¿Qué es, propiamente, la Devoción al Sagrado Corazón? Es la Devoción al órgano de Nuestro Señor, que es el Corazón. Pero en la Escritura, el corazón no tiene el significado sentimental que tomó más o menos a finales del siglo XVIII, y con certeza en el siglo XIX; no expresa el sentimiento.
Cuando la Escritura dice: “A ti te di mi corazón: yo te buscaré”, el corazón ahí es la voluntad humana, es el propósito humano, es propiamente, la santidad humana. Ahí cuando Nuestro Señor dice eso, dice: “en Mi Voluntad Santísima, Yo quiero”. El Evangelio dice: “Nuestra Señora guardaba todas esas cosas en Su Corazón y las meditaba”.
...perciben que no es el corazón sentimental, sino la voluntad de Ella, el alma de Ella que guardaba aquellas cosas y pensaba sobre ellas. El corazón es la voluntad de la persona, su elemento dinámico que considera y pondera las cosas.
El Sagrado Corazón de Jesús es la consideración de eso en Nuestro Señor, simbolizado por el corazón, porque todos los movimientos de la voluntad del hombre pueden tener en el corazón una repercusión. En ese sentido, entonces, es el órgano adecuado para expresar eso. Y es en ese sentido, entonces, que se adora al Santísimo Corazón de Jesús.
A esa Devoción Nuestro Señor prometió un caudal de Gracias...
Lo más notable de esas promesas es que las almas que hicieren los nueve primeros viernes no morirán sin tener la gracia especial de arrepentirse antes. No quiere decir que ellas ciertamente irán para el cielo. Quiere decir que tendrán una gran Gracia antes de morir; no quiere decir que van percibir que van a morir, sino que en el momento relacionado con la muerte, ellas tendrán una gran Gracia, tan grande que se pueden tener de su Salvación todas las esperanzas...
Plinio Corrêa de Oliveira
Abril de 1959
LOS PRIMEROS VIERNES DE MES es una tradicional Devoción hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús, que Éste mismo pidiera a Santa Margarita María, religiosa salesa:
"Yo te prometo, en el exceso de la Misericordia de Mi Corazón, que Mi Amor omnipotente concederá a todos los que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y que no morirán en Mi desgracia, ni sin recibir los Santos Sacramentos, asegurándoles Mi asistencia en la hora postrera..."
Con estas Comuniones se pueden aplicar las Indulgencias que se ganan para las Almas retenidas en el Purgatorio, especialmente la Indulgencia Plenaria, concedida a quien en el Primer Viernes del mes, medita brevemente antes y después de la Sagrada Comunión, en la Bondad infinita del Sagrado Corazón de Jesús y ruega según las intenciones de la Santa Iglesia (Roma, 7 de Septiembre de 1897).
Condiciones para ganar esta gracia
2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
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