miércoles, 20 de mayo de 2020

SAN BERNARDINO DE SIENA, Predicador de Jesús y de María




               La Santa Iglesia Católica y la Familia Franciscana en particular hacen hoy memoria de San Bernardino de Siena Apóstol de Nuestra Señora y gran difusor de la Devoción al Santo Nombre de Jesús; fue gracias a los esfuerzos de San Bernardino que se difundió en Italia la costumbre de añadir el Nombre de Jesús al Ave María, y de ahí a la Iglesia Universal. 

               Su amor por la Madre de Dios le hizo tener como divisa y jaculatoria predilecta Todo para María

               A Ella se encomendaba en todo momento, pero de manera especial antes de predicar al pueblo fiel sobre las Virtudes de esta Reina y Señora, a quien confiaba su prédica con esta oración:

              "Dame, oh Gloriosa Virgen, el poder y sabiduría necesarias para anunciar las glorias de Tu Nombre a los fieles y a Tus devotos. Yo no espero ser capaz de decir todo lo que debe ser dicho; te ruego que solamente me hagas capaz de decir nada más que un poco en Tu Honor, para satisfacer mi devoción y para el consuelo de quienes oigan mis palabras y lean estas líneas..."

               San Bernardino recorrió toda Italia a pie, predicando. Cada día predicaba bastantes horas y varios sermones. A todos y siempre les recomendaba que se arrepintieran de sus pecados y que hicieran penitencia por su vida mala pasada. Atacaba sin compasión los vicios y las malas costumbres e invitaba con gran vehemencia a tener un intenso amor a Jesucristo y la Virgen María.

               Por todas partes llevaba y repartía un estandarte con estas tres letras que formaban el Santo Nombre de Jesús: JHS (Jesús, Hombre, Salvador) e invitaba a sus oyentes a sentir un gran cariño por el nombre de Jesús. Donde quiera que San Bernardino predicaba, quedaban muchos estandartes en palacios y casas con sus tres letras: JHS.



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se recomienda su copia y difusión


               Tantas veces como invoquemos el Nombre de Jesús y de María podremos ganar una indulgencia de 300 días, por Decreto del Papa San Pío X, del 10 de Octubre de 1904. Es también necesario, para ganar la Indulgencia in articulo mortis en el momento de la muerte, pronunciar, aunque sea mentalmente, el Santísimo Nombre de Jesús.

               Para leer más sobre la Vida de San Bernardino de Siena solo toque AQUÍ




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