "La misión principal, aunque oculta, de todas esas víctimas, es continuar la obra expiatoria, propiciatoria y reparatriz del Calvario; aplacar la Ira de Dios y merecer perdones y gracias; hacer lo que hacía María al pie de la Cruz; cooperar a la Obra de nuestra Redención, regeneración, vivificación y santificación."  



             "La tercera manifestación de Cristo es la hecha en las Bodas de Caná, cuando a ruegos de Su Santa Madre, empezó Jesús a mostrar el Poder recibido de Su Eterno Padre, transformando el agua en vino. Así puede transformar, y transforma con la virtud de Su Espíritu, los corazones terrenos en celestiales, y hace de débiles criaturas dignos hijos de Dios. Y esto tiene lugar cuando, por Mediación de María, consumadas las almas en la Caridad, quedan trocadas y dispuestas para celebrar sus místicas bodas con el Divino Verbo, ratificando las Promesas hechas en el Bautismo y llevando a su plena expansión las gracias allí recibidas. (...) Más este milagro ha de realizarse a ruegos de María Inmaculada, que prepara esa mística transformación de los corazones virginales en el de Jesús, y hace que le acompañen a todas partes...(Juan González Arintero, La evolución mística en el desenvolvimiento y vitalidad de la Iglesia, Salamanca, 1944)




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